En un contexto de profundo desprecio por parte del Gobierno nacional contra los adultos mayores, negándoles derechos y recortándole el acceso a prestaciones básicas, siempre son saludables los espacios donde se los considera, se los tiene en cuenta como sujeto social, se los visibiliza y dignifica, como seres con una gran cantidad de enseñanzas y experiencias para compartir y seguir aportando a un mundo cada vez más fragmentado, con marcada tendencia al individualismo y el ‘sálvese quien pueda’.
Es por eso que, en medio de esta realidad compleja y avasallante, se realizará en Rosario un nuevo curso de cuidadores comunitarios e institucionales de personas mayores, con el propósito de formar profesionales aptos para poder atender sus necesidades en esa etapa de la vida, donde más necesitan del otro: una caricia, un mimo al alma y un profundo de gesto de amor para con uno de los sectores más vulnerables y muchas veces olvidados por el común de la sociedad y, ni que hablar, la política en general.
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El mismo comienza este martes 8 de octubre y se desarrollará en la Asociación de Empleados de Comercio (AEC) (Corrientes 462). Está orientado a quienes tengan la vocación y el deseo de poder brindarse, entregarse, desde al afecto y el deseo genuino hacia el otro.
Al respecto, en diálogo con Conclusión, Claudia Biassi, directora académica de la formación de cuidador comunitario e institucional de personas mayores, comentó que «es el curso número once, inicia el martes 8, a las 14. La primera clase va a ser en el teatro».
«Deseamos y necesitamos formar a aquel que está dentro del domicilio, de la organización comunitaria como un centro de jubilados. Nuestros geriátricos necesitan profesionales para el cuidado», agregó
«Estamos muy contentos, los invitamos a participar, tiene algunos requisitos como la edad: entre mayores de 18 años y menores de 60. La escolaridad primaria debe estar completa y tienen que venir todos los días de 9 a 18, en Corrientes 462, en la Asociación Empleados de Comercio (planta alta), para hacer el registro de esta inscripción«, informó sobre la forma de anotarse para el mismo.
«Es un curso gratuito, que tiene dos grandes ejes. El primero es la certificación oficial del Gobierno de Santa Fe, a través del área de empleo, sumándose a la cooperativa de nuestros cuidadores de AEC, que es quien genera el espacios y sostiene el curso, también junto a la Federación de Organizaciones de Personas Mayores (FRAPAM)», añadió.
«Estamos armando un polo gerontológico, donde nuestro eje es la persona mayor, profesionalizando a quien lo va a cuidar. Invitamos a los afiliados de este espacio y a la comunidad en general», especificó sobre el objetivo del curso.
«Nuestros cursos son abiertos, amplios, convocantes, somos muchos quienes nos presentamos y queremos formarnos. Tenemos una gran característica: la idoneidad, muchos profesionales especializados en el arte del trabajo con la persona mayor», elogió sobre el equipo de trabajo.
«Trabajo social, derecho, geriatras, arquitectos, tenemos un especialista en derecho que es mediador y nos da el módulo de movimiento y cuerpo, que es teatro. También tenemos la disciplina de odontología geriátrica, porque un cuidador tiene que saber hacer el trabajo de boca de una persona mayor. Ese es un eje fundamental para nosotros», describió sobre las distintas tareas a profundizar.
«Muchos profesionales de distintas áreas van a trabajar con ese cuidador. Nuestro éxito se basa en cuidar al cuidador. Si el cuidador no está formado, no tiene una mirada integral de una humanidad que lo trascienda, no va a poder cuidar a otro», soslayó sobre el profesional que pretenden formar.
«Aquel que se siente pleno de cuidar el otro, esa entrega tan difícil, lo invitamos a formarse y profesionalizarse con nosotros», invitó.
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«La cursada es martes, miércoles y jueves, de 14 a 17, comienza este martes y culmina el 5 de diciembre, es una corte intensiva. Nuestro mayor deseo es que compartan nuestros objetivos, para tener una sociedad para todos», informó sobre la duración y los días de cursado.
Consultada sobre el trabajo de la cooperativa, mencionó que «es un éxito impensado, con muchos años de experiencia en el campo gerontológico. No creo que haya otra cooperativa con casi 100 trabajadores formados profesionalmente, muchos domicilios en Rosario. El espacio nos permitió armar un proyecto, que está a cargo de una trabajadora social, es un detalle diferencial».
«Su mirada es distinta a quien puede gestionar como un comercio u empresa, hay una humanidad que la trasciende cuando mira al otro», diferenció sobre la forma de dictado.
«Un equipo de administración que dejó de ser el típico ‘cumplo y me voy’ a ponerse la camiseta. Los cuidadores están formados por nosotros, es un privilegio trabajar con las personas a quienes vos formás. Terminamos enamorados del proyecto», concluyó.
