Son muchos los casos de fallecimientos inexplicables y de pacientes lesionados que se han producido en los últimos tiempos en la clínica San Gabriel o Arcángel San Gabriel. Varias de las muertes se produjeron en condiciones dudosas y llamativas, ante la inercia de los controles de los organismos públicos .
José Luis Lacal, se fugó de la Clínica y apareció muerto días después tirado en un albardón cercano al Río Negro, en proximidades del Establecimiento. El caso aún todavía no se investiga.
Enrique José Sandoval supuestamente se suicidó utilizando una sábana en la habitación que ocupaba, que era de máxima seguridad, en la que se alojaba a pacientes que cursaban crisis o brotes psicóticos y de otras psicopatologías que ponen en riesgo al propio paciente o a terceros. Previo al aparente suicidio se supone que Sandoval permanecía sujeto a la cama con bandas de seguridad en muñecas y tobillos
Estos casos no solamente fueron trágicos, sino que reflejaron el pésimo funcionamiento de la Clínica Arcángel San Gabriel. Se agrega el paciente que se escapó de la Clínica y subió a una antena que está en la parte posterior del predio, de donde se arrojó y murió.
L.D.M., que fue declarado incapaz absoluto y que gozaba de la curatela de su madre por decisión judicial también fue un hecho conmocionante. Ingresó a la Clínica el 23 de agosto de 2010, en buenas condiciones, de buen humor, y quedó internado. Días después, precisamente el 28 de agosto, su madre se presentó en la Clínica y vio a su hijo que arrastraba sus pies, muy desorientado, con la mirada dirigida hacia arriba, insensible y muy dopado. El joven comenzó a llorar. El domingo 29 la mamá fue citada a la Clínica. Encontró a su hijo acostado en una cama, con su mano derecha totalmente ampollada. Había sufrido quemaduras de tercer grado, por lo que decidió llevarlo al Sanatorio Galeno por sugerencia de los directivos de la Clínica, que recomendaron un traslado urgente porque allí no podían asistir al paciente. Después fue intervenido quirúrgicamente y permaneció en estado de postración. No podía caminar ni manejar su mano derecha. Permaneció postrado e inmovilizado, y luego en silla de ruedas. Le habían hecho un formidable “chaleco químico”, que llevó un proceso de desintoxicación de dos meses.
Murieron cuatro mujeres más
A la madrugada del pasado viernes 2 de junio se produjo un incendio en la Clínica San Gabriel o Arcángel San Gabriel. Murieron cuatro mujeres, dos de ellas menores de edad y discapacitadas, provenientes de Formosa, que tenían 17 años y eran gemelas. Las dos restantes contaban con 40 y 54 años de edad
El incendio se produjo en una de las habitaciones del área Centro de Día, que es uno de los tres servicios que presta la Clínica. También funcionan un psiquiátrico y un Centro de rehabilitación de adicciones.
En la habitación había cuatro camas de madera de una plaza, con colchones de espuma de poliuretano, altamente combustible, y ropa de cama.
El fuego produjo la destrucción parcial de una cama de una plaza, con colchón y ropa de cama, cortinas, ropas, una silla de ruedas y tiznamiento de paredes y techo del recinto.
En el piso de la habitación los bomberos encontraron un caloventor que combustionó, prendas de vestir, cableado eléctrico y tiznamiento de paredes y techo.
El procurador general Jorge Canteros informó a Diario Chaco que tanto el tablero detector de incendios, como las alarmas y el sensor de humo estaban fuera de servicio, según el informe brindado por Bomberos al fiscal que investiga el caso, Héctor Valdivia.
Los familiares reclaman esclarecimiento
Familiares de los fallecidos, con el apoyo de sus vecinos, se manifestaron el lunes 5 frente al edificio donde funcionan las fiscalías de investigación penal y el Superior Tribunal de Justicia. Piden esclarecimiento y responsabilizan al Estado en función de que la mayoría de las internaciones que se disponen en la clínica San Gabriel derivan de decisiones tomadas por obras sociales estatales y por el Poder Judicial, que no controlan el funcionamiento del citado Establecimiento.
La Clínica fue creada por el reconocido psiquiatra Edgardo Rched Moselli, ya fallecido. La estructura legal y societaria del Establecimiento fue cambiando de denominación con el paso del tiempo, luego de los numerosos juicios entablados contra la entidad por las muertes de pacientes y otros avatares raros e inexplicables que allí ocurrieron, que nos recuerda el fatídico funcionamiento del Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda de la Ciudad de Buenos Aires, popularmente conocido como el Borda, que cuenta con un abundante historial de grandes tragedias.