Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Opinión del Lector

¿Por qué es importante la actitud ante la vida?

Tona Galvaliz

Por Tona Galvaliz

La actitud ante la vida es sumamente importante, es algo que marca la diferencia qué nos diferencia, para decidir y elegir cómo afrontar la propia existencia con sus circunstancias, pudiendo al mismo tiempo, sentirse bien consigo mismo y disfrutar de todas las experiencias con armonía interior y vitalidad y entusiasmo.

Seguramente habrás escuchado esta frase muy repetida, “La vida es una cuestión de actitud” o “La actitud es todo”.

Déjeme decirte qué ambas frases son acertadas y están en lo cierto, pero ¿qué significan realmente?

La actitud es una disposición y ánimo interior para afrontar las situaciones o experiencias qué nos atraviesan y tocan vivir, es como uno se para en la vida de cara a los hechos y a su vez es el tipo de respuesta qué elegimos dar.

Por su parte cuando se habla de actitud ante la vida, lo que se quiere enfatizar es: Tu actitud general, o sea, tu espíritu de superación, tu visión general de lo que la vida te ofrece viendo oportunidades y no problemas y eso depende de qué tipo de observador estas siendo, dicho de otro modo, con qué tipo de anteojos miras lo que ves y; digo esto porque: ver no es mirar; (mirar es el significado qué le otorgas a lo que ves con los ojos / visión)

La actitud influye en el tipo de pensamiento, este sobre las emociones qué experimentas y ellas sobre cómo actúas o sea qué tipo de respuestas ofreces, también a qué prestas atención y qué ignoras, y todo este conjunto de habilidades, repercutirá en tu bienestar, en tus relaciones, en tus logros, en tu mundo emocional etc.

La actitud negativa provoca infelicidad, impulsa a que te centres en lo malo, en el déficit, en lo imperfecto, en los obstáculos y que lo bueno te pase de largo sin que sepas apreciarlo. No hay peor manera de perder oportunidades que la actitud negativa.

Algunas actitudes positivas:

Optimismo realista, esta actitud se caracteriza por la esperanza y la ilusión. Si ante una situación determinada, tu pensamiento se enfoca en lo bueno que puede traer este cambio, esta actitud es la tuya.

Actitud luchadora, proactiva o asertiva, el dinamismo y la energía están muy presentes en todo lo que haces. Enfocas tu mente en la oportunidad que supone el cambio y te cuesta poco pasar a la acción. Tienes motivación, compromiso y seguridad de que tu esfuerzo es la clave para avanzar.

Actitud pro-social, integradora o altruista. Tu actitud ante la vida en la esfera social se centra en tener en cuenta a las otras personas. Eres considerado, muestras respeto y ganas de colaborar con los demás. Tus relaciones se caracterizan por ser sinceras y te esfuerzas por que las demás personas se sientan bien. Te alegras por ello.

Flexibilidad. Estás dispuesto a adaptarte a las circunstancias cambiantes, pones en práctica tu resiliencia y creatividad. Sabes que hay que valorar cada situación sin aferrarse a unas normas inamovibles. La vida es evolución.

Algunas actitudes negativas:

Actitud pasiva, pesimista o resignación. Tu visión de la realidad es tan negativa que únicamente actúas para evitar el daño que estás seguro de sufrir. Te falta iniciativa, por lo que acabas dejándote llevar por las decisiones de otros. No llevas las riendas de tu vida.

Actitud antisocial, manipuladora o agresiva. Estás centrado en tu propio beneficio personal y no te preocupa en exceso si tus acciones perjudican a alguien. Defiendes agresivamente tus derechos y opiniones. En tus relaciones prima el coste-beneficio. Si es necesario, utilizas a otras personas para lograr lo que quieres.

Inflexibilidad. No dejas espacio a negociar ni a cambiar tu manera de actuar, aunque esta no dé resultado. Te empeñas en mantener una posición inmóvil y te aferras al pasado. Terminas quedándote atrás. Los cambios te asustan o te hacen sentir mal.

Actitud hiperemocional o reactiva. Tu comportamiento depende de tus emociones, de la situación o de las opiniones de otras personas. Sueles sentir que no tienes control sobre lo que sientes y te arrepientes de tus reacciones sin pensar. Te falta autonomía y sueles conformarte.

Si al terminar de leer está nota y te visualizas más en actitudes positivas, favorecerá que tu mente interprete de manera positiva las situaciones. Por el contrario, si te centras en la queja, el victimismo y das muy poca importancia a los aspectos positivos de las experiencias, tu actitud frecuente es negativa.

Para cerrar: Una actitud positiva ante la vida te aportará muchas cosas buenas, así como la disposición mental para valorarlas y disfrutarlas haciendo qué la vida valga vivirla.

Te mando un beso inmenso TG.

Dejá tu opinión sobre este tema

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso