Por Luis Bruschtein
La cantidad de cambios de gabinete da una idea de los ominosos obstáculos que debió afrontar este gobierno con suerte distinta en cada uno. Desde la pandemia que se cargó al ministro de Salud Ginés González García hasta el descalabro internacional que provocó la guerra en Ucrania e impulsó una inflación que sorprendió al Banco Central sin reservas y se llevó puesto al súperministro de Economía Martín Guzmán.
En el caso de los tres renunciantes, se podría decir que Claudio Moroni no tuvo reflejos en la conflictividad que está generando la escalada inflacionaria y le generó turbulencias al gobierno con el conflicto de los trabajadores del neumático. Eran situaciones que se podrían haber encauzado de otra forma. Aquí funcionó la frase de “funcionarios que no funcionan”.
Su reemplazante, Kelly Olmos, es una veterana del PJ porteño que no acompañó la migración al PRO de la porción que lideraban Miguel Angel Toma y Christian Ritondo. Olmos se inició en la agrupación Guardia de Hierro en los '70, ya fue funcionaria en los gobiernos kirchneristas, trabajó con Guillermo Moreno, y actualmente milita en el Nuevo Espacio de Participación, un agrupamiento del PJ porteño cercano a Alberto Fernández. El Presidente no quiere perder el control del Ministerio de Trabajo, que es la correa de transmisión con la CGT, cuando en el horizonte no se despejan los nubarrones de conflictividad.
El alejamiento de Juanchi Zabaleta del Ministerio de Desarrollo Social puede estar relacionado también con la ofensiva de los movimientos sociales empujados por la inflación, pero en realidad ya se venía hablando desde antes, por el interés de Zabaleta de regresar a la intendencia de Hurlingham. Es un año electoral y el ministro prioriza el territorio.
Los intendentes tendrán un papel relevante en la campaña y Zabaleta ya venía planteando la decisión de regresar a su distrito. Tras su ingreso al ministerio lo reemplazó al frente de la comuna el dirigente de La Cámpora Damián Celsi, quien ha tomado vuelo propio con la realización de varias obras en el distrito. Es probable que Hurlingham sea uno de los distritos donde el Frente de Todos tenga que dirimir sus candidaturas entre los sectores que encabezan Celsi y Zavaleta.
El nombre de su reemplazante, Victoria Tolosa Paz, ya había sonado para ese ministerio cuando fue designado Daniel Arroyo. Por la intervención territorial tan central que tiene ese ministerio, también es visto como un trampolín para candidaturas de gestión territorial. Tolosa Paz ha sido una de las aspirantes a la intendencia de la ciudad de La Plata, que mantiene desde 2015 el macrista Julio Garro. El actual intendente no ocultó su intención de lanzarse para la gobernación de la provincia, pero su candidatura quedó finalmente bloqueada por el lanzamiento de Ritondo y Diego Santilli.
De todas maneras, se trata de un ministerio clave en situaciones electorales y sobre todo en el contexto de una situación económica difícil. La designación de Sergio Massa implicó una bisagra en la suerte del gobierno, que fue muy golpeada por la imposibilidad de controlar la inflación. Con más dólares en el Banco Central, la posibilidad de bajar las expectativas inflacionarias ayudarían el futuro del Frente de Todos en las elecciones del año que viene. Y la provincia de Buenos Aires será uno de los escenarios centrales de esa disputa.
La designación de tres mujeres muestra el interés de Alberto Fernández de que las políticas de género constituyan una marca importante de su gestión. La designación de Ayelén Mazzina en el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, organizadora del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales, No binaries, en territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel que se acaba de realizar en San Luis, es también una muestra en ese sentido.
Pero para la renunciante Elizabeth Gómez Alcorta le resultó muy difícil permanecer al frente de esa gestión, en tanto se mantenía la injusta prisión de Milagro Sala y otras militantes sociales de la Tupac Amaru. Y le fue imposible seguir en el cargo tras la represión de fuerzas federales a una comunidad mapuche en el sur, donde fueron detenidas siete mujeres y sus hijos, y cuatro de ellas trasladadas en forma irregular a cientos de kilómetros de su hogar. Es un ministerio que en esas dos situaciones quedó muy desdibujado.