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A una semana de asumir, el titular de la DGI ascendió a su pareja: los insólitos argumentos del Gobierno

 

El flamante titular de la Dirección General Impositiva, Andrés Vázquez, ascendió a su pareja a solo siete días de asumir al frente del organismo y el Gobierno nacional salió en bloque a defender la decisión con insólitos argumentos. Algunos llegaron a afirmar que cuenta más de tres décadas de experiencia en el área y le corresponde el ascenso, pero la funcionaria tiene 44 años. No es el primer escándalo que protagoniza el nuevo responsable de la DGI, ya que previamente no había declarado ante la Oficina Anticorrupción (OA) propiedades en Miami valuadas en dos millones de dólares.

Vázquez firmó el ascenso de su pareja salteando rangos intermedios y la colocó al frente de la Dirección Regional Centro II de la Ciudad de Buenos Aires. Cuando esta información se conoció, el Poder Ejecutivo comenzó a mostrar una defensa coordinada para ratificar al titular de la DGI en el cargo.

Tal publicó el periodista Hugo Alconada Mon en el diario La Nación, con su sola firma, el responsable de la Dirección General Impositiva favoreció a su pareja, María Eugenia Fanelli, quien hasta el momento era jefa de una sección técnico jurídica, con un sueldo de bolsillo que oscilaría entre los 3,8 y los 4,2 millones de pesos. Ahora, gracias al ascenso que le otorgó Vázquez a solo siete días de asumir, pasaría a cobrar entre 7 y 8 millones de pesos, dependiendo de su antigüedad y otros ítems.

Luego de obtener esta información, el medio citado realizó una serie de consultas al Poder Ejecutivo para que justifique la decisión del funcionario. Las distintas fuentes que respondieron mostraron un afán inconmovible por respaldar al titular de la DGI y expusieron argumentos dispares.

«Es una mujer de carrera, con más de 30 años en el organismo», apuntó una de las personas consultadas, que se olvidó del pequeño detalle de que Fanelli tiene 44 años. Salvo que haya cursado los estudios secundarios en la DGI, no estarían dando las cuentas.

Otra alta fuente respondió ante La Nación que «para hacer la purga que se está haciendo se necesita gente de confianza», una contestación concordante con los planteos que viene haciendo desde hace tiempo el principal streamer libertario, Daniel Parisini -popularmente conocido como «el Gordo Dan»-, quien dice que hay que llenar el Estado «con los propios» y echar a cualquier disidente que no esté alineado con La Libertad Avanza.

«Es razonable que quiera armar un equipo con gente de confianza, como hizo (el presidente de la Cámara de Diputados) Martín Menem con Sharif (Menem, que es su sobrino y mano derecha en el Congreso)», apuntó en la misma línea otra persona del Gobierno consultada por el ascenso en la DGI.

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Cabe tener en cuenta que la Dirección General Impositiva tiene un código de ética interno que desaconseja específicamente beneficiar a familiares y allegados, pero para algunas de las fuentes consultadas dicho documento es «vetusto» y la abogada «tiene sobrado recorrido para estar donde está» porque -insistieron- «tiene treinta años en el organismo».

Fanelli está ahora a cargo de una de las direcciones regionales más importantes del área metropolitana y su función es la de fiscalizar a empresas medianas y grandes con domicilio tributario en el centro porteño.

Una catarata de escándalos

Andrés Vázquez, designado por el presidente Javier Milei para combatir la evasión fiscal y fortalecer la recaudación tributaria, acumula otros escándalos previos en sus espaldas. Una investigación periodística expuso a mediados de diciembre que compró propiedades en Miami a través de sociedades offshore que no fueron declaradas ante la Oficina Anticorrupción.

La publicación efectuada en La Nación y respaldada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (Clip) y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (Icij) contó que Vázquez figura como titular de las sociedades Alcorta Corp y Pompeya Group Corp, ambas radicadas en Panamá.

Estas sociedades realizaron las siguientes compras:

– El 9 de enero de 2013, Alcorta Corp pagó US$ 710.000 por un departamento en el exclusivo edificio Icon Brickell, en Miami.– Al día siguiente, la misma offshore adquirió otro departamento en la avenida Brickell 1060 por US$ 350.000.– El 20 de julio de 2015, la sociedad Pompeya Group Corp compró una suite en el condominio Chateau Beach Residences, ubicado en Sunny Isles, por un valor de US$ 980.000.

La Ley de Ética Pública obliga a los funcionarios a presentar declaraciones juradas que incluyan la totalidad de sus bienes, tanto en el país como en el exterior. Sin embargo, en su última declaración presentada en octubre del año pasado ante la Oficina Anticorrupción, Vázquez informó la titularidad de diez inmuebles en Argentina, pero omitió cualquier referencia a las sociedades offshore y las propiedades en Miami.

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