Por María Antonia Galvaliz
Cuando surgen las crisis ya sean: internas o del entorno, se activa nuestro modo supervivenciacon bastante rapidez, buscando qué los días pasen, para ver qué pasa, para qué aparezca unasolución, la calma o estabilidad perdida, e intentar qué se acomoden los escenarios qué están desestabilizando o doliendo.
En éste estado de supervivencia, por razones fisiológicas estructurales del sistema nervioso central, se acrecienta la emoción de miedo, sobre excitando la hipervigilancia y alerta, generando angustia producto de la crisis, en relación a las posibles amenazas, hacia algo o alguien qué podría poner en riesgo aquello valioso e importante en la vida de quien atraviesa esa crisis; circunstancia que en contadas situaciones, paraliza la capacidad de reflexión objetiva y ecuánime, impidiendo tomar acertadas decisiones alejados de la posibilidad de advertir que las crisis son un momento ideal para el crecimiento y expansión personal.
Ahora más que nunca y, aún en medio de la tormenta, podemos reinterpretar los desafíos y obtener aprendizajes de todo tipo para ponerlos en práctica.
Bien decía Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”.
“Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Paradójicamente a lo dicho en las primeras líneas, también, durante las crisis, dependiendo de las habilidades de cada uno y de una adecuada gestión emocional, la mente puede volverse más flexible y más dispuesta a hacerse preguntas creativas e inteligentes, cuyas respuestas traigan novedades y de este modo podamos aprender algo nuevo y qué las crisis se conviertan en oportunidades.
Entonces: frente a las crisis, podemos inmovilizarnos o descubrir oportunidades.
Es en aquellos momentos de duda, de incertidumbre, de confusión qué nos invitan y nos desafían a revisar lo que creemos, lo que pensamos, lo que somos, lo que hacemos.
Es en medio del caos, en qué podemos tomar la iniciativa para hallar oportunidades, enfocarnos en soluciones y nuevas creaciones, para salir fortalecidos, porqué crecemos, porque nos transformamos y nos expandimos de aquel lugar donde estábamos o de donde veníamos.
Ese cambio de mirada y perspectiva ya es un aporte sumamente alentador y positivo para nuestro estado de ánimo, para nuestra esperanza y para nuestra mentalidad, frente a todo lo otro que no depende de nosotros y no podemos controlar.
Recomendaciones:
Aprende a aceptar la adversidad: No hay duda de que las crisis afectan tu vida. Pero a medida que profundices y comiences a buscar soluciones, descubrirás qué la adversidad, puede sacar lo mejor de tu ser; es en la adversidad cuando aparecen nuevas soluciones; porque una actitud abierta frente a los problemas, asumiéndonos responsables y no víctimas, ayuda a aceptar la adversidad para salir más fuertes.
Se fan de los desafíos en medio de las crisis: Una crisis exige soluciones creativas, después de todo, si lo anterior hubiera funcionado, no estarías donde, ni cómo estás ahora; saber qué a largo plazo, las crisis nos enseñan a ver soluciones donde nunca antes las habíamos visto y ademas adquirimos habilidades nuevas.
Mejora tu visión de la oportunidad: Una vez que mires más allá del desastre, caos o de todo lo que está mal, comenzaras a ver oportunidades, porque tu visión de oportunidad se consolida si tienes apertura a probar cosas nuevas y adaptabilidad en nuevos escenarios.
Cultiva la positividad a pesar de la crisis: Manten una actitud optimista y agradecida te permitirá salir fortalecido de las crisis. Aunque no todos los días sean buenos, rodearse de un ambiente positivo, de personas que acompañan y apoyan, de compañeros que alientan y escuchan, es una excelente manera de crecer cuando se atraviesa una situación difícil.
Desarrolla más empatía: Las crisis nos ponen a prueba y nos ayudan a tener más empatía por quienes pasaron lo mismo antes que nosotros o están en este momento en medio de una dificultad o tormenta; los comprendemos mejor; los abrazamos en nuestro sentir, al mismo tiempo, sentirnos vulnerables y poder expresarlo, nos hará receptivos de la empatía de los demás, teniendo siempre presente qué es posible trascender.
¿Y qué tal contratar consultoría conmigo? Las crisis son también oportunidades para iniciar un proceso de desarrollo personal. Durante la consultoría, el encuentro o sesión, podrás identificar y explorar tus herramientas emocionales frente a lo incierto, podrás transformar la resignación, la negación, la evasión o el resentimiento y diseñar acciones proactivas para favorecer tu presente y proyectarte hacia el futuro con satisfacción, gratitud y prosperidad.
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz.
FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista-
Desarrollo Humano personal y organizacional.