Es increíble, en Corrientes, la provincia del Acuífero del Iberá, los niños campesinos no tienen agua. El reclamo es de la Federación Campesina Guaraní cuyos integrantes que viven en el barrio Martino perteneciente al Municipio de Santa Rosa.
La raíz del conflicto radica en una disputa inmobiliaria por 104 hectáreas que son ocupadas hace más de veinte años por alrededor de medio centenar de familias que contienen a más de doscientos niños. Invocando una medida judicial, las máquinas municipales cortaron los conductos que proveían de agua a las canillas públicas del asentamiento, constituido por familias de escasos recursos que se dedican a trabajar la tierra.
Las miradas apuntan al intendente Pedro Maidana y a la comisión vecinal de saneamiento que le cortó al suministro a la gente, en su mayoría niños que concurren a la escuela, cuando pueden, atesorando botellas de agua, con más de 38 grados de temperatura.
Con termómetros superiores en sensación térmica a los 40 grados, los niños tienen que ir a cada rato a buscar agua, porque en el marco de un conflicto de tierras, con maquinaria del Municipio de Santa Rosa rompieron los caños de provisión de agua. Los pobladores de la zona aseguran que “nunca sacian su sed de dinero, dejaron a más de 200 niños sin agua a escasas semanas del verano” y con más de 38 grados de temperatura diaria. Los consideran “criminales amparados por los poderes fácticos”.
“No, no es África. Es la República de Corrientes”, rematan indignados.
NIÑOS CAMPESINOS SIN AGUA
Así se dio la protesta de la FeCaGua en el Municipio de Santa Rosa, bajo la proclama “¡Agua y Justicia ya! ¡El Campesinado del B° Martino lo merece!”
Elevaron su voz de protesta reclamando por la situación que se encuentran las campesinas y los campesinos correntinos que viven sin agua en el barrio Martino Norte en Santa Rosa.
La Asociación Vecinal de Saneamiento de Santa Rosa (ASVESA), a cargo de Lorena Rigoni, se niega a otorgar un derecho tan elemental como el servicio de agua potable a más de sesenta familias del barrio ubicado en la zona periurbana de la localidad.
Con la excusa que existe una medida judicial de no innovar, dejó sin agua a todas estas familias entre las que se encuentran 130 niños y niñas, algunos muy pequeños.
Si bien esta medida dictada por el juez de Instrucción y Correccional, Ramón Alberto Ríos, está vigente, el pedido viene de larga data, mucho tiempo antes que la orden sea impartida, ya que existen familias con muchos años de antigüedad en el terreno.
Peor aún luego de la medida dictada, el municipio y ASVESA retiraron las mangueras ubicadas en la periferia del terreno que conectaban las escasas canillas públicas con las que contaban las familias, en un claro intento de hostigamiento.
El terreno se encuentra inmerso en un litigio entre las familias poseedoras y un vecino que se autoproclamó dueño de las 104 hectáreas en las que se halla establecido el barrio.
El proceso judicial está cargado de irregularidades desde el comienzo con denuncias cruzadas y ninguna prueba fehaciente que el supuesto dueño sea legítimo. Lo único cierto son los años de posesión fácilmente demostrables por estas familias y el reclamo desesperado por el acceso al agua potable, no solo para consumo diario sino para sostener la escasa producción que han sabido mantener en precarias condiciones.
Exigen al juez Ramón Ríos, a la Asociación Vecinal de Saneamiento de Santa Rosa a cargo de Lorena Rigoni y al intendente Pedro José Maidana la inmediata resolución de este problema. “No puede ser que continúen sin el acceso a algo tan básico como el agua especialmente en esta temporada con altas temperaturas”, se escuchó.
La Federación Campesina Guaraní de Corrientes (FECAGUA) se encuentra en estado de alerta y movilización hasta que se llegue a una solución concreta y definitiva.
COMENTARIOS
“Que dejen sin agua al intendente y a sus secuaces, que vean lo que es tener sed y no poder hacer prácticamente nada porque el agua es vital para todo; sin agua no hay vida”.
“Apoyemos con todo lo que podemos y tengamos fuerza por todas esas familia con chicos que no tienen la culpa de nada y, mucho menos, tener gente de mierda sentada rascándose el higo todo el día frente a un escritorio”. (Sonia Sosa)
“Le pregunto al intendente qué le hicieron esos chicos a él y a sus secuaces, mirarlos (con una sonrisa o con amor, con ternura o le mostraron un juguete); porque un inocente es lo que te da; qué se le cruza por la cabeza, por el corazón, si es que lo tiene, para hacer lo que están haciendo. Cómo pueden, en el nombre de Dios sacarle algo que es muy importante y que por derecho les pertenece, les corresponde. Santa Rosa estoy con ustedes, soy mamá, ama de casa y aquí estoy gritando con ustedes alzando mi vos.
Fuerza somos mucho y somos humanos; tenemos derecho enseñémosles cuáles son. Fuerza”. (Sonia Sosa)