Por Germán Wiens
En el cierre de listas se optó nuevamente por privilegiar el resultado electoral al posicionamiento programático y es una teoría que puede brindar resultados. Veremos.
Cuando CK se refirió al tiempo de los hijos de la generación diezmada, seguramente estaría pensando en el grupo etario de compañeros que están entre los 45 / 50 años y también, por la referencia específica a los diezmados, su definición tenía un fuerte condimento ideológico político. Cuando en un primer momento se nos presentó a Wado como candidato se estaba cumpliendo con los requisitos referenciados, edad y pertenencia. Luego, la negociación política, la rosca que le llaman algunos antiguos, terminó imponiendo la candidatura de Sergio Massa. Indudablemente cumple con el requisito etario, el problema identitario es un poco diferente.
Desde sus orígenes hasta su trayectoria indican que tiene un gran compromiso con la política, una gran capacidad de trabajo, de alianzas. Sabe tejer y destejer. A tal punto llega su capacidad que, según los comentarios de algunos reconocidos columnistas, pudo conseguir el aval del Fondo y también de Cristina. Lo de Massa “políticamente impecable”, demuestra corrección política a ambos lados de la acera.
A algunos se nos presenta el problema, tal vez nuestro, de los militantes, seguramente de nadie más, que nos sentimos un poco desilusionados y hasta engañados, nos mostraron una cosa y nos dieron otra, un amigo y compañero lo graficaba diciendo: nos mostraron asado y nos dieron ensalada.
No es momento de endilgar responsabilidades, pero si tal vez de mirarnos al espejo y preguntarnos ¿qué se está haciendo mal para que desde el 2015 cuando CK dejó la Presidencia nunca la sucesión se haya pensado en un “marca líquida”? Convengamos que no todo se hizo bien. El proyecto… digamos nacional y popular por no ir más lejos y decir ideológico, naufraga irremediablemente ante el pragmatismo político.
¿Será que el proyecto político es solo de poder?, es decir poder por el poder mismo. Seguramente algunas cosas siempre están mejores cuando gobierna el “¿Peronismo?”, así entre comillas y signos de pregunta. ¿Pero y lo otro? La soberanía política, la independencia económica y la justicia social. Hablemos claro, la red troncal del Paraná, el litio y los otros minerales, la comercialización de granos, los puertos, la distribución de los ingresos, la justicia, el trabajo real bien remunerado y podríamos seguir enumerando. No sé, si quieren más información ahí están los planes quinquenales, la constitución del ’49 y la obra Peronista.
No negamos que para hacer los cambios que proponemos debe irse por la toma del poder y para la toma del poder deben ejecutarse políticas que conduzcan hacia el afianzamiento de un pensamiento que consolide el poder. Lo que indica que el poder como satisfacción personal no sirve para nada, es ficticio. Ganamos elecciones y no conseguimos el poder, nos siguen persiguiendo, la sociedad sigue viviendo mal en un país que crece y tiene posibilidades inmensas.
Pareciera que nuestro espacio se está moviendo hacia la derecha, no es ajeno a posiciones similares en otros países incluso vecinos, Lula lo hizo, pero es el propio Lula el que gobierna y garantiza el proceso. La derecha conservadora de Larreta y Bullrich se radicaliza hacia posiciones ultras. Mientras nuestro UxP se vuelve más conservador para mantener el gobierno. Las convicciones se van extraviando en la Avenida de Mayo.
Se optó nuevamente privilegiar el resultado electoral al posicionamiento programático y es una teoría que puede brindar resultados. Veremos. Los mensajes serán que Massa es el que pudo lidiar con Cristina, que se hizo cargo cuando el helicóptero calentaba motores, que el Fondo confía en él, que paró la hiper… hasta ahí nomás.
Muchos piensan que Cristina, en un acto de prestidigitación política, nuevamente lo hizo, que sacó algo de la galera que nos puede llevar al triunfo electoral. Podría ser válida la teoría de Cristina ampliar el Frente para ganar. Ahora bien, Massa no es Fernández, cuando Cristina lo “eligió” no tenía partido, ni legisladores, ni intendentes, ni gobernadores. No tenía estructura ni base. Massa tiene todo eso, más apoyaturas por fuera del espectro político local, ¿podrá Cristina lidiar con él? A Fernández le puso la mitad del gabinete mas PAMI, ANSES, AFIP y tantos otros organismos y el Presidente hizo lo que quiso. Será que Cristina con eso del bastón de mariscal nos está diciendo que se retira, que ya no es más nuestra garante. Lograremos en ese caso consensuar una gestión nacional. Solo nos queda organizarnos para ganar con Massa y permanecer organizados para apoyar o resistir, el tiempo que no es mucho dirá cuál es el camino, falta poco, si es JxC es resistencia, si es UxP las políticas definirán apoyo o resistencia.
Recordemos todos a Néstor, que a muchos nos hizo soñar de nuevo. Que nos devolvió la hidalguía peronista, “formo parte de una generación diezmada. Castigada con dolorosas ausencias. Me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a los que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada.”