Existen molestias que pueden complicar la vida de una persona, ya sea para practicar alguna actividad o simplemente para trabajar, y una de ellas es la tendinitis, aunque tiene diversos tratamientos para sobrellevarla mejor.
Lo cierto, es que la tendinitis es una inflamación de los tejidos conectivos fibrosos gruesos que unen los músculos a los huesos, y estos tejidos conectivos se llaman tendones. Esta afección causa dolor y sensibilidad justo afuera de la articulación y lo importante a saber es que puede ocurrir en cualquier tendón; sin embargo, es más frecuente alrededor de hombros, codos, muñecas, rodillas y talones.
La mayoría de los casos de tendinitis se pueden tratar con reposo, fisioterapia y medicamentos para reducir el dolor. La inflamación prolongada de los tendones puede causar un desgarro, lo cual puede necesitar cirugía.
En cuanto a los tipos que presenta, los mismos son los siguientes: codo de golfista, codo de tenista, tendinitis de Aquiles y tendinitis rotuliana. Además, los síntomas de la tendinitis tienden a ocurrir donde el tendón se adhiere al hueso y a menudo incluyen los siguientes: dolor que, por lo general, se describe como un dolor sordo, especialmente cuando se mueve la extremidad o la articulación lesionada, sensibilidad y hinchazón leve.
Tendinitis: causales
Las causas de su aparición pueden ser producto de una lesión repentina, pero la repetición del mismo movimiento a lo largo del tiempo es una causa mucho más probable. Muchas personas presentan tendinitis porque sus trabajos o pasatiempos consisten en realizar movimientos repetitivos y esto tensiona los tendones.
En tanto, moverse de forma correcta es sumamente importante cuando se tienen que hacer movimientos repetitivos en un deporte o en el trabajo, por otro lado, moverse de forma incorrecta puede sobrecargar los tendones y llevar a la tendinitis.
Los factores de riesgo para desarrollar tendinitis incluyen la edad, tener trabajos que consisten en repetir el mismo movimiento una y otra vez, hacer mal algunas actividades físicas y tomar ciertos medicamentos.
El tema de la edad es clave, ya que a medida que las personas envejecen, los tendones se vuelven menos flexibles, lo que los hace más vulnerables a las lesiones. También, la tendinitis es más frecuente en jardineros y obreros, cuyos empleos implican: hacer movimientos repetitivos, mantener posiciones incómodas, estirar los brazos por encima de la cabeza, estar expuesto a vibraciones y hacer movimientos forzados.
Para reducir la posibilidad de padecer tendinitis, hay recomendaciones a tener en cuenta:
1) evitar actividades que provoquen demasiado esfuerzo para sus tendones, especialmente por períodos prolongados.
2) si un ejercicio o una actividad le causa dolor, intente con otro,
3) si la manera en que hace una actividad o ejercicio es deficiente, puede estar predisponiéndose a tener problemas en los tendones,
4) después de hacer ejercicio, mueva las articulaciones en toda la amplitud de movimiento.
5) mantenga la postura correcta en el lugar de trabajo, asegurarse de que la silla, teclado y escritorio estén ubicados de manera adecuada para su estatura, longitud de brazos y tareas que hace.
¿Cómo se la trata?
El objetivo es aliviar el dolor y reducir la irritación, por lo que el autocuidado, incluido el descanso, aplicación de hielo y uso de analgésicos, podrían ser todo lo que se necesita. Sin embargo, la recuperación completa podría tardar meses y se la puede tratar con analgésicos, esteroides y plasma rico en plaquetas, en tanto, los ejercicios de fisioterapia pueden fortalecer el músculo y el tendón.
El fortalecimiento excéntrico es un tratamiento eficaz para muchas afecciones crónicas del tendón. En los casos en que la fisioterapia no mejore los síntomas, se podría sugerir la punción seca y cirugía.