El Observatoria Energético del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario analizó la generación y el consumo de electricidad que hubo durante los primeros días de enero en Argentina y aseguró que el país “no atraviesa una crisis energética”. Además, indicó que en medio del contexto recesivo, la industria se encuentra con niveles de demanda por debajo de lo esperado.
El informe, con fecha del 8 de enero, destacó que el Sistema Argentino de Interconexión (Sadi), es decir, la red de generación y transporte de energía eléctrica en Argentina, tiene una potencia instalada de 43.148 megawatts (MW): prácticamente el doble de la energía que se consumió en el país a inicios de enero.
Amparándose en datos publicados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), el relevamiento detalló que el martes 7 de enero se consumieron 19.509 MW, mientras que el miércoles 8 la demanda fue de 20.336 MW. La primera semana de enero, en tanto, el consumo promedió los 16.197 MW, mientras que el jueves 16, en medio de una ola de calor, la cifra superó los 29.000 MW, ubicándose aún así considerablemente por debajo de la potencia total del país.
“La potencia instalada, o sea, la capacidad de entregar energía que tiene el Sistema Argentino de Interconexión, es superior en más de un 50% a la demanda que hubo al momento en el que elaboramos este informe en Rosario, y con una jornada muy calurosa”, señaló el relevamiento de Luz y Fuerza.
Para conocer más detalles sobre la generación de electricidad, Conclusión dialogó con el secretario de Política Energética del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, Ariel Oliveira, quien explicó: “Hay más de 43.000 MW de potencia instalada, que son las máquinas que están declaradas operativas, que tienen la posibilidad, de acuerdo al momento que atraviesa el país en función a la demanda, de ser convocadas por parte de Cammesa para inyectar energía. Pero no se puede acceder a toda esa potencia de manera instantánea. Por ejemplo, si el consumo pasara rápidamente de 29.000 MW a 39.000 MW, para acceder a toda esta electricidad la empresa Transener y cada una de las distribuidoras deben hacer operaciones en alta tensión para equilibrar cargas, de modo tal de que puedan ir entrando las nuevas generaciones para abastecer al país”.
Tras asegurar que Argentina no atraviesa una crisis energética, Oliveira apuntó contra las políticas que la gestión de Javier Milei lleva adelante en la materia: “Tenemos un Gobierno que ha quitado subsidios a la energía eléctrica y facilita a las empresas generadoras, que mayoritariamente son privadas, a variar de manera prácticamente unilateral el precio de producción, que se modifica cada tres meses. Lo están llevando a niveles muy altos”.
Y añadió: “Contándole a la sociedad a través de Cammesa que va a haber una crisis energética, logran que les paguemos lo que ellos consideran de acuerdo a la rentabilidad que quieran tener. No solo que nos hacen creer que no vamos a tener energía para poder aumentar sus precios, sino que Argentina, sin ser un país soberanamente energético, actualmente está holgado en cuanto a demanda eléctrica”.
Y, en esta afirmación, la demanda de energía eléctrica por parte del sector industrial cobra una importancia clave. Es que en medio de la recesión económica que atraviesa el país, las fábricas argentinas ven fuertes bajas en su producción y, por ende, en su consumo: en lo que va de enero, y con respecto a diciembre, el uso de electricidad en este sector cayó un 18%; mientras que en la comparación interanual el descenso fue del 27%. “Argentina no atraviesa una crisis energética, pero sí un serio momento de especulación a la hora de la formación de precios”, concluyó el referente de Luz y Fuerza.
¿Es posible consumir toda la energía del país?
El consumo máximo de energía eléctrica reportado en el país data del 1 de febrero del año pasado, cuando la demanda alcanzó los 29.653 MW, según Cammesa. Para Oliveira, el sistema eléctrico del país está preparado para afrontar altos consumos residenciales e industriales, en conjunto, siempre y cuando las empresas realicen el mantenimiento correspondiente.
Fuente: Cammesa.
“Si se utilizase toda la potencia instalada que hay en el país, recordando que hoy tenemos un 50% que está ociosa, el sistema eléctrico argentino debería funcionar. No nos sobraría nada, no somos un país soberanamente energético, porque producto de la no explotación de Vaca Muerta, hay momentos en donde tenemos que traer gas de Chile o Bolivia. Pero si tendríamos a full la demanda de la industria, el comercio y la residencial, el sistema eléctrico argentino está en condiciones de soportarlo”, contempló.
Ahora bien… si no hay una crisis energética, ¿por qué hay cortes de luz? El referente gremial esbozó una respuesta a este interrogante: “Transener, una empresa privada que maneja el 100% de transporte de energía eléctrica en el país, tienen que operar y mantener el servicio. Acá dejo de lado la mano de obra de los trabajadores que cumplen funciones dentro de esta firma, y voy directamente al vínculo económico y financiero. Hay que hacer inversiones y muchas veces los empresarios privados especulan con esto, esperando a que en algún momento el Estado nacional les tire un centro o les de una mano en cuanto al mantenimiento”.
“Este jueves -continuó- un transformador de intensidad sufrió una explosión que, por arrastre, desenganchó a otros dos transformadores más en un momento donde la demanda era alta. Pero esos transformadores técnicamente están preparados para soportar mucho más”. Si bien aún no hubo información oficial sobre los motivos de este desperfecto, por lo que Oliveira evitó hacer afirmaciones al respecto, sí deslizó que, generalmente, estas fallas obedecen a dos causas: una podría ser mecánica, originada por la fatiga de materiales, y la otra por falta de mantenimiento.
Un modelo anti industrial
Por último, el integrante del gremio de Luz y Fuerza apuntó contra las políticas energéticas que lleva adelante el gobierno de Javier Milei: “Las desregulaciones atentan contra la industria nacional y, por decantación, esto genera menos demanda. Estamos quitando subsidios, aumentando tarifas, los salarios están por el piso, se están habilitando fuertemente las importaciones, a lo que menos se está apostando desde la política es a fortalecer el sistema eléctrico del país. Si no hay demanda ni industria, no hace falta invertir para fortalecer el sistema energético”.
Y añadió: “Hay que ir por un modelo que contemple la producción nacional, que extienda redes de alta y extra alta tensión, que instale empresas de generación nuevas o que permita a privados ampliar la generación que tienen y donde la población tenga la posibilidad de abonar sus tarifas en tiempo y forma. Eso va a hacer que las empresas distribuidoras puedan desarrollar inversiones y estar al día con la demanda”.
“Falta una planificación estratégica pensando en Argentina como un país de desarrollo industrial. Estamos capacitados, pero hay que dejar de especular con ser un país que se dedica a la timba financiera y empezar a pensar en la industria. Tenemos tecnología, conocimiento y las materias primas, estamos altamente capacitados para liderar ampliamente la rama eléctrica, como casi ningún otro país de Latinoamérica. Hay que pensar en un país productivo, que necesita energía”, finalizó Oliveira.
