El Senador electo intentó esquivar las críticas luego de lo que fue una pésima performance del Frente para la Victoria, que apenas se alzó con menos del 19% de los votos, perdiendo en casi todas las comunas de Corrientes, excepto en Mantilla. El otrora (¿) exégeta de Camau promete abrir el debate puertas adentro, aunque en los hechos, el fabianismo estaría dispuesto a sostener la estrategia de siempre: no dar explicaciones y reaparecer cuando se pongan en juego nuevos cargos. Ríos analiza no asumir mientras, Barrionuevo intenta pasar desapercibido en medio de los vientos huracanados que soplan en el peronismo.
"La autocrítica la vamos a hacer hacia adentro". De esta manera intentó gambetear la coyuntura justicialista el senador electo, Martín Barrionuevo. Fue explícito al solicitar mediáticamente (valga la redundancia) que el debate se dé "con las puertas cerradas, no en los medios". Sin dudas, porque en este terreno el electo legislador lleva las de perder. Con bolilla negra en casi todos los medios, en las últimas horas se quejó de que Canal 13 ni LT7 le dieron aire.
Lo de Barrionuevo fue un intento de acallar las voces críticas que brotaron en toda la geografía provincial y hasta nacional, puesto que la paliza del domingo frente a los radicales macristas dejó en posición deslucida al tándem Fernández-Fernández, que en breve comenzará la campaña por el país para ir a las Paso con el impulso necesario para llegar a octubre.
Lo cierto fue que esta súplica del Diputado se dio luego de que referentes de distintos espacios cargaran las tintas contra los mariscales de la peor derrota que sufrió el peronismo, que además de menguar notoriamente su representación legislativa provincial sólo alcanzó ocho de las 106 bancas de concejales en disputa en todo el territorio provincial.
"Estoy en contra de una intervención y creo que eso está muy alejado de lo que quiere cualquier compañero del peronismo", dijo para obviar los miles de cuestionamientos surgidos desde toda la geografía correntina contra él y sus aliados de la denominada Cooperativa del PJ.
Es que más allá de esta exhortación a "lavar los trapos sucios en casa", lo cierto fue que la dirigencia y la militancia los instaló como los hacedores de la derrota más estrepitosa de los últimos 20 años, responsables del robo del sello (frenado por la Justicia), de la apropiación ilegítima de la sigla FpV y de incumplir todos los acuerdos establecidos entre las diferentes líneas del peronismo local, así como de desconocer decisiones orgánicas del partido. O sea, de esmerilar las bases estratégicas electorales que derivaron en un vergonzoso resultado en las parlamentarias.
Está claro que en la sociedad los llamados "bucaneros" no pasaron el examen. Vistos como marginales del sistema político, el Gobierno apuntó a que se cocinaran en su propia salsa al dar vía libre a la participación electoral que, de no haberse dado en una estricta aplicación del derecho, podría haberlos victimizado sin poner en blanco sobre negro el real potencial electoral que quedó claramente de manifiesto.
Barrionuevo ensayó, sin mucha verosimilitud, un discurso conciliador, asegurando que "el camino es cerrar un poco algunas heridas que se hayan abierto", e instando a una supuesta unidad: "A partir del 3 de junio. El llamando es para todos, para encarar las elecciones nacionales que se vienen", dijo obviando que para convocar hay que tener una autoridad y legitimidad que las urnas le negaron.
De todas formas, se espera que la dirigencia reclame gestos contundentes a nivel institucional, con pedidos de pasos al costado necesarios que terminen con el accionar de un grupo de presuntos referentes que, en cada turno electoral, resultan los únicos beneficiarios de meros cargos públicos, dejando el armado de poder y la grandeza partidaria en un segundo y muy lejano plano.
Esta vez, como la ocurrida a principios de año, los peronistas correntinos no le darán cabida a supuestas convocatorias orgánicas impulsadas desde el fabianismo. Se organizará un mitin para que éstos den explicaciones y actúen en consecuencia ante los compañeros. El Libertador
