Por GUSTAVO CANZOBRE
Nuestro país cuenta con la primera institución americana y de habla hispana reconocida como “Institución Habilitada” por el YCB (Junta de Certificación del Yoga, creada por el Ministerio de Ayush de la India -que desde 2014 regula la enseñanza y práctica de las disciplinas del yoga y las diversas medicinas que se practican en el país-) para preparar profesores en base a sus estándares y presentar a sus egresados para que accedan, desde Argentina, a una certificación internacional.
El yoga es celebrado desde 2014 como Patrimonio de la Humanidad, no como una legendaria disciplina de la India, y desde 2016 la UNESCO lo ha reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Sin dudas, fueron distinciones importantes para su difusión en todo el mundo, aunque es preciso recordar que la historia de la Argentina con el yoga - y la India - es mucho más antigua.
Ya en la segunda mitad del siglo XIX, grandes intelectuales y literatos de nuestro país comulgaban con las ideas y las prácticas de esta milenaria sabiduría. Un ejemplo de ello fue la reseña del Ramayana, una de las épicas más antiguas de la cultura hindú, revisionada por primera vez en español por Lucio Vicente López, en 1869, en dos números de “La revista de Buenos Aires”. A partir de allí, nombres como Leopoldo Lugones, Arturo Capdevila, José Ingenieros, Alfredo Palacios, Joaquín V. González y Ricardo Guiraldes, solo por mencionar algunos, encontraron solaz e inspiración en la India.
Es que el yoga representa un enfoque holístico de la salud, el bienestar y el equilibrio de nuestra mente, cuerpo y alma. Es una forma de descubrir un sentido de unidad con uno mismo, con la naturaleza, el mundo y la divinidad.
Sus numerosos beneficios se expresan en la diversidad de su práctica: Hatha yoga, meditación, y yoga devocional han resultado en una oleada de personas que lo han adoptado en todo el mundo.
Además, su rol ha sido central durante la pandemia, no sólo como salvavidas en medio de las dificultades, sino desempeñando un papel fundamental en la salud preventiva y de rehabilitación de los sobrevivientes del Covid.
En este contexto, el Ministerio de Ayush de la India -que desde 2014 regula la enseñanza y práctica de las disciplinas del yoga y las diversas medicinas que se practican en India (Ayurveda, Unani, Sidha y Homeopatía)- creó la Junta de Certificación del Yoga (YCB por su sigla en inglés), cuyos objetivos principales son:
• Promover el yoga como un medio para promover la salud holística y los valores humanos.
• Promover el yoga como una habilidad profesional.
• Desarrollar estándares y parámetros, evaluar competencias y certificar Profesionales de Yoga para diferentes niveles.
• Crear estándares y parámetros, evaluar competencias y acreditar escuelas, instituciones y centros de yoga.
• Traer uniformidad y estándares a los cursos de yoga llevados a cabo en India y el mundo.
• Colaborar con organismos nacionales e internacionales para la promoción del yoga.
En la actualidad, la Junta de Certificación del Yoga se ha convertido en una organización creíble que no sólo promueve la tradición clásica de la actividad, sino que también sirve como catalizador para hacer del yoga un sector organizado, apoyando a las personas en la selección de instructores e instituciones a los que recurrir a la hora de capacitarse.
Los estudiantes que siguen programas en instituciones acreditados por la YCB, y que poseen conocimientos y habilidades en la tradición clásica del yoga, pueden ser elegidos para la certificación de parte de la Junta.
A partir de este año, Argentina cuenta con la primera institución americana y de habla hispana reconocida como “Institución Habilitada” por el YCB para preparar profesores en base a sus estándares y presentar a sus egresados para que accedan, desde Argentina, a una certificación internacional.
Es motivo de gran orgullo para la Argentina y toda la región que la Fundación Hastinapura, una institución de origen argentino, haya sido acreditada en 2022 por la Junta de Certificación de Yoga, del Ministerio de Ayush de la India.
La presentación en sociedad de tan importante reconocimiento se realizó el pasado 2 de diciembre en la sede central de la Fundación, con la presencia del Sr. Embajador de la India, Dinesh Bhatia y en medio de numerosos mensajes de apoyo recibidos desde ese país.
La comunidad del yoga en la Argentina colmó la sala, escuchando las particularidades y alcances que tendrá la importante certificación, en un intercambio de información que el próximo viernes 9 de diciembre, desde las 19, se ampliará a los profesores interesados en la sede de la Fundación Hastinapura, en Riobamba 1020, de CABA (ayush@hastinapura.org.ar)
El histórico reconocimiento a la Fundación Hastinapura - reitero, el primero de este tipo a una institución americana y de habla hispana – se produjo justamente en 2022, un año que se celebra bajo el lema “Yoga para la Humanidad”, reivindicándolo como un movimiento global hacia un mañana más saludable y feliz, y mostrando su enorme capacidad de unión para construir conversaciones positivas entre comunidades de todo el mundo. Se trata de ecos eternamente vigentes de un principio de la literatura védica, una de las más antiguas del mundo, que reza en sánscrito “vasudev kutumbakam” es decir “el mundo entero es una sola familia”.
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