Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Nacionales

Caso María Cash: se filtró una conversación que Romero mantuvo con un compañero de trabajo

 

La Justicia intervino los teléfonos del camionero Héctor Romero, de 71 años, quien fue acusado y detenido días atrás por el homicidio de María Cash, la joven diseñadora que desapareció el 8 de julio de 2011. Tras las primeras pericias, se filtró una conversación que el hombre tuvo con un compañero de trabajo, en donde le insistía en cómo tenía que declarar ante el fiscal del caso. 

A más de trece años del hecho, se detectaron inconsistencias en las declaraciones del camionero, que fue la última persona que vio a Cash con vida dado que, como constató en su testimonio, la levantó en una ruta salteña cuando la joven, de 29 años, hacía dedo.

Tras su detención, este viernes se peritó el teléfono de Romero. La defensa del hombre, en tanto, pidió la prisión preventiva domiciliaria por su edad y por su estado de salud.

Te puede interesar: Desaparición de María Cash: ¿cuáles son las pruebas contra el camionero detenido?

La apertura del teléfono de Romero está en manos de la Gendarmería Nacional, que este viernes a las 11.30 accedió al celular y ahora deberá analizarlo.

Las ubicaciones de las antenas el día de la desaparición de María Cash y los horarios incongruentes con las declaraciones del camionero son algunos de los puntos que cuestionó el fiscal Eduardo Villalba, quien está a cargo de la investigación, para sostener la acusación.

Las declaraciones del entorno de Romero –que se contradicen con la ubicación de las antenas– y las del propio camionero fueron fundamentales en esta etapa de la investigación.

Romero trabajaba manejando un camión de la empresa Miguelito y su tarea era trasladar mercadería entre las sucursales de Güemes y Joaquín V. González.

Te puede interesar: A más de 13 años de su desaparición, detuvieron al camionero que vio por última vez a María Cash

Según medios salteños, el fiscal Villalba, en las pruebas que exhibió en la indagatoria, mencionó: “Se determina con el análisis telefónico que Romero se contradice en relación a la hora de llegada y retorno de J. V. González el 8 de julio de 2011, ya que como se observa en análisis él arribó a esa localidad a 18.42 y emprendió regreso a las 21.07, demorando 02.47 horas de viaje desde Güemes a González y un tiempo de demora de regreso de 03.23 desde González a Güemes, abriéndose dos ventanas de tiempo que rompe su patrón de conducta”.

¿Qué decían las conversaciones? 

El pasado 5 de noviembre, Romero recibió una llamada de Gustavo Lemos, encargado del supermercado de la empresa “Miguelito”, quien le avisó que había sido citado a declarar en el caso de María Cash. La comunicación duró poco más de cinco minutos y se convirtió en un elemento de suma importancia para la causa, dado que los investigadores entienden que el camionero habría intentado influir en la declaración del testigo.

Gustavo Lemos: Tengo que presentarme a declarar.

Héctor Romero: Bueno, pero, ¿vos qué sabes? Nada.

GL: Nada, pues. Lo mismo voy a tener que ir.

HR: Vos tenés que decir más o menos, ¿qué es lo que vos pensás decir? Porque lo que yo he declarado es que yo he alzado a una mujer, pues yo no sé si era ella o no, pues yo nunca le he preguntado el nombre. Y la he alzado ahí en la rotonda hasta la difunta Correa y después nada más. No le he preguntado el nombre, nada. Yo lo único que le he preguntado fue a dónde iba. Me ha dicho que a Córdoba. Yo le he dicho que iba a 80 kilómetros de ahí, que agarraba otra ruta…

GL: Ajá.

HR: Y cuando llegó a la difunta Correa ya había varios camiones. Y yo le he dejado ahí. Vos tenés que decir que vos no sabés, no sé qué es lo que vos le has dicho al policía cuando te ha ido a preguntar a vos del camión.

GL: Es que no, no le he dicho nada. Yo no me acuerdo, che.

HR: Y bueno, vos tenés que decirle que no, vos no sabés. No sé si vos le habías dicho que yo había alzado a una mujer o no.

GL: No, no, no. No me acuerdo.

