Además de los dos cofres para las donaciones, del lugar se sustrajo un ventilador que se encontraba próximo al altar. Se espera que una cámara de seguridad pueda aportar alguna pista para esclarecer el hecho que generó repudio social.
Dos alcancías de la parroquia San Cayetano, en la localidad correntina de igual nombre, fueron robadas ayer. La Policía trabaja en procura de identificar a los ladrones.
El delito se produjo a la madrugada en el templo ubicado a unos 12 kilómetros de la capital correntina, en la comuna de Riachuelo, la cual tres días antes recibió la visita de miles de personas.
Fuentes policiales dijeron a diario época, que si bien los delincuentes escaparon con dinero, éste no correspondía a las principales donaciones de los fieles realizadas el lunes 7 de agosto, día de veneración al santo del pan y el trabajo.
No se descarta que quien haya cometido el crimen, tenía como objetivo dichas donaciones.
Asimismo, autoridades de la parroquia, indicaron que se trataba de dos alcancías: una estaba ubicada en la entrada y otra frente a la imagen de San Cayetano.
No se pudo precisar el momento en el que se produjo el ingreso del o los ladrones, aunque sí se cree que lo hicieron por el costado del templo, donde hay unas puertas vidriadas que llamativamente no fueron forzadas.
Debe aclararse que las fuentes eclesiásticas apuntaron además que los malhechores se llevaron consigo un ventilador que se encontraba próximo al altar. También se comentó que las alcancías estaban vacías al momento de ser hurgadas por los desconocidos.
“Esta mañana (por ayer) nos encontramos con la sorpresa de que una de las puertas del costado del templo estaba abierta. De esta manera notamos que habían arrancado las alcancías”, comentó el párroco de San Cayetano,padre Daniel Danuzo. En ese sentido remarcó que “evidentemente ingresaron pensando que esas alcancías tenían algo, pero a la tarde generalmente se sacan todas las donaciones”.
Dicha medida justamente se realiza por cuestiones de prevención y seguridad, sobre todo ante el arribo de una gran cantidad de foráneos por la fecha religiosa. Es así que los malhechores se habrían ido casi con las manos vacías.
Por otro lado, si bien del hecho no hay testigos, se indicó que existe la posibilidad de que una cámara de seguridad pueda aportar algunos datos sobre quien haya delinquido. “Hay una que apunta donde está la puerta”, indicó el sacerdote quien no descartó que las filmaciones hayan podido captar algo de utilidad para la investigación policial.
Una vez que las autoridades de la parroquia tomaron conocimiento de lo ocurrido, alertaron a la fuerza. Es así que en la seccional están en plena recolección de evidencias.
El hecho obviamente causó indignación en la comunidad. Como antecedente del caso debe recordarse que el año pasado, de la iglesia capitalina San Ignacio de Loyola, se llevaron varios elementos de valor: tres cálices, bandejas de plata, herramientas varias y algunos candelabros, que luego fueron abandonados.