En una sesión especial pedida por los diferentes bloques opositores, se debaten diferentes proyectos de resolución y declaración que piden el "restablecimiento del orden constitucional y la democracia" en el país vecino.
En tanto, desde Cambiemos llegaron con un texto común que evita hablar de "golpe de Estado" para diluir las diferencias interbloque.
La Cámara de Diputados vuelve a reunirse esta tarde, tras siete semanas de escasa actividad parlamentaria con motivo de las elecciones, para tratar la situación en Bolivia tras el golpe de Estado que precipitó la renuncia del mandatario Evo Morales.
La sesión especial que comenzó 16.30 fue solicitada por diputados de diferentes bloques de la oposición -Frente para la Victoria, Frente Renovador, Justicialista, Consenso Federal, Frente de Izquierda, Movimiento Evita y Red por Argentina-, al que se sumó el legislador del PRO, Daniel Lipovetzky.
Los distintos proyectos de resolución y declaración que se pondrán en consideración repudian "el golpe de Estado en Bolivia", así como solicitan el "restablecimiento del orden constitucional y la democracia" en el país vecino.
La necesidad de la oposición de condenar el golpe de Estado en Bolivia desde el ámbito legislativo también surgió en respuesta al tibio comunicado de la cancillería argentina, que prefirió hablar de un "periodo de transición" abierto por las "vías institucionales que establece la Constitución de ese país".
Así, el proyecto de Resolución del Frente para la Victoria, en sus fundamentos por ejemplo considera que la Argentina tiene que "manifestar su enérgico repudio a cualquier interrupción de un gobierno democrático, sin eufemismos, ni relativizando la gravedad de lo sucedido en el país hermano".
En Cambiemos, en tanto, estaban hasta ayer las posiciones más divididas. La UCR había emitido un comunicado repudiando el golpe de Estado, mientras la Coalición Cívica siguió la línea del Poder Ejecutivo y del PRO responsabilizando a Evo Morales de promover “el inicio de la alteración del orden constitucional y democrático en Bolivia”.
Para evitar dar una muestra de debilidad y poder garantizar el quórum, desde el interbloque oficialista que lidera el radical Mario Negri se trabajó en un texto común que resolviera las diferencias. Así, el proyecto de Resolución que presentaron evita hablar de que hubo un "golpe de Estado" en Bolivia pero repudia “los ataques contra el sistema democrático, sufridos por el Estado plurinacional de Bolivia, las condenables intervenciones Policiales y Militares en el proceso político, como así también las gravísimas alteraciones a la voluntad popular que desembocaron en el anuncio de una nueva convocatoria a elecciones Presidenciales”.
A su vez, “rechaza cualquier golpe contra la Democracia y todo tipo de violencia” y ratifica el compromiso con la cláusula democrática de la OEA.
La iniciativa lleva las firmas de Juan Manuel López de la Coalición Cívica, Àlvaro González del PRO y Mario Negri de la UCR. .
La sesión comenzó tras la finalización de la Asamblea Legislativa, un paso formal previsto en el Código nacional Electoral en el que ambas cámaras reunidas proclamaron a la fórmula ganadora de las elecciones, finalizado el escrutinio definitivo.