Por EDUARDO J. VIOR
Apenas asumido el nuevo comandante militar para Ucrania, Moscú retoma la iniciativa bélica, mientras dialoga con Alemania, Francia, Turquía y el Papa en busca de un acuerdo con la OTAN.
Apenas dos días después de que el gobierno ruso nombrara al general del ejército Sergey Surovikin como Comandante de las fuerzas conjuntas en la llamada Operación Militar Especial en Ucrania (OME), el lunes 10 por la mañana las fuerzas rusas han llevado a cabo un ataque masivo con armas de alta precisión de largo alcance contra instalaciones energéticas, administrativas, militares y de comunicaciones de Ucrania. Andanadas de misiles disparados desde el Mar Caspio y el Mar Negro alcanzaron la capital ucraniana, Kiev, así como distintasciudades. Se registraron impactos en las regiones de Vínnytsia, Lvov, Rovno, Ternópol, Dnepr, Jmelnitski, Zhitómir, Poltava, Járkov, Nikoláyev, Cherkasy, Sumy, Ivano-Frankovsk y Odessa. Significativamente, la defensa antiaérea ucraniana se vio sobrepasada por la intensidad y multidireccionalidad del fuego ruso, lo que demostró la inutilidad de las armas entregadas por Occidente.
Varias urbes se quedaron sin electricidad completa o parcialmente, mientras que hay también problemas con el suministro de agua y caídas de Internet. El operador nacional de la red eléctrica, Ukrenergo, advirtió por eventuales cortes del suministro a causa de los ataques que impactaron contra objetos de infraestructura crítica. El asesor del jefe del Ministerio del Interior de Ucrania, Gerashchenko, dijo que uno de los cohetes que impactaron en Kiev cayó en la calle Volodymyrska, donde se encuentra la oficina del servicio de inteligencia de Ucrania (SBU). Como las oficinas del presidente Zelensky se encuentran cerca, el mandatario debió ser transportado a un búnker secreto en el oeste de del país. Así lo informaron medios de comunicación ucranianos.
Entre las víctimas del ataque sobre Kiev se encuentra el jefe del Departamento de Ciberpolicía de Ucrania, Yuriy Zaskoka. Se trata del departamento que busca a los civiles que de alguna manera muestran simpatía por Rusia y apoyan la OME. Lo que les ocurre entonces lo demostró el domingo el comandante del regimiento Azov (nazi), Maxim Zhorin, quien posteó un video con el entierro en una fosa común de civiles recién ejecutados en la ciudad de Kúpiansk, provincia de Járkov, que fue reocupada por el ejército ucraniano hace un mes.
En la reunión del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, celebrada en la tarde del mismo día, Vladimir Putín confirmó los ataques diciendo que "esta mañana, a propuesta del Ministerio de Defensa, se ha lanzado un ataque masivo con armas de precisión de largo alcance contra instalaciones energéticas, militares y de comunicaciones ucranianas". El mandatario advirtió que, en caso de que Ucrania siga perpetrando "atentados terroristas” contra territorio ruso, "la respuesta será dura y de una magnitud acorde con las amenazas planteadas".
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el general Ígor Konáshenkov, afirmó en su reporte diario sobre el avance del operativo en Ucrania que todos los blancos previstos fueron afectados. El vocero precisó que los disparos fueron dirigidos contra instalaciones de mando militar y sistemas de comunicación y energía.
Volidímir Zelenski denunció que Rusia intenta "destruirnos y borrarnos de la faz de la tierra", al tiempo que informó sobre varias conversaciones telefónicas mantenidas con líderes mundiales. Entre tanto, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, condenó los bombardeos rusos y prometió más ayuda militar a Ucrania, que "ya está en camino".
Sin embargo, la embajada de EE.UU. en Kiev instó a los ciudadanos de su país a salir de Ucrania usando "opciones de transporte terrestre disponibles de forma privada cuando sea seguro hacerlo". A su vez, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, informó sobre una conversación telefónica con el canciller ucraniano, Dmitri Kuleba, y condenó los ataques contra "la infraestructura civil". El jefe de la Alianza Atlántica reiteró que el bloque respaldará a Kiev "por el tiempo que sea necesario".
