Tras su entusiasmo por el acuerdo alcanzado con CAMMESA, donde se resignaron varios millones de pesos de las regalías de Yacyretá para saldar la monumental deuda que tenía la Dirección Provincial de Energía (más de $6.000 millones), generada por todas las administraciones radicales durante 20 años, el gobernador Valdés se marchó a vacacionar a Bariloche, donde le gusta practicar esquí.
Como da cuenta también hoy el Diario 1588, el ituzaingueño no escatima en aprovechar cualquier feria para descansar, como cuando en el verano recorrió Uruguay, Brasil, Chile, Perú, Estados Unidos, México e Italia, entre diciembre de 2018 y enero de 2019, en una rotation de alta gama.
En la verdadera cara de la sociedad, Corrientes se destaca muy mal por registrar un alto porcentaje de niños pobres (más de 200.000) y otros miles están sumidos en la indigencia (72.000 niños), según el informe del Observatorio de Pobreza del CIPPES.
Una especie de los Unos que disfrutan de sus vacaciones y, los Otros, que sufren el hambre y el olvido.
Pero la alegría del gobierno radical pasó en los últimos días por el pago $6.000 millones del agujero negro de la DPEC ante CAMMESA, realizado con fondos de las regalías de la hidroeléctrica ubicada justamente en la ciudad natal de Gustavo Adolfo Valdés.
Recursos millonarios, que hubieran tenido como destino al desarrollo de la provincia pero que, infelizmente, terminaron en la cancelación del inmenso pasivo generado por el derroche ocurrido en los últimos 20 años en el ente energético estatal.
Alguna vez el diputado radical, Carlos Isidro Roldán, adelantado en el tiempo, proyectó una ley que se sancionó por unanimidad en la legislatura, que determinaba que las regalías debían ser utilizadas exclusivamente para el desarrollo y crecimiento de Corrientes.
Paradójicamente fue una intervención federal radical y el posterior gobierno ucerreista en la provincia, que desechó la norma.
