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Opinión del Lector

Alexander Graham Bell: el padre del teléfono y abuelo de los celulares

José Narosky

Por José Narosky

El escocés nacido en 1847 patentó en 1876 en Nueva York, Estados Unidos, el invento que revolucionó el mundo. También descubrió un sistema para obtener agua por condensación y creó un método para localizar icebergs mediante el eco, entre otros hallazgos científicos.

“Las puertas sólo se abren para quien gira el picaporte”. A las dos de la tarde de un 14 de febrero de 1876 entró un hombre en la oficina de patentes de New York. "Vengo a patentar un aparato que puede transmitir sonidos a varios kilómetros de distancia", dijo. "Llene esta solicitud", le repondió el empleado, sin darle demasiada importancia.

El recién llegado, un hombre alto de 1,80 metro de estatura, cabello oscuro y ondeado, estampó su nombre en la solicitud: Alexander Graham Bell. Nacionalidad: escocés. Profesión: doctor en física. Fecha de nacimiento: 3 de marzo de 1847.

Se estaba patentando un aparato que revolucionaría las comunicaciones. Estaba naciendo el teléfono. Había logrado hasta ese momento que su aparato trasmitiera solamente sonidos, pero no palabras.

Un mes después, marzo de 1876, el científico estaba trabajando en su laboratorio en la universidad de Boston, donde era profesor de fisiología vocal. Su padre había creado un sistema para enseñanza de sordomudos. El hijo, lo estaba perfeccionando.

En un momento dado, su ayudante, Thomas Watson, estaba en otra parte del amplio edificio a unos 200 metros de distancia, cuando oyó, sin esperarlo, la voz suave de Graham Bell, conversando con una persona.

¡Esa voz provenía del aparato para los sonidos! Nuestro científico no hablaba a través del mismo. El artefacto estaba accidentalmente cerca suyo. El ayudante estaba trabajando con un caño, dentro del cual había un cable eléctrico. De este, salía una especie de bocina, que el ayudante apoyó en su oído, al oír la voz del científico, Watson no podía creerlo.

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