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Policiales Ocupas

Tras nuevas tomas en el Pirayuí II instalaron fuerte custodia policial

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Crédito: 69221

Ayer personal del Grupo Táctico Operacional (GTO) se hizo presente en la zona de conflicto. Además tomó contacto con las personas que se encuentran en el asentamiento y los vecinos que denunciaron las últimas ocupaciones. Se habrían demolido algunas estructuras.


El pa­sa­do fin de se­ma­na, un gru­po de ve­ci­nos de las 500 Vi­vien­das del Pi­ra­yuí II, de­nun­cia­ron que per­so­nas or­ga­ni­za­das in­gre­sa­ron a un pre­dio pri­va­do con el ob­je­ti­vo de ins­ta­lar­se allí. Ade­más se­ña­la­ron que pe­se a que die­ron avi­so a la Po­li­cí­a, no hu­bo res­pues­ta in­me­dia­ta. Ayer, per­so­nal del Gru­po Tác­ti­co Ope­ra­cio­nal (GTO), se acer­có al lu­gar pa­ra cons­ta­tar el es­ta­do de si­tua­ción.


El pun­to del con­flic­to se ge­ne­ra a es­ca­sos me­tros de la ca­lle prin­ci­pal del com­ple­jo ha­bi­ta­cio­nal, que fue inau­gu­ra­do ha­ce sie­te años, por el Ins­ti­tu­to de Vi­vien­das de Co­rrien­tes (IN­VI­CO) y unas dos cua­dras de la co­mi­sa­ría 20.


Los ve­ci­nos más com­pro­me­ti­dos con la cus­to­dia del pre­dio y la ne­ga­ti­va, de que los ocu­pas ga­nen es­pa­cios, de­nun­cia­ron que el sá­ba­do por la ma­ña­na, per­so­nas des­co­no­ci­das con ca­mio­ne­tas, ba­ja­ron ma­te­ria­les de cons­truc­ción e in­me­dia­ta­men­te co­men­za­ron el ar­ma­do de vi­vien­das.


De acuer­do a la in­for­ma­ción su­mi­nis­tra­da por tes­ti­gos del he­cho, hom­bres y mu­je­res ba­ja­ron ti­ran­tes, cha­pas y la­dri­llos.


Si bien el asen­ta­mien­to es­tá con­so­li­da­do, lo que más pre­o­cu­pa a los ha­bi­tan­tes del com­ple­jo ha­bi­ta­cio­nal, es que ca­da vez es­tán más cer­ca y te­men por la in­se­gu­ri­dad e in­con­ve­nien­tes con los ser­vi­cios bá­si­cos.


”Lo que nos pre­o­cu­pa es que ca­da vez es­tán más cer­ca de las vi­vien­das. Lu­cha­mos mu­cho pa­ra que se res­pe­te el mar­gen de dis­tan­cia. La­men­ta­ble­men­te, es­tos nue­vos ocu­pas es­tán lle­gan­do ca­si al fren­te de mi ca­sa”, di­jo uno de los ve­ci­nos de las 500 Vi­vien­das, que op­tó por pre­ser­var su iden­ti­dad por una cues­tión de se­gu­ri­dad.


Lue­go de que es­ta si­tua­ción to­ma­ra es­ta­do pú­bli­co, los ve­ci­nos ges­tio­na­ron una reu­nión con el mi­nis­tro de Se­gu­ri­dad, Ho­ra­cio Or­te­ga. La mis­ma de­bió re­a­li­zar­se ayer. Por cues­tio­nes de agen­da, el fun­cio­na­rio so­li­ci­tó a los ve­ci­nos de las 550 Vi­vien­das pos­ter­gar el en­cuen­tro 24 ho­ras. Es por eso, que en la ma­ña­na de hoy, se­rán re­ci­bi­dos en la se­de de la car­te­ra mi­nis­te­rial de ca­lle Sal­ta.


Fuen­tes cer­ca­nas al Mi­nis­tro in­for­ma­ron a épo­ca, que el sub­se­cre­ta­rio de Se­gu­ri­dad, Luis Bra­vo y el ti­tu­lar del área de Se­gu­ri­dad Ciu­da­da­na, Jor­ge Be­ní­tez Si­vo­ri, to­ma­rán con­tac­to con las per­so­nas que se en­cuen­tran pre­o­cu­pa­das por las nue­vas to­mas de te­rre­nos.


Ade­más del com­pro­mi­so de es­cu­char los re­cla­mos, el Go­bier­no pro­vin­cial de­ci­dió to­mar car­tas en el asun­to.


Ayer, du­ran­te gran par­te de la jor­na­da, per­so­nal po­li­cial re­a­li­zó con­tro­les en el asen­ta­mien­to y dis­pu­so un mó­vil del GTO, en la zo­na de ma­yor con­flic­to por es­tas ho­ras.


“No te­ne­mos na­da que es­con­der así que ac­ce­di­mos a las pre­gun­tas de la Po­li­cí­a. So­mos gen­te po­bre pe­ro de tra­ba­jo. No ten­go an­te­ce­den­tes. Lo úni­co que que­re­mos es un te­cho pa­ra nues­tros hi­jos”, re­mar­có una de los hom­bres asen­ta­dos ha­ce cin­co años.


Por su par­te, ve­ci­nos de las 550 Vi­vien­das in­for­ma­ron a épo­ca, que en al­gu­nos ca­sos, los obli­ga­ron a de­mo­ler las nue­vas cons­truc­cio­nes. “Por lo que pu­di­mos ver, las fi­las de la­dri­llos hue­cos que fue­ron ins­ta­la­dos el úl­ti­mo sá­ba­do, ayer es­ta­ban des­trui­das”, di­jo uno de los ha­bi­tan­tes de las 550 Vi­vien­das.

“La ver­dad en­ten­de­mos que hay una ne­ce­si­dad de vi­vien­das en la pro­vin­cia, pe­ro no es jus­to que no­so­tros que pa­ga­mos nues­tros im­pues­tos, ten­ga­mos di­fi­cul­ta­des con el agua y la ener­gí­a; y en al­gu­nos ca­sos con la se­gu­ri­dad”, se­ña­ló una mu­jer que vi­ve des­de que se inau­gu­ra­ron las vi­vien­das del IN­VI­CO.


“Más allá de la pre­sen­cia de la Po­li­cía que­re­mos que los fun­cio­na­rios de la pro­vin­cia es­cu­chen nues­tros pe­di­dos”, en­fa­ti­zó uno de los hom­bres que de­ci­dió re­a­li­zar la de­nun­cia an­te los efec­ti­vos de la co­mi­sa­ría vi­gé­si­ma de es­ta ca­pi­tal.

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