Una de las hipótesis que maneja los fiscales sería que Del Río cometió el crimen para encubrir sus problemas financieros y que iba a terminar “en la calle”
Los fiscales que investigan el doble crimen de Vicente López consideran que el móvil de los asesinatos por el cual está imputado Martín del Río, el hijo menor del matrimonio, fue para encubrir las deudas financieras que contrajo en los últimos dos años y que esto lo iba a dejar “en la calle”.
Se trata de una conclusión que los fiscales de Vicente López Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería dejaron asentada en su pedido de prisión preventiva, luego de analizar las deudas financieras que el menor de los hijos de las víctimas había generado en los dos años que estuvo a cargo de los negocios familiares, debido a los problemas de salud de su padre.
En un primer tramo de la investigación, los fiscales dejan claro que el motivo que desencadenó la decisión de Del Rio fue la imposibilidad de mudar a sus padres al departamento del edificio Chateau Libertador del barrio porteño de Núñez que le habían pedido comprar.
El matrimonio de José Enrique Del Río, de 74 años y María Mercedes Alonso, de 72, creía que ese 24 de agosto, el día del crimen, se mudarían a ese departamento. Sin embargo, de acuerdo con lo firmado por su hijo menor, recién podrían acceder a la propiedad en tres años. Del Río había pagado solo cuatro cuotas de 10 mil dólares de las 36 que estaban previstas que pague y un saldo de 1.265.000 dólares al momento de escriturar.
“Sin temor a equivocarnos, nos hallamos en condiciones de afirmar que esa mudanza no se iba a producir y que la creencia inducida a las víctimas, era producto del engaño propiciado por el aquí imputado. Engaño que adelantamos, es parte del designio criminal que como móvil resultó determinante”, escribieron los fiscales.
Luego, la fiscalía se retrotrajo a lo sucedido en el seno de la familia dos años antes y al rol que pasó a ocupar Martín del Río: “En el período de la pandemia Enrique padeció una suerte de afección que no le permitió estar del todo consciente de la actividad financiera en lo relativo al patrimonio, descansando en todo momento en su hijo Martín, quien libremente disponía del mismo”.
Los fiscales revelaron que esa situación “se revirtió radicalmente en los últimos meses” debido a que Enrique “luego de ser tratado de su afección se recuperó”. Según explica el dictamen eso coincidió “con la debacle financiera de Martín, quien modificó su situación a nivel 5 (deudor irrecuperable) y generó decenas de juicios en su contra, así como cesaciones de pagos recurrentes plasmadas en la causa”.
