Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Opinión del Lector

Pisar las calles nuevamente

Federico Lorenz

Por Federico Lorenz

Empecé mi escuela secundaria en 1984, en plena “primavera democrática”, como le decíamos entonces, y como la seguimos llamando unos cuantos años después. Agrego, como me gustaría vivirla ahora, y no bajo este estado de amenaza latente al que nuestro propio voto nos ha llevado. Soy profesor de Historia y la respuesta a la consabida pregunta por la utilidad de mi tarea, ahora que se puso de moda impugnar el pensamiento crítico, nunca estuvo tan clara.

Por aquellos años, muchos de los que asomábamos a la política como adolescentes empezamos a comprender nuestra herencia. Asomarse a la política significaba apropiarnos y acompañar la lucha del movimiento derechos humanos.

Hace unos días, con motivo del 50° aniversario del golpe contra Salvador Allende en Chile, recordé una canción de Pablo Milanés que en aquella década del ‘80, para muchos funcionaba como una suerte de himno y agenda, porque hablaba sobre lo que había pasado en ese país, pero también en la Argentina. Es más: nosotros ya vivíamos en una democracia, mientras los chilenos aún estaban bajo el poder de Pinochet. Tiempos de angustia pero también de esperanza.

La canción, muchos lectores la habrán recordado de inmediato, es “Yo pisaré las calles nuevamente”. Pensé estos días que la compartiría con mis estudiantes (chicas y chicos de 17 o 18 años) y les propondría un trabajo de reflexión sobre las actuales, superficiales y por eso mismo enormemente peligrosas discusiones que la Libertad Avanza ha logrado instalar -en ocasiones con el acompañamiento silencioso o poco informado de numerosos actores- acerca de los excesivamente vapuleados, pero no por eso comprendidos, “años setenta”. Lo primero que debo dejar claro es que han operado aviesamente: han utilizado, como en aquel entonces, los dolores personales que nadie cuestiona no solo para abrir una discusión política sobre la militancia revolucionaria, armada o no, sino también sobre la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, y en ese proceso equipararlos y a la vez reivindicar el terrorismo de Estado disciplinó a sangre y fuego este país. Este país cuya democracia, mal que nos pese, surgió condicionada por esa represión. Pero así y todo, a pesar de eso, seguimos siendo una democracia.

Recordé la canción - agenda de Pablo Milanés y evoqué mis propias sensaciones al escucharla y cantarla decenas de veces contemporáneamente a los juicios de 1985, a las movilizaciones contra los carapintadas, contra el indulto, casi como un bajo continuo mientras todos los días descubríamos historias de horror, pero también de dignidad y resistencia. Pensé cómo hacer para transmitir la gravedad del actual momento sin asustar a mis chicos, sino compartiendo aquella emoción frente a la posibilidad de “construir una democracia” (también lo decíamos entonces) con justicia.

Debería volver a explicar tantas cosas… Por ejemplo: cantábamos “Yo pisaré las calles nuevamente, de lo que fue Santiago ensangrentada”, y si bien no hubo, en nuestro país, un ataque violento a la Casa Rosada en 1976, como sí en la Moneda, hubo, en 1955, un bombardeo de la Plaza de Mayo y fusilamientos en 1956. Dice el cantor luego que en una “plaza liberada” se detendrá “a llorar por ausentes”, un privilegio que la dictadura le negó a los deudos, y que cada tanto, para nuestro honor, el Equipo Argentino de Antropología Forense repara devolviéndole el nombre a unos huesos. En aquellos años de la “recuperación democrática” descubrimos decenas de cosas que se podían leer y escuchar, por nuevas, pero sobre todo, porque habían estado prohibidas: “Retornarán los libros, las canciones, que quemaron las manos asesinas”. Muchos, en esos días, desenterraban libros que habían tenido que esconder.

Y llegaba el momento más intenso, el más importante de la canción. “Renacerá mi pueblo de sus ruinas”, escucho, canto, y “pagarán su culpa los traidores”. Eso coreábamos, con mucha esperanza, la esperanza de jóvenes que se asoman a la libertad como algo natural, pero que a la vez, descubren que no siempre fue de esa manera, y que la construcción de esa libertad está bajo amenaza. Pero lo que sí marcó nuestra historia es que la sociedad argentina, con sus avances y retrocesos, decidió que los “traidores” pagaran a través de la justicia. Traidores al mandato constitucional y a su propio pueblo, al que masacraron. Los argentinos nunca tomaron, desde 1983, la justicia por su mano, ni ejercieron venganzas individuales. Los “traidores”, en cambio, volvieron las armas contra quienes debían defender, violaron todos y cada uno de sus derechos, hasta los más elementales, pero tuvieron la posibilidad de ser juzgados.

Y resulta que hoy, a casi cincuenta años, hay quienes abren la puerta para volver a discutir todo eso, no con fines retrospectivos, sino prospectivos: es el país que quieren construir.

Pensaba, mientras decidía compartir esta canción con mis cursos, que todo nuestro trabajo como docentes, como historiadores, se condensa en encontrar los hilos de resistencia, de dignidad y compromiso democrático que muchos miles retomaron en 1983. No deberíamos tener que estar explicando estas cosas otra vez, pero aquí estamos. El cincuentenario del golpe en Chile funciona como recordatorio y advertencia. La derecha chilena se negó a condenar en un documento, junto a las demás fuerzas políticas, el golpe de Pinochet. La fuerza más votada en las PASO, aquí, no solo es negacionista, sino que va más allá: a partir del incuestionable derecho al duelo de las víctimas de la violencia, borra un pasado construido sobre calles que muchos de quienes ellos hacen apología mancharon de sangre. Arriesgan, arriesgamos si callamos, cosas que llevó mucho tiempo no ya construir, sino recuperar. La pregunta para hacernos es qué país queremos ser cuando se cumplan cincuenta años del día de nuestra mayor tragedia, el golpe del 24 de marzo de 1976.

Dejá tu opinión sobre este tema

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso