Con una demanda promedio interanual de 47,8 kilos por habitante, el consumo de carne vacuna alcanzó un mínimo histórico en agosto de este año con una caída de 13% respecto del promedio de los últimos diez años, según un informe que publicó el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social Pablo Barousse (GERES).
Si se considera el período que va entre enero y agosto de este año, la baja es de 6,5 kilos por habitante, un 12,1% menos que el año pasado, de acuerdo con el último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
La producción de carne vacuna cayó 7,8% interanual en agosto respecto del mismo mes de 2023, en un contexto signado por la recesión económica y la caída general de los volúmenes de consumo de todos los bienes de la canasta básica.
En parte, el sector compensó el desplome de las ventas en el mercado interno con un aumento en las exportaciones del 5,6%, favorecidas por las desregulaciones al comercio exterior de la actual administración.
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El informe del GERES también detalla que el precio del kilo de asado subió 188,2% interanual en agosto, muy por debajo del 236,7% que aumentó en promedio la inflación durante el mismo período.
Respecto de la caída en la producción, el instituto afirma que está relacionada con un descenso en los envíos a faena del 8,6% interanual y una suba del peso promedio del 0,9%.
