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Opinión del Lector

Del horóscopo a la encuesta

Raquel Garzón

Por Raquel Garzón

"Usted sí tendrá hijos: dos", afirmó el quiromántico, respondiendo una pregunta interior que yo no había formulado. El episodio tiene más de 20 años. Sucedió en un restaurante del Bajo porteño, que algunas noches ofrecía "Lectura de manos" como amenity esotérica. Salí convencida de que ese hombre podía leer la mente.

"Lo oculto en las colecciones del Museo Thyssen-Bornemisza", una exhibición temporal abierta en Madrid hasta el 24 de septiembre, se adentra en lo desconocido y sus mensajes cifrados. Con curaduría de Guillermo Solana, ofrece un paseo razonado por 60 obras que dan cuenta de la preocupación, inspiración o contactos que distintos artistas y épocas tuvieron con alguna de las siete rutas del esoterismo que ordenan la serie, de la alquimia a los sueños.

Hay sorpresas recientes como el ojo escondido entre los pliegues de un sudario en "La Piedad", de Ribera, un cuadro del siglo XVII. Inadvertido por centurias, ese ojo fue descubierto hace meses por una oficial de sala y su sentido, que una teoría asocia con el temor de Satán ante el nazareno, aún se estudia.

Otro caso es el de la carta astral que incluyó en 1542 en un lugar destacado del retrato de Matthäus Schwarz, el pintor bávaro Christoph Amberger, dando idea del peso que asignaba a la posición y movimientos de los astros el retratado (un "Piscis ascendente en Piscis", con interés por el conocimiento y la moda, según explica el astrólogo Vicente Cassanya, en el atractivo recorrido virtual de la muestra, que conduce el ilusionista Luis Piedrahita).

Bramantino nos dejó su versión de Cristo resucitado bajo la luna, a contrapelo del uso de representarlo al amanecer, y 500 años después, en 1925, Georgia O'Keeffe alineó en una calle de Nueva York luna-farol-semáforo en rojo, emulando una "sifigia", conjunción cósmica de tres astros que incidirían en las mareas y los destinos.

El deseo de conocer el futuro auspicia decenas de encuestas de opinión, que bien podrían listarse como manifestaciones de la "ocultura" o cultura de lo oculto. Si sólo responde uno de cada 10 consultados (dato revelado tras las previsiones fallidas de las PASO en Santa Fe), la ciencia se diluye en el albur y leer sondeos preelectorales se parece cada vez más a la costumbre de consultar el horóscopo. Cada uno escoja en qué creer.

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