El efecto psicológico del ataque de represalia del ejército ruso sigue creciendo. A última hora del lunes en los medios ucranianos ya se han hecho llamados directos para la renuncia del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Valeriy Zaluzhny (quien todavía el domingo posteó un video suyo con una pulsera adornada con cruces svásticas) y todo el alto mando. Después de los ataques del lunes a las ciudades más grandes de Ucrania, el pánico ha comenzado: la gente está irrumpiendo en las tiendas y arrasando con todo lo que encuentra a su paso. En las estaciones de servicio, por ejemplo, se acumulan enormes colas.
Según comentarios extraoficiales, la Casa Blanca está extremadamente descontenta de que Kiev esté tomando "acciones no coordinadas" (el asesinato de Daria Dúgina, la explosión en el puente de Crimea), por lo que Estados Unidos se propone tener más cuidado con sus suministros militares a Ucrania. Especialmente se negará a transferir misiles ATACMS para HIMARS MLRS, con los que Kiev planea atacar objetivos en Crimea.
En tanto, el cierre de la central térmica de Kryvyi Rih, en la provincia (Oblast) de Dnipropetrovsk, es un golpe no sólo para la infraestructura energética de Ucrania, sino también para Francia. Esta central térmica proporciona energía a la planta metalúrgica local Kryvorizhstal. La singularidad del acero aleado que se produce en esta planta es extremadamente importante para la industria nuclear francesa. Para soportar las sanciones antirrusas de la Unión Europea, Francia decidió poner en marcha para el invierno todos los reactores nucleares a plena capacidad. De los 56 reactores propiedad de la empresa estatal EDF, a principios de septiembre solo 12 estaban activos. El resto requería reparaciones programadas. Doce de ellos tenían problemas de corrosión del metal en los sistemas de enfriamiento. Para subsanar estos problemas es necesario el acero producido en la planta de Kryvorizhstal que ahora no llegará. Si Francia no encuentra una fuente alternativa de acero aleado, el país tendrá graves problemas en invierno.
En general se considera que los ataques fueron ordenados como respuesta a la explosión en el puente que conecta la península de Crimea con la Rusia continental ocurrida en la madrugada del sábado tras el estallido de un camión de carga que provocó el incendio de siete tanques de combustible de un tren. El atentado se saldó con tres muertos y conllevó al colapso parcial de dos tramos de carretera. Sin embargo, hasta el sábado a la noche se había restablecido la circulación por el puente. El viaducto ferroviario nunca fue afectado.
Si bien los medios rusos presentaron los ataques como respuesta al atentado ucraniano contra el puente que une Crimea con Kerch, si se tiene en cuenta la inmediatamente posterior reunión del Consejo de Seguridad de la Federación, los ataques pueden verse también como el prólogo a la tan esperada ofensiva con la cual el ejército ruso pretende infligir una derrota decisiva al ejército ucraniano y a la OTAN, antes de que las lluvias de otoño dificulten los movimientos de tropas. Rusia supone también que los ataques le darán mejores cartas para culminar las diversas tratativas hoy en curso con Alemania, Francia, el Vaticano y Turquía en una negociación con la OTAN.
Hasta ahora, Rusia se autorrestringió, para no poner en peligro las negociaciones con Occidente. Esta línea de autocontención generó mucha irritación en su propia población y entre muchos de sus dirigentes. Para el gusto de muchos, la OME marchó demasiado lentamente. Esta moderación, dicen, habría alentado los continuos bombardeos contra la población civil de Donetsk, los atentados en suelo ruso y, por último, el ataque contra el puente de Crimea. Para el gobierno ruso el costo de no responder esta vez habría sido demasiado alto. Ahora queda por ver si la negociación OTAN-Rusia (el gobierno de Zelensky no cuenta para nadie) llega antes de la ofensiva de otoño o después. Sería deseable que todas las partes reaccionaran sensata y rapidamente.