Por Emir Sader
Los medios en Brasil, pero también el plan internacional, destacan las referencias afectuosas respecto a Argentina, así como las posturas de ayuda para que el país vecino pueda enfrentar en mejores condiciones los problemas económicos actuales. Lula da Silva ha incluso recomendado, de forma publica, que Argentina busque a Dilma Rousseff, presidenta actual del Banco de los Brics.
En las críticas de Lula al Fondo Monetario Internacional, el ejemplo que él utiliza es siempre el argentino, usando siempre la idea de que el FMI no puede tener un cuchillo en la garganta de un país – en este caso, de Argentina. Lula ha empezado a revisar la postura de concurrencia entre los dos países, tras haber protagonizado el abrazo histórico con Néstor Kirchner, en el comienzo del gobierno de éste.
Integración latinoamericana
Brasil y Argentina, oficial y públicamente, dejaban de ser adversarios y concurrentes, para constituírse en ejes del largo proceso de fortalecimiento de los procesos de integración latinoamericana, en que los dos países han sido fundamentales. Las concurrencias quedaron relegadas al fútbol. Políticamente las relaciones entre Néstor y Lula, entre Cristina y Dilma, fueron las mas fraternales de toda las historia de las relaciones entre los presidentes de los dos países. La visita de Alberto Fernández a Lula prisionero, en plena campana electoral en Argentina, ha reactualizado y consolidado definitivamente las relaciones personales entre los mandatarios de los dos países.
Lula, corintiano, además, ya había conmemorado la presencia de Carlos Tevez en su equipo. Y, por primera vez, la gran mayoría de los brasileños hincharon por Argentina en el Mundial de Fútbol. No que no había pasado en el Mundial de fútbol en Brasil. En aquel momento, el gol de Alemania contra Argentina se festejó mucho en Brasil. Ahora, al contrario, el penal que dio el campeonato a Argentina fue celebrado como si Brasil hubiera vuelto a ser campeón. Como presidente de Brasil, Lula necesita la victoria del candidato del kirchnerismo, para tener un compañero que consolide los procesos de integración latinoamericanos.
No importa quién sea el candidato, Lula está con su corazón en Argentina. Seguramente es lo que mas desea Lula este ano. El sabe que, cualquier que sea el próximo presidente de Argentina, no se volverá un adversario de Brasil, incluso porque los dos países se necesitan económicamente. Pero el escenario será totalmente distinto si Lula puede contar con un presidente que sea un aliado estratégicamente, con quien pueda contar firmemente. Los medios aguardan las relaciones entre Lula y Massa, que todavía tienen que sintonizar, sea en Brasil o con un retorno – siempre festivo – de Lula a Argentina.