Por María Antonia Galvaliz
¿Sabias que los problemas vistos y vividos a la luz del amor te traen oportunidades y aprendizajes?
Para dar fe de ello te relato la historia de Ben Carson.
Benjamín Salomón Carson, nació el 18 de septiembre de 1951 en Detroit, Michigan, Estados Unidos, en un barrio muy pobre, peligroso, de entorno hostil.
Su mamá Sonia, no terminó la primaria, dejó en tercer grado, de familia muy carenciada, se casó con solo trece años con Roberto Salomón Carson, quien trabajaba en una fábrica.
Con dos hijos “Ben” y su hermano, descubre que su marido tenía otra familia y que vendía drogas, Roberto al verse descubierto abandona a su mujer e hijos, Ben tenía tan solo 8 años.
El mundo de Ben cambió y se volvió disfuncional, su madre para poder sostener a su familia, trabajaba tres turnos.
Una de las tres familias que trabajaba Sonia, era de personas muy adineradas, ella notó que los hijos de estos ricos cuando venían del colegio no salían a jugar, ni pasaban por el televisor, estos niños acomodados tenían e habito de la lectura frecuente.
Ben tenía problemas de conducta, de educación, problemas de lectura, problemas para asimilar, era considerado en el colegio, el alumno más bruto de su clase, todos lo llamaban “el tonto de la clase”
Recibía bullyng, burlas, insultos, exclusiones, miradas descalificadoras, ignorado también por los docentes.
Ben se convirtió en un niño agresivo y violento. En una ocasión amenazó ferozmente a su madre, otra vez apuñaló a un compañero; pero felizmente el arma blanca dio en la hebilla del cinto, cuestión que éste hecho lo hizo tocar fondo, comenzó a reflexionar y replantearse su vida.
La madre buscando educar mejor a sus hijos, un día hace un pacto con ellos, prohibiéndoles estar todo el día frente al televisor cómo era la costumbre al regresar del colegio, además les prohíbe salir a jugar.
Les ordena a sus hijos lo siguiente, semanalmente solo podrían ver dos programas nutritivos de tv, leer dos libros, para finalmente hacer un resumen, exponiendo la síntesis de manera clara y oral a su madre de lo visto y leído; cómo es de suponer obviamente ambos protestaron, para tal fin tenían que ir a la biblioteca a buscar los libros, porque en la casa no había plata y menos para comprar libros.
Con el tiempo Ben adquiere gusto por la lectura, y la música clásica, su imaginación comenzó a despertar de una manera genial, exponencial y creativa; la lectura lo introdujo en un mundo de posibilidades.
Un día en la clase de ciencias, el profesor muestra una piedra negra y pregunta a sus alumnos lo siguiente ¿Quién sabe qué es esto? Ben supo al instante lo que era, pero guardó silencio, dio espacio para que los chicos más inteligentes respondan; Ben había comprado la idea de que él era el más bruto de todos.
A pesar de esa creencia, con miedo levanta la mano para responder, el profesor se da cuenta de su gesto y mirando a Ben muestra la piedra y le dice ¿que es esto?
Ben con timidez responde: -Es una piedra de Obsidiana, para sorpresa de todos, el profesor le vuelve a preguntar ¿que más sabes de esta piedra?
Ben explica que esa piedra es volcánica, desplegando sus conocimientos desarrolla una clase magistral.
Lo más interesante de ese día es lo que le sucedió a Ben. Su mirada, autoimagen, auto-apreciación que tenía sobre sí mismo cambio totalmente.
Se dio cuenta de que no era ese bruto que todos creían, incluso él. Su percepción comenzó a mover las creencias limitantes negativas sobre él.
A partir de ese suceso, pasando pocos meses, se convirtió en el mejor alumno de su grado, más tarde del colegio, recibiéndose con honores.
Gracias a la lectura, empezó a amar y gustar de las ciencias naturales, la medicina.
Con poco tiempo se recibe de psicólogo, luego de médico neurocirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, fue aceptado cómo el primer afro-americano, residente de neurocirugía en el prestigioso Hospital Johns Hopkins en Baltimore, en Maryland; con 32 años se convierte en el jefe de residentes y después en director de neurocirugía pediátrica.
Además de Profesor Universitario, Político, Escritor. Recibiendo 27 premios Honoris Causa.
Su crecimiento, fama, prestigio no tuvieron techo. Fue el primer medico en realizar operaciones de alto riesgo, como ser la separación de siameses unidos por la cabeza.
Cambiando el observador, las situaciones más difíciles, adversas, se convierten en oportunidades para salir adelante. Todo depende de la “autovaloración, de la autoconfianza, autoconocimiento”, asumiendo que todo es posible para el que no se rinde, cree y apuesta a superarse.
¿Vos qué haces con tus problemas? ¿cómo los vivís?
Te mando un beso inmenso TG
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional