Por Marcial Amiel
Axel Kicillof calificó la represión como “feroz, ilegal y premeditada”. Para la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), el operativo dirigido por la ministra Patricia Bullrich fue “desproporcionado” y "el más violento desde el 2001". Roberto Ferrari, miembro del Grupo de Curas en Opción por los Pobres le escribió una carta abierta al policía que golpeó en la cabeza, hasta hacerla caer y desvanecer, a una mujer de 87 años.
Los hechos de violencia ocurridos en la jornada del miércoles, encabezados por las fuerzas represivas en las calles aledañas al Congreso y por los diputados oficialistas al interior del Palacio Legislativo, generaron toda clase de declaraciones de rechazo entre los dirigentes de la provincia.
“La represión que se vivió hoy fue completamente feroz, ilegal y premeditada. Una descarga de violencia sobre jubilados y ciudadanos que protestaban contra el ajuste. Lo de hoy es un atentado contra derechos esenciales de la democracia. Mientras un fotógrafo lucha por su vida, los voceros del gobierno mienten, justifican la violencia y difunden el odio. Hay que ponerle un límite urgente a este desenfreno autoritario”, publicó el gobernador en su cuenta de X, pasadas las 11 de la noche.
Desde entonces, y durante toda la jornada del jueves, como ya había ocurrido con $LIBRA, la usina de trolls del oficialismo perdió la disputa por la agenda de esa red social. Los principales hashtags fueron #RenunciaBullrich, #Pablogrillo y #Cacerolazo. Muy atrás quedó #Golpedeestado, el intento del gobierno por tergiversar lo ocurrido.
Ya en la jornada del jueves, mientras las centrales sindicales anunciaron que se sumarán al reclamo el miércoles próximo y exigen la renuncia inmediata de Bullrich, los bloques de diputados y senadores del peronismo y aliados emitieron un comunicado conjunto titulado "La violencia avanza, la libertad retrocede: cada día menos democracia".
En el extenso texto, de seis páginas, afirman que "un gobierno no es democrático porque gana una elección. Es democrático porque en el ejercicio del poder respeta la Constitución Nacional y el estado de derecho. El gobierno está en apuros, no puede sostener la mentira del déficit cero y el relato de que estabilizaron la economía. El presidente se ahoga en sus mentiras, gritos e insultos".
La Comisión Provincial por a Memoria (CPM) integra la Red Nacional de Prevención de la Tortura en calidad de mecanismo de prevención a nivel provincial, según lo establecido en la Ley Nacional 26827, y audita los procedimientos de seguridad frente a la protesta social.
Mientras trabaja en la confección de un informe exhaustivo, que luego elevará a legisladores y funcionarios, la CPM publicó un texto titulado "La más violenta represión de Milei". El título ya dice mucho: los propios funcionarios de la CPM fueron atacados con balas de goma durante la represión de la marcha contra la fallida primera ley de bases, en enero de 2024.
"Un operativo desproporcionado: miles de efectivos de Gendarmería y Policía Federal, desataron, apenas iniciada la movilización, la más cruenta represión contra los jubilados. En un intento por controlar las calles aledañas al Congreso y desalojar la Plaza, las fuerzas represivas tiraron gas pimienta y balas de goma, golpearon, empujaron, y avanzaron con tanques hidrantes contra los manifestantes. Las imágenes son elocuentes y muestran una represión feroz como nunca se había visto hasta ahora desde que comenzó el gobierno de Javier Milei", afirman.
Cómo mueren las democracias
El libro "Cómo mueren las democracias", de los politólogos de Harvard Steven Levitsky y Daniel Ziblat, data de 2018 y es anterior a Milei. Pero las descripciones que hacen del primer mandato de Donald Trump y las conclusiones generales que establecen son muy válidas para comprender lo que viene ocurriendo en Argentina.
Allí sostienen que, a diferencia de lo que ocurría en el siglo pasado, las democracias no mueren por un hecho disruptivo, como podrían ser las fuerzas armadas tomando el palacio. Ahora mueren de manera lenta y gradual, son dañadas desde adentro por personajes que llegan al poder por los votos pero corroen las instituciones con su práctica cotidiana.
Entre los múltiples aspectos que señalan como ejemplo, hay dos que coinciden con lo ocurrido ayer: la represión a la protesta y el desprecio por los otros poderes de la democracia, en este caso el legislativo. A la vez, esto debe inscribirse en una cadena de hechos recientes, como el nombramiento de un juez por decreto y la amenaza de intervenir la provincia.
Si Milei al inicio de su mandato se miraba en el espejo de Carlos Menem, desde su participación en la criptoestafa su imagen se parece más a la de otro presidente contemporáneo: el peruano Alberto Fujimori. Académico sin experiencia política, antes de que cerrara el congreso y concentrara todo el poder, Fujimori también era despreciado por el sistema político, que lo consideraba un payaso.