Dos efectivos de la Policía de Corrientes, con prestación de servicios en la comisaría Primera de Gobernador Virasoro, fueron acusados de un presunto pedido de coimas, a un comerciante y empleado de un aserradero para no “armarle” causas relacionadas a un robo como también de venta de drogas.
César Giménez, domiciliado en el barrio Narciso Vega, realizó declaraciones públicas en las que mencionó a los funcionarios que presuntamente trataron de sacarle, distintas sumas de dinero en dos ocasiones. Una cuando realizaron un allanamiento en su vivienda y otra con tal de no “fabricarle” una acusación como comerciante de estupefacientes.
A raíz de su denuncia, en la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Santo Tomé comenzó una pesquisa, con intervención del Juzgado de Instrucción, en la cual en un principio aparecen como sospechosos, un oficial y un cabo primero. Pero además el dedo acusador llegaría hasta el propio jefe de la comisaría.
“El día primero de mayo llegó a mi casa un patrullero, con oficiales de la Policía de la provincia, con una supuesta orden de allanamiento; orden que nunca me mostraron ni me leyeron, pero me dijeron que estaban buscando cosas robadas y como se trataba de la Policía, abrí la puerta, les permití que accedieran a realizar el operativo”.
Luego recordó que “entraron revisaron toda la casa y obviamente no encontraron nada, porque no tengo cosas robadas. Luego que dieran vuelta toda la casa, el oficial (Hernán O.) me dijo que a pesar que no habían encontrado, los elementos que buscaban, debía acompañarlos a la comisaría para realizar una declaración a lo que tampoco me negué”. Así lo dijo en un testimonio reflejado a través del portal Digital Santo Tomé.
“Estando ya en la comisaría, me empezaron a indagar pidiéndome que cuente dónde escondí las cosas robadas, a lo que yo le respondía, que yo no tenía nada robado pero insistían advirtiéndome, que mi libertad estaba en juego hasta el punto de pedirme, que les diera 30 mil pesos; 10 mil pesos para Hernán O., 10 mil para el oficial Maxi C. y 10 mil para el jefe…”
Supuestamente “pagando esa plata”, como le habrían dicho, “salís por atrás como si nada, te limpiamos el allanamiento y queda como si nada pasó; nadie se va a enterar de nada, terminó el problema”, añadió Giménez.
“Yo no tenía esa plata para pagarles. De dónde quieren que saque ese dinero, no voy a pedir un préstamo para pagarles a ustedes”, afirmó que fue su respuesta ante los efectivos.
Giménez trabaja desde hace 12 años en un aserradero de Virasoro. “Trabajo en el aserradero. En mi casa tengo un kiosquito el cual es manejado por mi señora, como una fuente más de ingreso para la casa”, detalló.
El oficial al que denuncia “me continuó presionando, diciéndome que tenía plata, que movía mucha plata; hasta me acusaron que vendía drogas, cosa que no es así”, aseguró César.
Semanas más tarde, específicamente el 24 de mayo, “me dijeron que iban a salir a hacer unas cosas. Iban a volver a las 7 de la tarde, a dejarme en la celda para que lo piense bien y que posteriormente volveríamos a hablar. Efectivamente me dejaron encerrado toda la tarde y en el horario acordado volvió (el oficial) nuevamente y me llamó aparte. Me preguntó si pensé qué iba a hacer, a lo que volví a responderle que no tenía esa plata. Luego se fue. A las 20:30 más o menos regresó y me informó me podía ir”, no sin antes supuestamente lanzar una frase contundente y recordatoria: “no te olvides de lo nuestro”. Época