Por Tona Galvaliz
Cuenta la leyenda que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
-Buenos días, dijo la mentira.
-Buenos días, contestó la verdad.
-Hermoso día, dijo la mentira.
Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso día, dijo entonces la verdad.
-Aún más hermoso está el lago, dijo la mentira.
La verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el agua y dijo:
-El agua está aún más hermosa, nademos.
La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se quitaron las ropas y nadaron.
Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira, comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.
Es así como, aún hoy en día, la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad desnuda. Autor Anónimo.
El peor virus social “La mentira” que socava la confianza y la libertad.
Vivimos la sociedad de la post verdad, la mentira, el engaño dos caras de la misma moneda, devaluándose diariamente el “Valor de la Verdad”.
Una persona que “falta a la verdad”, pero que no es consciente de estar haciéndolo, no estaría mintiendo, sino que está exponiendo su propio error; no se puede mentir por error ni inconscientemente.
Mentir es afirmar como verdadero algo que la persona sabe, cree o piensa que es falso, palabras que se emiten voluntaria y deliberadamente.
Wikipedia define la mentira como: Una declaración realizada por alguien que sabe, cree o sospecha que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, de forma que se oculte la realidad o la verdad en forma parcial o total. Implica falsear intencionalmente y conscientemente la verdad.
¿Mentir es una característica intrínseca de la naturaleza humana?
Las personas desarrollamos la capacidad de mentir alrededor de los 5 años de edad, antes no.
A los 5 años, los niños comprenden que lo que ellos saben o perciben puede ser diferente de lo que saben los demás, por lo que son capaces de manipular la información.
Mienten para evitar alguna consecuencia negativa: algún castigo, recriminación etc.
Los niños pueden empezar a mentir para competir en igualdad de condiciones con quienes lo rodean, llegando en ocasiones a pensar que no compensa decir siempre la verdad, y que los que mienten llevan ventaja, pues muchas veces estos niños no son descubiertos, repitiendo mentir a escalas mayores por el resto de su vida.
En cambio, en los niños más pequeños no tiene cabida el concepto de mentira. Creen que “lo que saben o piensan” todo el mundo piensa igual.
Uno de los aspectos más interesantes en el acto de mentir es la capacidad de mentirnos a nosotros mismos “El autoengaño”; modificar la interpretación de la realidad acomodándola a intereses particulares.
Cada día oímos o leemos más de 200 mentiras; por distintos motivos, todo el mundo miente, ya sea a través de mentiras piadosas que en definitiva son mentiras.
Dato curioso: Tali Sharot, profesora de neurociencia del University College de Londres, realizó un estudio en el que halló que al mentir usamos zonas del cerebro distintas de las que empleamos para decir la verdad, y que cuanto más mentimos, más se adaptan estas zonas y menos culpa genera mentir. Y, al mentir de forma sistemática, hay menos sensibilidad a remordimientos, al punto que éstos desaparecen.
¿Por qué se miente y qué hay detrás de las mentiras? Son muchas las razones:
Perturbaciones en la personalidad. Enfermedades mentales ej. Psicópata, Psicosis, Delirio, Mitomanía etc.
Por miedo, para protegerse, para quedar bien, para evitar un castigo o reproche, para esconder otra mentira, para conseguir algo de los demás, por venganza o por piedad; para no perder ciertos derechos, para dar una mejor imagen de sí misma, para no ofender o hacer sufrir a otras personas con la verdad, porque no saben o no pueden decir que no, para postergar decisiones, por temor al rechazo, cuando cree que compensa algo, cuando cree que gana algo haciéndolo, para llamar la atención, interés, baja autoestima y confianza, complejos de superioridad o inferioridad, necesidad de aprobación, adaptarse al entorno social, poca consciencia y responsabilidad.
El triunfo es de la Verdad que siempre sale a la luz y triunfa por sí misma; la mentira necesita permanentemente de complicidad. EPICTETO
Es posible llevar una vida virtuosa, coherente, honesta y sin mentiras, sembrando verdad, cosechando confianza, paz y libertad.
Te mando un beso Inmenso.
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