Por Tona Galvaliz
Nuestras emociones son contundentes; la calidad de vida que llevemos estará en relación al tipo de gestión que realicemos.
Siendo seres emocionales conocer y gestionar adecuadamente nuestras emociones y profundizar en desplegar nuestra Inteligencia Emocional es fundamental, esto contribuye con una apropiada gestión frente a las situaciones que nos tocan vivir.
La gestión emocional trata de administrar asertivamente un conjunto de habilidades psicológicas que se aprenden y desarrollan a través del aprendizaje.
Este conjunto de habilidades psicológicas, son aptitudes y capacidades para guiar convenientemente nuestra forma de pensar y conseguir que nuestro comportamiento sea efectivo y eficaz.
La gestión emocional nos permitirá alcanzar estabilidad, disminuir tensiones, estrés, desequilibrios, reducir el nivel de frustración y presión frente a la adversidad, apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones y entender las de los demás, también refuerza la confianza personal, la empatía.
Son muchos los beneficios de una buena gestión emocional, estos permiten: mejorar nuestra salud, ser más felices, llevar una vida optima y proactiva, adaptarnos mejor a la vida, tomar decisiones acertadas, comunicarnos eficazmente, evitar conflictos innecesarios, trabajar en equipo de manera colaborativa.
En definitiva, promueve lograr una autogestión o autorregulación recuperando nuestro equilibrio y estabilidad, restablecimiento la HOMEOSTASIS.
¿Qué son las emociones? Son estados afectivos que generamos, son el combustible para actuar; tienen una función adaptativa de supervivencia y nos ayudan a adecuarnos al mundo que nos rodea.
Son descargas energéticas simpáticas / involuntarias que, bajo determinados estímulos producen efectos que se traducen en estados afectivos.
Las descargas energéticas serían las reacciones involuntarias, producidos por pensamientos, por creencias que, disponen el ORDEN de nuestros sentimientos guiando la conducta a llevar a cabo.
Dependiendo de las interpretaciones que hagamos de las situaciones que vivimos, las emociones nos dictan el tipo de comportamiento necesario a desarrollar para satisfacer las demandas.
Cada emoción tiene su especifica morfología energética y función. Por su parte, nuestro cerebro recibe los estímulos externos a través de los sentidos, estos estímulos son recibidos por el Tálamo (estación de distribución nerviosa) ubicado en la parte media del cerebro, es el secretario del cerebro, lleva la información recibida por dos vías:
Una más larga va a la parte “pensante” del cerebro. Otra más corta va a la parte “emocional”, la parte emocional es regulada por la amígdala, glándula pequeña en forma de almendra.
Esta glándula pequeña, se encarga de detectar amenazas y peligros, es un centinela psicológico encargado de afrontar amenazas y, si las encuentra automáticamente DISPARA UNA ALARMA, en donde el cerebro cierra todos sus circuitos neuronales, con funciones específicas ej. reflexionar, discernir etc. NO NECESARIOS PARA LA SUPERVIVENCIA con la intención de garantizar la vida y, frente al peligro dispone a la persona a atacar, huir o pasar inadvertido únicamente.
Si no se realiza una buena gestión podemos caer en el SECUESTRO EMOCIONAL, que podría explicar de qué se trata en otra nota si me lo piden.
Las emociones son fundamentales en la correcta toma de decisiones, en una apropiada adaptación y respuesta a la realidad tal cual se presenta.
Asimismo es única la manera en que cada persona experimenta las emociones, y lo que hace la diferencia está en la manera particular de interpretar los hechos, o sea como subjetivamos la realidad, las expectativas y deseos que se tiene, las experiencias previas y el autoconocimiento todo es determinante, e influye en la manera de gestión emocional y se traslada a nuestro comportamiento.
Saber que nuestra conducta es funcional a una situación específica enmarcada dentro de un contexto dinámico (texto y contexto) con la finalidad de resolver TENSIONES y lograr objetivos o necesidades.
Teniendo claro que la conducta es la forma particular que la persona tiene para relacionarse con el mundo, o sea que representa la particular manera de Responder o de Reaccionar ante cada situación.
SEÑAL de alarma es la ANSIEDAD, siendo producto de tensiones que:
Desequilibra apareciendo una DESORGANIZACION en la estructura Bio - Psíquica – Emocional – Mental y Energética.
A MAYOR DESEQUILIBRIO emocional MAYOR TENSION Y ANSIEDAD.
“Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos y emociones, mejor podremos leer los de los demás. -Daniel Goleman-
Te mando un beso inmenso TG.
Biodecodificación – Coaching Sistémico – Counselor -LogoTerapeuta- Análisis Existencial-Programación Neuro Lingüística PNL- Speaker.
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