La empresa Rafaela Alimentos, que tiene dos frigoríficos en la localidad santafesina homónima y en Casilda, despidió en las últimas semanas a más de 70 empleados, a causa de la fuerte caída que vienen registrando las exportaciones y la venta de carne en el mercado interno. La mayoría de los trabajadores desafectados habían sido incorporados en septiembre y tenían contratos de tres meses, los cuales no fueron renovados.
Conclusión dialogó con el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria de la Carne de Casilda, Sixto Vallejos, quien precisó que en la planta de esta localidad unos 70 trabajadores perdieron sus puestos labores, de los cuales cerca de 55 eran contratados. En Rafaela, en tanto, habría entre 25 y 10 desvinculaciones.
“Para tranquilidad de todos, la mayoría de los despidos son de trabajadores que ingresaron en septiembre y se les terminó el contrato. Esta industria es cíclica y justo nos agarró la crisis de la exportación y la caída del consumo, pero la firma no está atravesando una crisis económica, sino que sigue invirtiendo. A fines de febrero o principios de marzo van a ser inaugurados los espacios para que Israel comience a producir carne, eso va a ayudar a abrir más merados y a retomar un montón de trabajadores”, completó el dirigente gremial.
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Vallejos, además, señaló que la empresa se comprometió ante el gremio a retomar, una vez que se reactive la producción –posiblemente en marzo–, a aquellos trabajadores cuyos contratos vencieron en diciembre, siempre y cuando los mismos hayan demostrado buena conducta y un perfil laboral en línea con lo que requiere la firma.
La planta de Casilda tenía cerca de 600 operarios, pero la empresa decidió desvincular a 70: de ellos, aproximadamente 55 tenían contratos que vencieron y no fueron renovados, mientras que los restantes fueron despedidos, algunos de ellos con causa. El dirigente gremial adelantó que en la fábrica quedan entre 10 y 15 empleados con contrato, quienes podrían ser desafectados en las próximas semanas.
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“Están trabajando dos o tres días a la semana, con muy poco volumen de producción y horas de trabajo. El 20 de diciembre todos los trabajadores van a salir de vacaciones, y está previsto que vuelvan el 6 de enero, aunque la licencia anual se podría prolongar una semana más”, adelantó Vallejos, dando cuenta así de que la planta de Casilda estará paralizada durante varios días.
El titular del Sindicato de la Carne detalló que entre julio y agosto creció la producción, por lo que el gremio sugirió que se tome personal para no sobrecargar a los trabajadores estables. Así fue la que empresa incorporó, en septiembre, a varios empleados, quienes ingresaron con un contrato de tres meses. “Ahora la planta de Casilda quedará con unos 500 operarios, no se va a tocar a ningún trabajador antiguo ni estable”, salvo que hagan algo grave y amerite un despido con causa, detalló el dirigente.
Al ser consultado por la actualidad que atraviesa el rubro de la carne, Vallejos observó: “La situación salarial del trabajador no es tan mala, más allá de que cada planta tiene salarios distintos por los incentivos que cada sindicato logra obtener. El consumo está totalmente caído, porque depende del poder adquisitivo que tiene la gente. Hoy mandamos sólo el 10% de lo que hasta hace unos meses enviábamos a provincias del norte, por ejemplo. Todos los volúmenes cayeron, es una situación complicada que viene desde hace varios meses”.
