Es el depósito judicial conocido como “Ex Zarpa”. Cajas de cambios, ruedas, parabrisas, espejos y asientos de automotores ligados a causas penales desaparecieron de forma “misteriosa”. Hay sospechas hacia un par de efectivos e incluso un empleado municipal.
Como sucedió hace algunos años la Justicia otra vez investiga la sustracción de autopartes del interior de un depósito oficial de vehículos secuestrados, el cual está bajo el cuidado de la Policía. Se trata del predio conocido como “Ex Zarpa”, situado al costado de un camino vecinal de la localidad de Santa Ana, a unos 15 kilómetros de la capital correntina.
Cajas de cambios, ruedas, parabrisas, asientos, espejos retrovisores y otros accesorios fueron desprendidos de diversos automotores que se hallan inmovilizados en relación a causas penales de todo tipo.
De acuerdo a información recopilada por época, en los últimos días reinició una pesquisa similar a la que se produjo años atrás también ante igual delito.
En esta oportunidad existe un agravante puntual: hay sospechas fuertes hacia un par de efectivos policiales e incluso un empleado municipal como los posibles responsables de los desguaces y posterior sustracción, aparentemente con la finalidad de comercialización de las autopartes.
El depósito judicial (un campo de varias hectáreas todo a cielo abierto) está vigilado las 24 horas por hombres de la fuerza de seguridad provincial.
Los ilícitos caratulados lisa y llanamente como “robo” se produjeron sistemáticamente a lo largo de meses, aunque esa realidad chocó siempre con la baja predisposición para avanzar en el intento de saber quiénes cometían los delitos, si es que no existía “encubrimiento” en forma tácita.
Hace un par de semanas, supo época, la versión de nuevos robos volvió a llegar a oídos de autoridades judiciales que decidieron solicitar informes y relevamientos de los vehículos que permanecen secuestrados a la intemperie en aquel depósito, donde existe vigilancia policial todos los días del año.
Detalles preliminares indicarían la reciente faltante (sustracción) de la caja de cambios de un camión y las cuatro ruedas completas de un automóvil de alta gama. También decenas de accesorios de vehículos de diferentes marcas y modelos.
Los robos en el “Ex Zarpa” no son novedad. Es un predio de larga extensión, al cual se accede mediante una tranquera, delimitado solamente con alambrados y en un punto algo alejado del casco urbano del pueblo de Santa Ana.
La “misteriosa” desaparición de autopartes salta a la vista en aquellos rodados de mayor costo o mejores condiciones mecánicas.
Entre los cientos de automotores hay algunos de más de una década prácticamente acopiados como si fueran basura. Sin embargo, tales rodados dependen de la Justicia, en el marco de causas penales en proceso y otras causas ya concluidas.
Una investigación surgida años atrás también salpicó en calidad de “sospechosos” a efectivos de la Policía. Entonces existían ciertos indicios de que eran responsables del desguace con finalidad de venta o uso particular. Pero luego el hecho fue diluyéndose con el tiempo hasta quedar en la nada.
Ahora nuevamente recomenzó la pesquisa ante una repetición “demasiado evidente” de los robos, según dejó trascender una fuente extraoficial.
En este sentido, existirían “rastros” concretos y otros elementos a ser investigados que apuntan a propios integrantes de la Policía (con la supuesta connivencia de un empleado de la municipalidad local) como presuntos autores del delito. Época
