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Central es un espanto táctico y futbolístico y pierde 2 a 0 con Defensa y Justicia en Florencio Varela

 

Rosario Central pierde 2 a 0 con Defensa y Justicia, por la fecha 17 de la Liga Profesional, en el estadio Norberto «Tito» Tomaghello. 

El partido arrancó con ritmo, ambos equipos buscando imprimirle intensidad al juego desde los primeros minutos.

Las posturas estaban claras: Defensa proponía y Central aguardaba, esperando recuperar o aprovechar un error rival en la mitad de la cancha para salir sápido de contra.

En la primera situación del partido, el local abrió el marcador. A los 11, Miritello cabeceó solo en el área chica tras un centro desde la derecha y metió un buen testazo al ángulo de Broun.

 

Cuatro minutos después, el Halcón pegó otra piña. Gran asistencia de Soto para Miritello, que la pinchó por encima de Broun, quien la miró y, cuando quizo reaccionar, ya era tarde. 2 a 0 y nada de reacción.  

 

A los 20, Broun salvó lo que pudo ser el tercero. Central estaba para el cachetazo. Recién llegó el Canalla a los 21 con un remate de Mallo de media distancia que desactivó Bologna.

El Canalla se estaba comiendo un baile bárbaro, no contenía abajo y arriba tampoco generaba. El local parecía el Manchester City, mientras que el equipo auriazul un conjunto de amigos que se juntaron a jugar después de comer un asado y con un par de vinos encima.

Los de Lequi «llegaron» con débil cabezazo de Malcorra tras centro de Lovera, a los 41. Así se fueron al descanso. Bochornosa puesta en escena auriazul.

En el complemento, la primera fue para el local. Nuevamente lo tuvo Miritello, absolutamente solo de cabeza, pero se lo perdió y su remate se fue por arriba. Nadie lo marcó. Todos lo miraron.

Nada cambiaba en la segunda mitad, Central seguía en la intrascendencia absoluta, y su rival se floreaba. El tercer tanto del Halcón estaba cerca, era solo cuestión de tiempo.

A los 20, la leyenda Marco Ruben lo tuvo de palomita, pero su testazo fue bien tapado por Bologna, quien se estiró y alcanzó a meter el brazo salvador. El histórico 9 fue el único que mostró vergüenza deportiva, notándose su esfuerzo y ganas de revertir la historia.

 

 

 

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