HR: Vos tenés que fijarte bien y acordarte qué es lo que vas a decir, ¿ha visto? Porque no me va a meter en quilombo, pues yo no… Nada que ver, ¿ha visto? Pues yo ya he ido dos o tres veces a declarar y no me han vuelto a llamar, gracias a Dios. Yo no sé…

GL: ¿Y qué has dicho vos allí?

HR: Que he alzado a una mujer, pero no sabía ni cómo se llamaba, yo nunca he dicho que era ella, nada. La verdad que no sé si era ella o no. Eso es lo que he declarado. Yo le he alzado ahí en la rotonda de Güemes y le he dejado en Palomita, la difunta Correa. Y después nada más. No le he preguntado cómo se llamaba, nada.

GL: Mmm.

HR: Vos no, no tenés que decir nada, lo que no sabés, vos tenés que decir. No sé qué has dicho vos cuando los policías te han preguntado del camión, qué era, cómo sabés.

GL: Mirá, si te soy sincero, no me acuerdo hasta si he declarado, pero no sé por qué salta mi nombre.

HR: No, no sé, mira, por eso te digo, debe ser que vos le has dicho algo al policía o vos tenés que acordarte qué has declarado.

GL: Pero qué raro que salte lo mío ahí…

HR: Porque vos me decís que te habían preguntado a vos de qué había ido el camión, cómo era ese día… algo así creo que me has dicho, no me acuerdo yo tampoco de eso.

GL: Y si, el camión ha llegado, ¿qué no?

HR: Claro. Y sí, ha llegado más o menos en el horario normal. Y nada más, por eso vos acordarte más o menos qué has dicho al policía y eso, pues si no, no tenés que inventar nada, vos tenés que responder lo que ellos te pregunten. No inventes nada porque te vas a perjudicar después solo.

GL: Claro, no, más vale. Así que bueno, voy a tener que ir, che.

HR: Y sí, para ver qué pasa, ¿ha visto?

GL: Ajá.

HR: Pero por eso te digo, seguro que me lo preguntas a mí si yo te he dicho algo… Y eso, pero no… Yo no me acuerdo que te haya dicho nada raro, ¿ha visto?

GL: Claro, por eso me parece raro, che.

HR: Por eso te digo, vos tenés que acordarte qué declaraste, qué has dicho, y hacé memoria. Cualquier cosa, avisame qué te han preguntado.

GL: Dale.

HR: Pero te digo, vos tenés que responder lo que ellos te preguntan… no inventes nada de… si no, vos decís “no, no sé, no me acuerdo”. No sé yo qué has dicho vos antes. Vos tenés que decir lo mismo que has dicho antes.

Una hora después, Romero volvió a llamar a Lemos. Esta vez, la charla se extendió por dos minutos.

HR: Che, yo me he quedado pensando lo que me has dicho… Vos tenés que hacer memoria si vos has declarado alguna vez, qué es lo que has dicho. Vos tenés que decir lo mismo, porque si declaras algo mal te vas a perjudicar vos, y me vas a perjudicar a mí también, pero… Vos tenés que hacer memoria, qué es lo que has dicho, qué sabes, qué no sabes, pero por eso te digo, vos no tenés que decir nada…

GL: Ajá.

HR: Si ellos no te preguntan.

GL: Bien.

HR: Y si te preguntan algo que vos no sabes, tenés que decir “no, no sé yo, no”… y nada más.

GL: Bien.

HR: Tampoco.

GL: Si, si, más o menos me estaba acordando si…

HR: Ah.

GL: No, no sabíamos nada, la verdad, así que quedate tranquilo, yo me he asustado también hace rato, así que…

HR: Bueno, no, por eso te digo, porque ellos te empiezan a preguntar diez veces la misma cosa, ¿ha visto? Vos tenés que hacer memoria de lo que has declarado y de lo que decís. Decís sí o no, sé o no sé, total ellos no te van a obligar a decir lo que no es.

GL: Claro, no, más vale, si, si, si…

HR: No inventes nada, vos tenés que contestar lo que ellos te preguntan…

GL: No, no, no.

HR: No digas nada que ellos no te pregunten.

GL: Bien. Yo lo mismo después te voy a llamar cuando salga de allá, si Dios quiere.

Dejá tu opinión sobre este tema

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso