Un mes después de que un automovilista atravesara las rejas de la Casa Rosada, en la madrugada del 21 de junio, el Gobierno empezó a tomar recaudos para reforzar la seguridad del perímetro de la Plaza de Mayo. En la mañana de ayer, parte del frente de la Casa de Gobierno, entre la vereda y las rejas que protegen el edificio, amaneció con unos pilotes, denominados bolardos, similares a las que habían sido instalados años atrás en los laterales de las calles lindantes.
"Se hizo por pedido nuestro, el día posterior a que pasó lo del auto", explicaron ayer a Infobae desde la Secretaría General de la Presidencia, que conduce Fernando De Andreis, a cargo de la seguridad y la administración de la Casa Rosada. En la madrugada del miércoles 21 de junio, un Renault 19 gris conducido por un hombre de menos de 40 años dobló por la avenida Rivadavia, irrumpió por la peatonal Balcarce y chocó las rejas del acceso principal de la Casa de Gobierno hasta llegar a la puerta principal.
La escena, cuyas imágenes fueron captadas por las cámaras de los edificios lindantes y que este medio difundió semanas atrás, llamó la atención del juez Sergio Torres, a cargo de la investigación. Torres le pidió al general José Luis Yofre, al frente de la Casa Militar, un plan para mejorar la seguridad en el perímetro.
En las últimas semanas, el Gobierno cambió además a varios de los efectivos de la Policía Federal que custodian a diario el edificio. Y pidió más recaudos. En la reja por la que ingresan todos los días los empleados, en Balcarce 24, los policías están mucho más perspicaces.
En los próximos días, según confiaron, se instalarán además cámaras de seguridad. Y se completarán los pilotes en el resto del perímetro de la Casa Rosada.
La seguridad de Mauricio Macri se vio vulnerada desde que sucedió a Cristina Kirchner. Es, desde los primeros meses de gestión, una de las preocupaciones del entorno presidencial. Primero fueron pedradas en un acto en Mar del Plata junto a la gobernadora María Eugenia Vidal. Después hubo amenazas de todo tipo durante un largo tiempo. En una recorrida por Villa La Angostura, le rompieron el vidrio a la camioneta en la que se trasladaba. En Tandil fue increpado junto a su pequeña hija. Y recibió una docena de escraches en el interior del país y en visitas a distritos bonaerenses al inicio de la campaña.
