Por Eduardo J. Vior
Tras el triunfo de Massa en la primera vuelta los medios de las grandes potencias expresan una prudente satisfacción. Los británicos, por el contrario, comenzaron rápidamente a ejercer presión.
Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas suscitaron diversas reacciones en las capitales de las principales potencias mundiales y en la región, pero nadie fue ajeno al suceso. Mientras que los medios chinos y rusos se esforzaron por informar neutralmente, los occidentales y latinoamericanos no dudaron en tomar partido, algunos subrayando la derrota del candidato ultraderechista, otros azorados por la recuperación del voto peronista. Todos, empero, confirmaron cuán preocupados están por el futuro de Argentina en tanto escenario clave del conflicto por la hegemonía mundial. Tanto más grande es el desafío que se nos presenta en el futuro inmediato.
El New York Times, habitualmente vocero oficioso del Departamento de Estado, informó el lunes sobre las elecciones en nuestro país precisando que “Javier Milei, un libertario de extrema derecha, obtuvo peores resultados de lo que pronosticaban las encuestas y se enfrentará a Sergio Massa el mes que viene”. Este martes, en tanto, encabezaba la columna de opinión “5 conclusiones de las elecciones en Argentina” con la siguiente bajada: “Javier Milei, un economista libertario a menudo comparado con Donald Trump, se enfrentará a Sergio Massa en una segunda vuelta el próximo mes.” Considerando el alineamiento prodemócrata del tradicional matutino, está claro a quién apoya el Departamento de Estado.
En cambio, el Washington Post (ligado al Pentágono) publicó el día 24 una columna de Samantha Schmidt titulada “Para presidente Argentina debe elegir entre la ira y el miedo”. Ya el domingo 22 la misma periodista titulaba “¿Está Argentina a punto de elegir a un presidente outsider admirador de Trump?”
Mientras que el lunes 23 los medios rusos se limitaron a informar sobre el resultado electoral, este martes la agencia estatal Tass reseñó la conferencia de prensa del candidato oficialista con los corresponsales extranjeros del modo siguiente: “El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, prometió invitar a representantes de distintas fuerzas políticas a formar parte de su Gobierno si gana. Y añadió que “Massa afirmó que las reformas que necesita Argentina ‘trascienden una fuerza política’, por lo que también buscará apoyos entre empresarios y trabajadores”.
En tanto, la Agencia estatal china Xinhua fue neutral, aunque dio la noticia en su portada: “Argentina, la tercera economía de América Latina, tendrá en noviembre próximo una segunda vuelta electoral entre el ministro de Economía, Sergio Massa, candidato del oficialista Unión por la Patria, y el diputado liberal Javier Milei, del frente opositor La Libertad Avanza“. También el periódico económico China Daily informó equidistante, pero en una posición menor. Los demás medios chinos directamente no dieron cuenta de la elección argentina.
Todo lo contrario sucedió en Brasil, donde el proceso electoral argentino se vive como propio. El matutino carioca O Globo, por ejemplo, informó este martes sobre el seguimiento de la elección argentina en las redes sociales de su país: “Del 'acobardamiento' de Bolsonaro a la 'injerencia' de Lula: así movilizaron las redes brasileñas las elecciones en Argentina”. Por su parte, Folha de São Paulo compartió el lunes “’los peronistas somos como los gatos. Parece que nos estamos peleando, pero en realidad nos estamos reproduciendo’. La frase atribuida al propio general Juan D. Perón (1895[1893]-1974) vuelve a ganar actualidad. El candidato peronista Sergio Massa obtuvo una votación sorprendente este domingo (22) y pasa al segundo turno contra Javier Milei.” Entre tanto, O Estadão (la edición online de O Estado de São Paulo) tituló “Milei x Massa: el llamado al cambio y la aproximación al centro pueden definir el 2º turno en Argentina” y presenta un artículo conexo con “Sepa quién es Sergio Massa, el heredero del desastre peronista que busca la presidencia de Argentina”.
Tras haber informado neutralmente el lunes sobre el resultado de la compulsa electoral, el vespertino milanés Corriere della Sera publicó este martes una entrevista al embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, a quien cita en el título diciendo que “Con Milei la democracia está en riesgo. En Argentina un gobierno de unidad”. La misma tesitura adoptó este martes el romano Il Messaggero: ”Elecciones en Argentina, a segunda vuelta: el peronista Massa frena la carrera de Milei”. El artículo comienza con una definición: “también en Argentina se ha roto oficialmente el equilibrio entre los partidos tradicionales. A la izquierda, en el frente progresista, ha resistido el peronismo-kirchnerismo, que en estas elecciones se ha apoyado en Sergio Massa. En la derecha, en cambio, se ha impuesto Javier Milei, ‘el Trump argentino’ o más comúnmente ‘el loco’, rebajado respecto a su éxito en las primarias de agosto.”
En España, por su parte, El País dedicó este martes varios artículos y un editorial a la elección argentina. Además de analizar la composición del voto, la elección en la ciudad de Buenos Aires y el difícil manejo del futuro Congreso, el editorial se titula “Freno al mesianismo” y en la bajada desarrolla “Argentina tendrá que elegir en segunda vuelta si pone coto definitivo a las propuestas del ultraderechista Javier Milei“.
En tanto, El Mundo, señaló el lunes que “el peronismo da la gran sorpresa: gana las elecciones y se jugará la presidencia en una segunda vuelta con Milei. Massa hizo una muy buena campaña, instalándose como hombre de Estado, previsible y empático, en claro contraste con Milei”.
