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Opinión del Lector

La envidia -Desarrollo Humano-

María Antonia Galvaliz

Por María Antonia Galvaliz

Las mentes pequeñas y envidiosas hablan de los demás; las mentes mediocres hablan de eventos, las mentes grandes e inspiradas hablan de ideas y proyectos.

“Grande es quien para brillar no necesita apagar la luz de los demás".

Comienzo la nota con una fábula para adentrarnos en tema:

Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía lo más rápido posible de la feroz depredadora, pero la serpiente no tenía pensado desistir.

La luciérnaga huyo un día, dos días y nada.

Al tercer día, este bichito de luz simulando estar muy extenuado y exhausto por la terrible persecución le dice a la serpiente:

_ ¡Alto, dame un minuto de tregua, te quiero hacer tres preguntas por favor!

La serpiente le responde:

_ Yo no acostumbro a responder preguntas de nadie, menos de mis víctimas, pero cómo te pienso devorar y, además estoy de buen humor, puedes preguntarme lo que quieras.

_Gracias, contesta la luciérnaga, te pregunto: ¿Yo pertenezco a tu cadena alimenticia?

_No

_ ¿Yo te hice algún mal?

_No

_Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?

_Porque no soporto verte brillar.

La luciérnaga, luego de entender la motivación de la conducta de su agresor, advirtiendo su envidia, se limitó a volar más rápido y más alto; cuestión que el atacante se quedó en la superficie con ganas de atrapar ese bocado tan luminoso y, quedando fuera de su alcance le gritó a la serpiente estas palabras:

_Es hora de que aprendas a brillar tu misma de un modo tan hermoso como lo hacemos nosotras, puedes resplandecer y esparcir tu luz por donde pasas, en lugar de intentar apagar el brillo de los demás.

¿Sabías que no se puede ser feliz y envidioso al mismo tiempo, porque son emociones incompatibles?

Es posible sanar y recuperar la luz propia. Para eso hay que mirar para adentro.

No existe la envidia sana. Hay que saber que la envidia es una enfermedad, es una emoción tóxica. La envidia destruye corroe, irrita, quita la paz.

Lo opuesto a la envidia es un corazón noble que sabe amar, sabiendo que el amor construye, dignifica, en cambio, los envidiosos se revisten de amor (falso) pero engañan y traicionan como lobos disfrazados de ovejas.

La envidia, los envidiosos es la mayor de las pestes sociales, se sienten amenazados por los éxitos, cualidades, atributos, condiciones, bienes y felicidad de los demás, viven compitiendo contra todo el mundo sumidos en un sentimiento ruin y toxico -envidia-.

Con la envidia aparece: la avaricia, la venganza, la mentira, vanidad, soberbia, amargura, tristeza, mediocridad, sentimiento de superioridad o inferioridad (que en definitiva es inferioridad y baja estima).

¿Sabías que el envidioso es un ser humano doliente, sufriente, triste, inadaptado, atrapado por sentimientos destructivos y negativos? Está manera de ver el mundo, afecta su mundo, sus creencias, autopercepción y emociones.

El envidioso es un alma atrapada por heridas silenciosas y ocultas que deforman la manera de valorarse.

Aspectos del envidioso:

* No saben lo que quieren hasta que te ven a ti, pero no quiere lo que tú tienes, sólo quieren que pierdas lo que tú tienes o eres; se comparan con los demás pretendiendo para sí lo del otro, quiere ser como tú.

* Se alimentan de la crítica hablando de tu vida criticándote y sin darse cuenta sienten que tu vida es más importante que la suya.

* Son insaciables, insatisfechos, no disfrutan, no aprecian lo que poseen.

* Sus energías están fuera de sí, miran a los otros de arriba a abajo buscando algún defecto y si lo encuentran te comentan. Y si no, lo inventan.

* Te observan, te critican, te envidian y al final te imitan.

* Les molesta tu talento y tu luz propia porque ellos permanecen en la oscuridad.

* Desean que te vaya bien hasta que eso empieza a suceder y luego les carcome la envidia.

¿Sabías que la alegría vengativa y resentida causada por la desdicha ajena es envidia también? Estos realizan manifestaciones de celebración por los triunfos ajenos, pero en realidad están corroídos por la envidia.

¿Sabías que al envidiar el cuerpo libera una hormona llamada cortisol, hormona del estrés? Es por esto, que los envidiosos se enferman, porque disminuye su sistema inmune y pierden la capacidad de ser creativos, de disfrutar, gozar.

Cuando se actúa desde el amor sincero nos convertimos en personas valiosas y grandes.

¡El amor es la cura! El amor genera una fuerza que nos empuja hacia la caridad alegrándonos de verdad por el triunfo ajeno, al conectar con esta energía de amor, segreguemos una hormona de la felicidad llamada oxitocina, nuestros sistema biológico se fortalece, sincronizando y funcionando mejor, además nos convierte en personas felices.

Te mando un beso inmenso TG

IG Tona Galvaliz.

FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-

Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.

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