El gobierno de Javier Milei y sus aliados del PRO sufrieron una durísima derrota parlamentaria que podría marcar un antes y un después en la dinámica legislativa que deberá enfrentar el Gobierno.
Radicales, peronistas, el pichettismo y representantes provinciales votaron juntos contra La Libertad Avanza y sus aliados PRO, logrando en la madrugada de este miércoles sancionar un aumento para los jubilados y una nueva fórmula de actualización de haberes con una aplastante mayoría de 160 votos, que los deja a sólo 11 de los dos tercios necesarios para rechazar un eventual veto del presidente Milei.
La situación podría tener una mayor repercusión política, en tanto que muestra a los "mercados" las limitaciones políticas del brutal ajuste que impulsa el oficialismo.
Una Jornada de Frenéticas Negociaciones
Durante todo el martes, la UCR y Unión por la Patria (UP) ultimaron detalles para juntar una holgada mayoría que permitiera aprobar un proyecto común. Este proyecto tenía como objetivo reparar la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron los jubilados por la devaluación de diciembre pasado y establecer un cálculo futuro que combine índice inflacionario y promedio salarial.
Las negociaciones se dieron con la sesión ya iniciada. Tras seis horas de debate, los diputados peronistas revisaban el texto que había devuelto el radicalismo, con negociaciones en pleno recinto. Los principales legisladores de las bancadas lideradas por Rodrigo De Loredo y Germán Martínez lograron un acuerdo político limando diferencias técnicas.
Impacto Político y Económico
La derrota oficialista, que cosechó apenas 70 votos, puede tener repercusiones en los mercados por mostrar un límite político claro al ajuste promovido por Milei. El impactante volumen de votos que obtuvo el proyecto, basado en el dictamen radical, fue un mensaje directo al corazón de la Casa Rosada, ya que Milei había prometido vetar cualquier iniciativa que pusiera en riesgo el "equilibrio fiscal".
Por otra parte, el radicalismo consideró atendible el reclamo del peronismo para excluir del proyecto la descapitalización del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de Anses, utilizado para afrontar juicios de jubilados y compensaciones a las cajas provinciales.
Reacciones y Declaraciones
Ricardo Herrera, peronista riojano, anunció: "Cambiamos nuestro dictamen para llegar a un acuerdo con otras bancadas" y agregó que "hemos puesto voluntad para encontrar una fórmula que le dé un piso de dignidad a los jubilados".
En la misma línea, Itai Hagman (UP) recordó que en la versión original de la Ley Ómnibus, el gobierno incluyó una fórmula que suspendía el cálculo y lo libraba a la discrecionalidad del gobierno.
María Eugenia Vidal (PRO), protagonizó uno de los rechazos más enérgicos al aumento a los jubilados. "Parece que el problema de las jubilaciones empezó hace seis meses", comenzó y, copiando el discurso de Milei, afirmó que en 2023 "el país quedó con un problema fiscal y cuasi fiscal de 15 puntos con reservas negativas".
Desafíos Futuros
El consenso alcanzado en la Cámara Baja es un reflejo de las alianzas que pueden formarse en el futuro.
El pichettista Nicolás Massot aseguró que "nadie quiere quebrar el equilibrio fiscal de nadie" y alertó que "se habla mucho de veto", recomendando a los libertarios que "pierdan cuidado" porque el Congreso cumpliría la función de "contrapeso".
Hacia el final del debate, Cristian Ritondo, líder del bloque PRO, lamentó "la nueva sociedad del radicalismo con el kirchnerismo" y concluyó: "dime con quién votas y te diré quién eres".
Mientras tanto, Germán Martínez reivindicó que el proyecto "establece un mecanismo para recuperar lo perdido" y abrió la puerta a repetir la mayoría con otras iniciativas.
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