En el equipo económico del Gobierno se siguen analizando las medidas para evitar un problema con los dólares que, a partir del próximo 24 de diciembre, como regalo de navidad, está previsto por ley el fin del Impuesto País.
Con el valor minorista, que marcó el viernes pasado $1.002,50 en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), el llamado dólar tarjeta o dólar turista, que incluye un recargo del 30% por el Impuesto País y otro 30% a cuenta de los impuestos a las Ganancias y Bienes Personales, alcanzó los $1.635,20. Sin embargo, esto cambiará próximamente debido a la eliminación del Impuesto País, que ocurrirá fines de diciembre. Desde esa fecha, el recargo aplicado al dólar tarjeta disminuirá al 30%, correspondiente únicamente al adelanto a cuenta de Ganancias y Bienes Personales.
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Según las proyecciones en el mercado de futuros, el contrato del dólar mayorista con vencimiento al 31 de diciembre se pactaba el viernes pasado a $1.040. Esto sugiere que, si la cotización mayorista alcanzara ese nivel al cierre del año, el dólar minorista del Banco Nación podría ubicarse en torno a $1.060,23. Sobre esa base, el dólar turista al finalizar el 2024 llegaría a $1.696,36. No obstante, al iniciar el 2025, con la eliminación del Impuesto País, este valor se reduciría a aproximadamente $1.378,29, una disminución importante pero insuficiente para competir con otras opciones cambiarias más económicas.
Desde el Gobierno confían en que, con la eliminación del recargo del 30%, el uso del dólar tarjeta se volverá más competitivo. Sin embargo, advierten que esto depende de la estabilidad del dólar MEP y de la percepción de los consumidores sobre cuál opción es más conveniente para pagar consumos en el exterior o cancelar saldos de tarjetas en moneda extranjera.
El cálculo del dólar turista o tarjeta en enero de 2025 revela que, aunque este sea más económico que en diciembre, todavía no igualará el nivel competitivo del dólar MEP. Esta diferencia podría consolidarse como un desafío para las autoridades económicas, en particular porque el uso del dólar tarjeta depende no solo de las tarifas oficiales, sino también de los costos adicionales impuestos por las tarjetas y la disponibilidad de divisas en el mercado oficial.
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En análisis
El fin del Impuesto País no está exento de discusiones dentro del gabinete económico del Gobierno. La posición oficial se debate entre la posibilidad de dejar que caiga el recargo de 30 puntos o de reemplazarlo por algún otro castigo a los pagos en moneda extranjera con dólar oficial.
Pese al veranito financiero y a la baja de las cotizaciones financieras del dólar, hay sectores que se inclinan por subir las percepciones a cuenta de Ganancias y Bienes Personales para mantener una amplia brecha entre el dólar tarjeta y el dólar MEP. La idea así es mantener el incentivo para que los consumidores compren dólares financieros y los utilicen para cancelar sus gastos en moneda extranjera en forma más económica, sin usar reservas del Banco Central.
Con un dólar MEP debajo de los $1.100 y un dólar turista, sin Impuesto País, cercano a los $1.400 la brecha entre las dos cotizaciones sigue pareciendo suficiente en la opinión de algunos otros funcionarios.
Como sea, el Gobierno va a vigilar de cerca los flujos de dólares. La lógica es “no rifar las reservas” del Banco Central (BCRA). En este sentido, al menos hasta ahora, los debates dentro del ejecutivo parecen inclinarse por no modificar nada y dejar que el dólar turista se abarate y, si con ello se dispara la salida de divisas a través de pagos con tarjeta o consumos en el exterior, analizar medidas para desincentivarlo.