Por Eric Nepomuceno
A la absurda lentitud del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro para empezar las búsquedas del indigenista brasileño Bruno Pereira y el periodista británico Dom Phillips, se suma ahora la agobiante demora en confirmar la identidad de dos cadáveres encontrados en la región de su desaparición. Los dos desaparecieron o fueron desaparecidos el domingo cinco de junio. Pasaron ocho jornadas sin aclarar nada.
Son días de tensión para quien acompaña la tragedia y de agonía sin límites para los familiares de los dos. Se sabe que el domingo fue encontrada, atada a un árbol sumergido, una mochila con pertenencias de Pereira. También se encontraron la mochila, ropas y un par de botas de Phillips. Hay confirmación de la Policía Federal indicando que en el barco del principal sospechoso, Amarildo Oliveira, fueron detectadas marcas de sangre. Ahora también se informa que se encontraron vísceras en el agua.
¿Cuánto tiempo se necesita para saber si de sangre humano o de algún otro animal? ¿Y para identificar marcas de sangre con el ADN de familiares de las víctimas? ¿Cuánto tiempo lleva concluir si las vísceras eran de humanos? Las vísceras están desde el jueves bajo “riguroso análisis” de “especialistas” de la Policía Federal.
Ayer se informó oficialmente que dos cadáveres fueron encontrados, pero no se sabe la identidad de las víctimas.
Familiares de Dom Phillips fueron avisados por la embajada brasileña en Londres del hallazgo de los cuerpos. En Brasil, la esposa de Bruno Pereira exigió explicaciones a la Policía Federal, sin obtener otra respuesta que un comunicado general y vacío.
Ayer, el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro se refirió a los dos desaparecidos, a quien anteriormente ya había clasificado como “aventureros”. Dijo que hay “indicios” de que Phillips y Pereira han sufrido “alguna maldad”. También afirmó que será “muy difícil encontrarlos con vida”. De paso, criticó a Luis Roberto Barroso, integrante del Supremo Tribunal Federal que impuso un plazo de cinco días para que las autoridades involucradas en el caso presenten un informe “con todas las medidas adoptadas y las informaciones obtenidas”. Bolsonaro alegó que hay miles y miles de desaparecidos en Brasil, pero que Barroso se preocupa solamente “con esos dos”.
Tiene razón el ultraderechista: hay miles de desaparecidos en el país, pero dos, y solamente dos, desaparecieron en un área de supuesta protección a indigenas tomada por criminales fuertemente incentivados por el gobierno del más abyecto presidente de la historia brasileña.