El dueño de un Peugeot 208 robado fue testigo este viernes de un macabro hallazgo cuando fue a un playón policial a retirar el vehículo y encontró el cadáver de un hombre dentro del baúl.
Fuentes policiales indicaron que se trata del cuerpo de un hombre de entre 35 y 40 años, con un tatuaje de un dragón en el hombro, que se encontraba en ropa interior, con la cabeza encintada y sin heridas visibles. El occiso estaba dentro de una bolsa similar a las utilizadas para entrenar boxeo.
Según los primeros peritajes realizados por los médicos forenses, el cuerpo presentaba escoriaciones en ambas rodillas, lo que hace sospechar que fue forzado a estar arrodillado durante un largo lapso de tiempo. En cuanto a la causa de la muerte, que habría sido hace más de 48 horas por el estado de descomposición, podría ser por asfixia según el informe preliminar.
El robo del auto
El robo del vehículo se produjo el pasado 27 de mayo, cerca de las 5:30 de la mañana, en Ramos Mejía, cuando dos delincuentes armados, apoyados por otros cómplices, sorprendieron a su dueño. Este hizo la correspondiente denuncia y la policía emitió un pedido de secuestro del auto.
Casi dos semanas después, a un efectivo de la Policía de la Ciudad le pareció sospechoso un vehículo estacionado en Ávalos al 200, en el barrio porteño de La Paternal. Era el Peugeot 208. Tras constatar el pedido de secuestro, el coche fue llevado al playón de la Comisaría 41, en Villa General Mitre, donde se produjo el hallazgo del cuerpo.