La materia prima es aguja e hilo. El soporte: camisas blancas. El contenido, “las voces de Evita que nunca son tan acertadas, que parece que se levantan de la tumba” por su actualidad. Con eso, y otras cosas más, 24 mujeres de distintos puntos del país construyeron la muestra colectiva “Descamisadas”, que esta semana pasó por el ECU (Espacio Cultural Universitario), para continuar su viaje hacia Río Grande, en la fría Tierra del Fuego.
Las artistas textiles María Blanco y Marcela Hernández y la militante peronista y bordadora “amateur”, Graciela Rojas, son tres rosarinas que participaron del proyecto colectivo, hijo más o menos involuntario de la pandemia y del maridaje entre arte, historia y política.
El origen de “Descamisadas” debe buscarse en “un grupo de mujeres que está bordando en un lugar y empieza a bordar discursos, y en esa convocatoria aparecen los discursos de Eva”, cuenta María Blanco.
“En pandemia se hacían talleres on line de bordados. A mí me convoca una chica del sur, y así nos fuimos convocando entre nosotras”, agrega sobre la vinculación mediante una red virtual que dio origen a la muestra, sin saber en un principio que ese iba a ser el objetivo.
Los bordados de los talleres on line, al comienzo, “eran primero sobre unas telitas”, pero “cuando aparece el discurso de Eva aparece el otro soporte, que es la camisa blanca”, cuenta María.
La idea une la palabra de la segunda esposa del entonces coronel Juan Domingo Perón con la voz “descamisados”, que nace con tono peyorativo en los discursos de sectores oligárquicos y conservadores de aquella sociedad en la que irrumpen, como sujeto social con representación política, las trabajadoras y los obreros residentes en las afueras de la distinguida Buenos Aires.
El hecho simbólico, claro está, ocurrió el 17 de octubre de 1945. “Empieza el juego con el 17 de octubre, que es cuando los descamisados aparecen en la plaza”, dice María. Eva Perón adoptó ese concepto utilizado en forma peyorativa y lo resignifica de un modo reivindicativo.
Marcela Blanco, que es rosarina, vivió casi tres décadas en Río Grande y ahora volvió a residir en la ciudad, agrega que “la decisión de hacerlo con camisas es porque la muestra conversa con los descamisados en la Plaza de Mayo y también son 30 camisas, porque conversa con los 30 mil desaparecidos”.
“Por eso están montadas de esta manera -dice Hernández sobre las prendas blancas y bordadas que cuelgan del techo del ECU para quedar a la altura de la vista-, colgadas en forma de manifestación, como el 17 de octubre”.
La palabra actualizada
Lo que ahora es una instalación colectiva comenzó a gestarse en 2022 durante la pandemia, como un juego. El año pasado fue inaugurada y presentada como muestra y recorrió varias ciudades del país, de las que provienen las bordadoras, tanto aficionadas como artísticas.
“En su gran mayoría son bordadoras de oficio, creativas, pero yo soy una mujer que borda en su casa de noche, que soy amateur y no tengo la habilidad de muchas de ellas, pero bueno, está el corazón”, explica Graciela Rojas.
El suyo, justamente, está atravesado por una vida de acción política desde las bases. “Yo soy una vieja militante peronista, era del grupo que llevaba el busto de Evita a la mandarina (como se conoce la estatua ubicada en barrio Saladillo que la recuerda), poníamos el busto y salíamos corriendo porque nos corría la policía”, cuenta Graciela. “Para mí es una vida”, agrega.
Y señala sobre las frases bordadas por las “descamisadas” sobre las camisas blancas que cuelgan del techo del primer piso del ECU.
“En este momento las voces de Evita nunca son tan acertadas, parece que se levantan de la tumba. El pliego de palabras y poder bordarlas en ese soporte que son las camisas de los varones y las mujeres obreras, pobres, descamisadas, es una interrupción de un elemento que nos permite reflexionar y decir: nunca tan actual, parece que los escribió anoche”, añade.
Hernández coincide y completa: “No es solo poner la palabra de Eva que atraviesa cualquier ideología, porque Eva es Eva, sino llevar a la gente, además del mensaje, parte de sus discursos, porque es actual, porque es como si estuviera pasando ahora”.