Por Hanna Arhirova y Samya Kullab – Associated Press
El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, visitó Ucrania el jueves en su primer viaje oficial desde que asumió el cargo y prometió el apoyo continuo de la alianza a Kiev en su guerra con Rusia.
Rutte se reunió con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en Kiev mientras las sirenas antiaéreas sonaban dos veces en la capital ucraniana.
El nuevo jefe de la OTAN prometió, cuando asumió el cargo el martes, ayudar a apuntalar el apoyo occidental a Ucrania, que ha estado luchando contra la invasión a gran escala de Rusia desde febrero de 2022 y durante la mayor parte de este año ha estado a la defensiva debido a un incesante avance del Ejército ruso en las regiones orientales del país.
El flamante titular de la alianza atlántica expresó su confianza en que puede trabajar con quien sea elegido presidente de Estados Unidos, el miembro más poderoso de la alianza, en noviembre. Ese podría ser un momento clave para el esfuerzo de Ucrania por asegurar el apoyo continuo de Occidente.
Por su parte, Zelenski dijo que discutió con Rutte elementos del llamado plan de victoria de Ucrania, antes de una reunión de la OTAN en la base aérea de Ramstein en Alemania la próxima semana. La reunión reúne a los líderes de defensa de más de 50 países socios que se reúnen periódicamente para coordinar la ayuda armamentística para la guerra.
Los dos también hablaron sobre la situación del campo de batalla y las necesidades específicas de las unidades militares ucranianas. Zelenski reiteró que Ucrania necesita más armamento, incluidas las armas de largo alcance que ha solicitado durante mucho tiempo.
Cuando se le preguntó si la guerra en Oriente Medio afectará el cronograma que había previsto para el plan de victoria, Zelenski señaló que Estados Unidos y Gran Bretaña dicen que Irán ha suministrado misiles y drones a Rusia para su uso contra Ucrania.
También pidió a los países occidentales que eliminen las restricciones al uso por parte de Ucrania de armas de largo alcance suministradas por Occidente para atacar el interior de Rusia.
«Por supuesto, queremos que Ucrania no sea olvidada. Pero la mejor manera de no olvidarnos de Ucrania es proporcionar las armas adecuadas y los permisos necesarios», dijo Zelenski, quien añadió: «Y para ayudar a derribar… los mismos misiles o drones iraníes, tal como son derribados sobre Israel, derribarlos de la misma manera sobre Ucrania».
Rutte reiteró el apoyo inquebrantable de la alianza a Ucrania, insistiendo en que «Ucrania está más cerca de la OTAN que nunca», y dijo que las medidas recientes adoptadas por la OTAN «construyen un puente hacia la membresía de Ucrania en la OTAN», incluyendo 40.000 millones de euros (44.000 millones de dólares) de asistencia financiera, acuerdos bilaterales de seguridad entre aliados y la formación de un nuevo comando de la OTAN para coordinar la asistencia y el entrenamiento.
El nuevo jefe de la OTAN llegó después de que una bomba planeadora rusa impactara un bloque de apartamentos de cinco pisos en Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, hiriendo al menos a 12 personas, incluida una niña de 3 años, dijeron el jueves funcionarios locales.
La bomba impactó entre el tercer y cuarto piso del edificio el miércoles por la noche, provocando un incendio, dijo el gobernador regional de Jarkov, Oleh Syniehubov. Los bomberos buscaban sobrevivientes entre el humo y los escombros.
La ciudad de Jarkov, a unos 30 kilómetros (18 millas) de la frontera rusa, ha sido un objetivo frecuente de ataques aéreos durante la guerra contra Rusia que ya está en su tercer año.
Cada vez más comunes en la guerra, las bombas planeadoras han aterrorizado a los civiles y han golpeado las defensas de primera línea del ejército ucraniano. Ucrania no tiene una contramedida efectiva para las bombas planeadoras, que se lanzan desde aviones rusos dentro de Rusia.
Fueron un arma clave en la captura por parte de Rusia de la ciudad tácticamente importante de Vuhledar el miércoles, mientras las fuerzas rusas causan destrucción en la región oriental de Donetsk y obligan a las cansadas tropas ucranianas a retirarse de las ciudades y pueblos arrasados.
El presidente de Ucrania, en una conferencia de prensa con Rutte, dijo que era correcto que Ucrania retirara sus fuerzas de Vuhledar para que pudieran vivir para luchar otro día. Anteriormente, dijo que el último ataque de Jarkov destacó la necesidad urgente de un mayor apoyo de los aliados occidentales de Ucrania.
Zelenski mantuvo recientemente conversaciones con funcionarios de los Estados Unidos en un esfuerzo por asegurar un mayor apoyo militar occidental.
Rusia ha tenido la iniciativa en el campo de batalla desde fines del año pasado, cuando una contraofensiva ucraniana fracasó. Ucrania se enfrenta a un problema crítico de personal en la línea del frente y se esfuerza por contener los ataques de Rusia.
Aunque las ganancias de Rusia en el campo de batalla han sido graduales, su constante avance se está acumulando a medida que los ucranianos se ven obligados a retroceder y ceder terreno.
Ambos bandos han mantenido ataques aéreos transfronterizos regulares, generalmente de noche.
La fuerza aérea de Ucrania dijo el jueves que 78 de los 105 drones Shahed lanzados por Rusia durante la noche fueron destruidos el jueves cuando 15 regiones del país fueron atacadas.
Mientras tanto, el ejército ruso interceptó 113 drones ucranianos durante la noche, según un comunicado del Ministerio de Defensa en Moscú. Los drones fueron destruidos en cuatro regiones rusas en la frontera con Ucrania: Belgorod, Briansk, Kursk y Voronezh, dijo.
