El verano es una época ideal para disfrutar del aire libre, pero también es un momento en el que se deben extremar los cuidados en la piel, dado que la exposición al sol o los bronceados con lámparas, cámaras o camas solares, que emite radiación ultravioleta (UV) puede tener efectos dañinos a corto y largo plazo.
Citado por la agencia Noticias Argentinas, el director médico y coordinador del área psicosocial en la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec), Carlos Silva, explicó que la exposición a estas radiaciones “causa el envejecimiento prematuro de la piel y daños que pueden resultar en cáncer de piel”.
Las estimaciones realizadas por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (Iarc) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Argentina atribuyen el 52,8% de los melanomas -un tipo de cáncer de piel- a la exposición a rayos UV, lo que lo ubica entre los países de riesgo medio.
Te puede interesar: Brindan recomendaciones para evitar golpes de calor ante las altas temperaturas
“En el caso del melanoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo aunque es más frecuente en áreas expuestas al sol o en lunares de ciertos tipos. En los hombres, se observa con mayor frecuencia en el rostro y el torso, mientras que en las mujeres, es más común en los miembros inferiores. Los síntomas pueden ser lunares que cambiaron de color o que sangran, lesiones con bordes regulares o lesiones pigmentadas que pican o sangran”, indicó el especialista.
Es importante proteger la piel del sol, incluso en días nublados porque las radiaciones ultravioletas (UV) no se detienen con las nubes, de hecho, pueden atravesarlas, así como el agua, hasta cierta profundidad. Por lo tanto, no no se está exebti de los efectos nocivos de la radiación solar ni en días nublados ni al sumergirse en el agua.
Al elegir un protector solar, es importante tener en cuenta algunos factores:
• Factor de Protección Solar (FPS): se recomienda un factor de 30 o superior, preferiblemente 50, para garantizar una mayor protección.
• Tipo de piel: las personas con piel más clara o sensible deben optar por protectores solares con mayor protección.
En cuanto a su aplicación, debe hacerse de manera uniforme antes de la exposición al sol y renovarse cada dos horas, o después de nadar o sudar.
Si se va a estar al aire libre durante períodos prolongados, es recomendable:
• Usar ropa de manga larga y pantalones largos, preferiblemente de colores claros.
• Protegerse con sombreros o gorros.
• Evitar la exposición solar entre las 10 y las 16, cuando los rayos UV son más intensos.
• Aplicar protector solar adecuado en todas las áreas expuestas, incluso en zonas que a menudo se olvidan, como las orejas o los pies.
• Consultar regularmente con un dermatólogo, especialmente si se tienen antecedentes de enfermedades cutáneas o piel sensible.
Se recomienda que las personas con piel sensible o antecedentes de enfermedades cutáneas realicen, al menos una vez al año, especialmente antes de las vacaciones, un chequeo para detectar cualquier lesión sospechosa.
Las consultas regulares con un dermatólogo son esenciales para la prevención de problemas graves, como el cáncer de piel. El dermatólogo puede detectar lesiones que podrían pasar desapercibidas y ofrecer consejos respaldados científicamente sobre cómo proteger mejor la piel. Realizarse un chequeo anual es una medida preventiva fundamental para mantener la salud de la piel a largo plazo.
