Terminada la historieta de la re-reelección, seguramente escondida en alguna cláusula de la reforma constitucional que tuvo su tiro de gracia en la última sesión de Diputados; es momento de pensar en lo que se viene para los tiempos electorales en una provincia altamente politizada. Si bien se sostiene que Horacio Ricardo Colombi estaba confiado en alcanzar la “re-re” por los caminos convencionales; nadie se esperaba un Plan “B” para esta circunstancia.
Mucho menos que el nombre de su antecesor, Arturo Alejandro Colombi, volviera a estar en el centro de la escena, como el nuevo eslabón que tiene Encuentro por Corrientes para continuar en el poder en la Provincia.
Parece descabellado. Pero Ricardo no olvida aquel consejo “ganador” de sus encuestadores preferidos cuando le susurraron muy seguros que el apellido “COLOMBI”, así bien grande, es lo que impacta en la boleta. Para lo que fuera.
Corría el año 2005 y, por entonces, el “Mono” era el gran candidato a quedarse con todos los números para la sucesión del primer gobierno de Colombi (período 2001/2005). No obstante en las encuestas no figuraban buenas mediciones ni para Vignolo ni para “Checho”. Solo medía bien –según Zuleta- cuando se ponía en el rubro ‘Candidato’ el apellido Colombi.
Entonces el gobernador saliente no tuvo más remedio que echar mano a su por entonces ministro de Obras y Servicios Públicos, Arturo Alejandro Colombi. No había otro.
Los unía el espanto de saberse fuera del gobierno. Lo mismo que podría ocurrir hoy. Porque a la hora de cuidar el poder, lo primero es la familia o el apellido y el retorno del ‘Rey Arturo’ no sería descabellado.
“Si bien Gustavo y Peteco son buenos muchachos, no les alcanza con eso para ser buenos candidatos” y en la vereda de enfrente “se ponen servilletas, cuchillos y tenedores”, para devorarse esta aparente ventaja que tendrían sus futuros rivales políticos. Nada menos que por la gobernación de Corrientes.
A este interesante comentario llegado a nuestro portal, se agrega que “es muy difícil que esto último se dé”, porque se sabe que una montaña electoral se mueve solamente con una montaña de dinero. Y hoy “Fabián no tiene ni para pagar sueldos, menos podrá encontrar recursos para una campaña política tan importante”. Lo mismo podría ocurrir con la buena imagen de Camau Espínola. Otro que pinta lindo. Pero a la hora de echarle mano al bolso, las monedas precisamente no abundan para semejante candidatura.
Pero en un truco de cuatro. Es posible pronosticar el resultado entre la pareja Fabián-Camau (PJ) vs. Peteco-Valdes (UCR).
En consecuencia, el gobernador no querría correr ningún riesgo y apostaría todo a ganador con el retorno de Arturo. Evocando aquella sugerencia de hace más de diez años de su consultor preferido Enrique Zuleta Puceiro.
En el medio solo quedarían “sensaciones” de una supuesta deslealtad del primo hacia Ricardo y la próxima boleta a gobernador llevaría nuevamente el apellido “COLOMBI” bien grande, aunque con letra un poco más pequeñas la invitación a votar por Arturo Alejandro.
Flotan las dudas sobre un aparente impedimento del ‘rey’ para esta candidatura por algunas causas judiciales (Publicidad) que lo inhabilitarían. Lo que no sería mayor impedimento ante lo que siempre se escucha entre las viejas paredes pintadas de rosa, porque según se dice “el hombre” levanta el teléfono rojo y se duermen algunos expedientes que bien podrían comprometer a más de uno.
Porque los une el espanto y el temor de perder el calor del poder: Arturo es la alternativa. Al fin y al cabo lo primero es la familia y, como se dice, el hombre es el único que tropieza dos veces con la misma piedra. Pronto se sabrá.
