Por Sebastián García
El papa Francisco va a llevar su vida como sucesor de Pedro hasta que no pueda más. Será uno más de los Papas del “no doy más”. De la misma manera y por razones parecidas, nunca regresó a su país.
Si uno quiere encontrarse con el papa Francisco, no tiene que ir a Roma. Tiene que ir por ejemplo a la Villa 21-24 de Barracas y la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé o Villa Soldati o Villa 31.
Dos cosas he repetido en los últimos cuatro años por lo menos en reuniones de Consejos, Comisiones, Asambleas y Encuentros de todo tipo entre curas, consagrados y laicos: personalmente creo que el papa Francisco nunca va a renunciar y nunca va a regresar a la Argentina, su país natal y patria de sus amores.
Alguno podrá decirme qué oportunista puedo ser al escribir esto cuando el Papa está hospitalizado y con transfusiones, insuficiencia renal, asma y oxígeno. Está bien. Más a mi favor. El que pretende que hubiese renunciado, es porque no lo conoce. Tampoco lo hace quien piensa que hubiese podido volver a su patria.