Un grupo de dirigentes radicales de diversos lugares del país, entre ellos varios “históricos”, se reunieron el fin de semana en la ciudad de Santa Fe para reclamarle a la conducción del partido y sus principales referentes un cambio de rumbo y la construcción de un perfil claramente opositor al gobierno de Javier Milei, que caracterizaron como de “extrema derecha”.
El encuentro fue bajo la modalidad de “asamblea” y en condición de “autoconvocados” de la UCR. El titular del partido, el senador Martín Lousteau, estaba invitado pero no pudo asistir por un viaje al exterior.
Lousteau comparte con el gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, la militancia en el sector interno del radicalismo denominado Evolución.
En otros dirigentes de la UCR, participaron de la asamblea los históricos Luis «Changui» Cáceres, Federico Storani, Juan Manuel Casella, Antonio Sappia, María Luisa Storani, Carlos Becerra, Hernán Rossi y Alicia Tate.
También fueron de la partida referentes del brazo universitario Franja Morada, la Juventud Radical y la Organización de Trabajadores Radicales (OTR).
Distribuir la riqueza
Al término del encuentro, la Asamblea difundió un documento en el que reafirmaron «los principios y valores históricos del radicalismo como forma de abordar los problemas del país, reivindicando la solidaridad como valor de convivencia social, la calidad institucional como presupuesto del desarrollo económico y la reivindicación del rol del Estado como garante de la distribución de la riqueza y la justicia social”. Es decir, una agenda que, para el presidente Javier Milei, es la del “comunismo”.
Los radicales autoconvocados apuntaron al vínculo de Milei con “los factores de poder económico” como reemplazo al sistema legislativo, al rechazar “la pretensión del presidente y los factores de poder económico que lo sostienen, de reemplazar el sistema parlamentario y las competencias y atribuciones del Congreso de la Nación por la arbitrariedad del decreto presidencial y del veto”.
“La democracia, el estado de derecho y la defensa irrestricta de los derechos humanos constituyen el fundamento del contrato social y, como tal, son valores no negociables del radicalismo”, sostuvieron en el documento emitido luego del encuentro en la capital de la provincia.
“Todo acuerdo político o electoral debe salvaguardar esos fundamentos”, añadieron, para expresar su repudio “a la ofensiva del Gobierno nacional en contra de las conquistas obtenidas con años de lucha en materia de género y derechos sociales, muchos de ellos iniciativas del radicalismo».
En la misma línea, hicieron hincapié en la necesidad de “que los dirigentes políticos actúen con vocación y transparencia y no por intereses personales o sectoriales”, como el apoyo a «las expresiones surgidas en el bloque de Diputados de la UCR ‘Democracia para siempre’, con claras posiciones opositoras, que vienen protagonizando en defensa de los intereses populares”.
Mensaje a la conducción
A la vez, los presentes también se dirigieron a la conducción partidaria de la UCR, que quedó tensionada tras la asunción de Milei entre aquellos que ejercen una presunta oposición “amigable” y quienes adoptar una distancia mayor de las políticas de La Libertad Avanza (LLA).
Así, resolvieron «constituir una Junta Promotora con el objeto de impulsar un movimiento nacional expresando la voluntad de esta Asamblea de recuperar las banderas históricas de la UCR, reivindicando nuestro rol opositor porque expresamos las antípodas de lo que pretende representar el gobierno nacional, que se ubica en una tendencia global de extrema derecha«.
A la vez, instaron “a las autoridades de nuestro partido a poner en funcionamiento los cuerpos orgánicos, con la finalidad de debatir la posición de la UCR ante la realidad política actual, y adoptar las acciones que tiendan a recuperar el protagonismo y asumir el rol opositor para ser alternativa de gobierno”.