El hallazgo del cuerpo de dos jóvenes se produjo en un domicilio de la localidad de Santo Tomé y el fiscal Facundo Cabral comentó detalles del caso. La data de muerte de ambos cuerpos tiene una diferencia de tres horas según el forense. El joven, después de quitarle la vida a su novia, arrojó los teléfonos celulares en un balde con agua sucia.
El pasado viernes a la mañana se produjo el hallazgo del cuerpo sin vida de una joven de 19 años y de su pareja de 20 en un dormitorio de una vivienda de la localidad de Santo Tomé. El fiscal Cabral relató a Sudamericana que quedó ratificada la versión inicial de que se trató de un femicidio seguido de suicidio, dado que el joven asesinó a su novia y después se quitó la vida.
El hallazgo de ambos cadáveres se produjo cuando la madre del masculino llegó a la casa en la que la pareja vivía. Ambos convivían en la propiedad perteneciente a la madre de la joven. La mujer comentó que golpeó insistentemente y al no recibir respuesta, forzó una ventana y pudo ver el terrible cuadro.
Inmediatamente, llamaron a la policía, que ingresó y encontró a la joven en la cama y a su novio colgado, ambos sin vida. El fiscal comentó ambos mantenían “una relación que tenía problemas de violencia”. En la habitación no se encontraron signos de pelea porque “no habían cosas revueltas y no tenía apariencia de una escena de violencia previa, ni tenían signos de defensa en sus cuerpos”.
El funcionario judicial relató cómo el joven terminó con la vida de su novia y cómo posteriormente finalizó la suya. El médico forense determinó una diferencia de tres horas entre la muerte de ella y la de él. Si bien en un principio no se encontraron los teléfonos celulares de la pareja, después se hallaron en un balde con agua sucia.
“Él meditó lo que iba a hacer”, deslizó el fiscal y agregó en Sudamericana que el joven envió antes del suicidio un mensaje a su padre “a modo de despedida”. Adelantó que con la muerte del femicida, “queda extinguida la acción penal”.