Los principales medios de Gran Bretaña, a su vez, presentaron la información sobre Argentina siguiendo su alineamiento en la política interna. Por un lado, The Guardian tituló este martes “Cómo Argentina pinchó el auge del populismo de extrema derecha en Sudamérica”. Por el contrario, el conservador The Times, tituló el lunes 23 un artículo de Stephen Gibbs poniendo “Elecciones en Argentina: las acciones caen tras la sorprendente subida de Sergio Massa”. Y en la bajada informó que “La bolsa y los bonos argentinos se desplomaron después de que el ministro de Economía emergiera como sorpresivo favorito en las elecciones”.
En el mismo sentido el igualmente conservador The Telegraph tituló “Argentina se encamina a segunda vuelta presidencial tras sorprendente resultado electoral”. Este medio retrató a Massa como el candidato peronista de la clase trabajadora, que enfrentó críticas por su gestión económica, marcada por niveles históricos de inflación y destacó que, a pesar de esto, para ganarse a los votantes, implementó una serie de medidas previas a las elecciones.
Marcando el tono del mundo financiero británico la agencia Reuters puso el lunes que “la coalición peronista gobernante en Argentina rompió las expectativas para liderar las elecciones generales del país el domingo, preparando el escenario para una polarizada segunda vuelta el próximo mes”. Y añadió “El resultado alivia las preocupaciones sobre un cambio radical de las políticas en caso de una victoria decisiva de Milei, (…) pero sigue dejando al país con pocas respuestas a su peor crisis económica en dos décadas.” Y el martes una columna de Rodrigo Campos y Jorgelina Do Rosario seguía batiendo sobre el mismo parche: “El choque de modelos económicos en Argentina hace temer a los inversores”. De la sorpresa la agencia británica de información financiera pasó rápidamente a ejercer presión sobre el candidato con más chances.
Entre tanto, comienzan los pronunciamientos entre los líderes políticos de América Latina. El primero en hacerlo fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha felicitado a Argentina por derrotar a la “barbarie” en las elecciones. “Es la hora de la esperanza. Se elige entre la barbarie y la esperanza. Felicitaciones al pueblo argentino”, escribió el mandatario en sus redes sociales.
También su colega mexicano, Andrés Manuel López Obrador, apareció el lunes a las 6 hs. para su conferencia de prensa “mañanera”, mostrando a todo el mundo su sonrisa de oreja a oreja: “Pos sí, estoy feliz con el resultado electoral en Argentina”, proclamó en puro mexicano.
El gobierno venezolano, por su parte, no se ha manifestado. Según fuentes confiables, el gobierno de Nicolás Maduro desconfía de Sergio Massa por la condena de éste a la “dictadura” que regiría en Caracas. Habrá que esperar a los hechos, especialmente a los jugosos negocios pendientes entre ambos países, para calificar mejor la relación.
Si bien Itamaraty guarda distancia, el presidente brasileño Lula ha tomado partido desde el inicio. Él fue quien metió a Argentina en BRICS, es quien abogó ante la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), Dilma Rousseff, por la incorporación de nuestro país al organismo financiero de BRICS11 y quien nos necesita como aliados privilegiados para la proyección mundial de su país. Lula entiende cómo es el juego del poder mundial y sabe dónde estamos ubicados geográficamente. Por eso no toma posición con visiones ideológicas, sino geopolíticas. Aparece como oscilante entre las grandes potencias, pero defiende a Brasil y nos quiere a su lado.
También el progresista Grupo de Puebla, compuesto por presidentes, expresidentes y otros referentes políticos de 19 países latinoamericanos, España, Italia y Portugal, ha manifestado su satisfacción con los resultados de este domingo: “¡Avanza el progresismo en Argentina! Sergio Massa pasa a la segunda vuelta en primer lugar”, anunció el organismo en su página tras la votación.
Mientras que los medios norteamericanos engloban nuestro proceso electoral en el contexto de su propia pelea entre los globalistas en el gobierno y los aislacionistas en torno a Donald Trump, los europeos prefieren asimilar al peronismo con el progresismo y a Milei con la ultraderecha. La prensa rusa, en tanto, se interesa ya por los planes de Sergio Massa para el futuro, en cuanto sus colegas chinos se mantienen estrictamente neutrales. Sólo el establishment financiero británico ejerce ya una explícita presión sobre el candidato peronista.
En los análisis de los medios occidentales sobre el resultado de la primera vuelta de nuestras elecciones presidenciales prima una óptica ideologizante, que asimila nuestra contienda a las de ellos. Sólo el establishment británico puso el punto en la “i”, anticipando la pelea que deberá librar Sergio Massa, si en noviembre es electo presidente. El poder financiero especulativo concentrado internacional no hará concesiones.
El triunfo de Massa Rossi con un margen importante de votos dejó fuera del juego electoral a la expresión electoral preferida del actor más fuerte del continente. El candidato libertario, por su lado, sólo puede ser opción para el sector del poder financiero más ligado a la City de Londres. El resto del poder occidental buscará entenderse con Sergio Massa, pero el cariz ideológico de la visión que Europa y EE.UU. tienen de Argentina les impide apreciar realistamente nuestra historia, valorar las tradiciones políticas que ahora han vuelto a movilizarse y entender el sentimiento patriótico y antiimperialista de la mayoría de nuestro pueblo. Si siguen viéndonos como “populistas”, los malentendidos estarán a la orden del día. Por el contrario, sus principales contendientes euroasiáticos desarrollan estrategias de poder económico y político en las que cumplimos un papel relevante, nos gusten o no.
La performance electoral de Unión por la Patria está poniendo a nuestro país nuevamente en una posición expectante en la política mundial, pero el juego está abierto y no hay espacio para errores. Cualquier alineamiento por simpatías ideológicas conducirá a alineamientos forzados que sólo pueden dañarnos. Nada más que la defensa del interés nacional puede salvarnos.
*Analista internacional
Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor/autora y no representan necesariamente la posición de la agencia.