Luego de la reunión que Alberto Fernández encabezó con el comité de expertos, el ministro de Salud, Ginés González García, explicó en conferencia de prensa que “unánimemente todos han opinado que hay que prorrogar la cuarentena”. Además, el funcionario anticipó que en el transcurso del día de hoy, el jefe de Estado hará el anuncio con los detalles de la extensión.
“Tengo entendido que el Presidente de la Nación, que encabeza esta estrategia, va a hablar con la Nación Argentina. No sé bien a qué hora será pero él es el que transmitirá esta decisión”, sostuvo. Cuando un periodista le preguntó si será hoy, domingo, cuando Alberto Fernández informe la nueva disposición, respondió que sí, “seguramente sí”.
Ginés González García se mostró optimista con las estadísticas que vienen arrojando los indicadores actuales. “Tenemos el orgullo que en el mundo se hable del modelo argentino. Porque no solo hemos comenzado con acciones muy fuerte desde el principio sino porque además las hemos hecho todas juntas: hemos iniciado antes y con muchísima más intensidad las medidas”.
“Las decisiones siempre van a ser de acuerdo con la evolución, con las curvas, con los indicadores. Yo no le voy a decir ahora lo que va a pasar en abril o a principios de mayo. Ni yo ni nadie. Lo que estamos es previendo las cuestiones que pueden suceder y, sobretodo, ganando tiempo. Porque todos los días estamos mejor: mejor en preparación, mejor en recursos, mejor en diagnóstico”, expresó el ministro en virtud al avance de la pandemia en la Argentina.
Anunció, a su vez, que han descentralizado las pruebas diagnósticas en 35 laboratorios del país y distribuido por las 24 jurisdicciones 35 mil reactivos. Esta iniciativa concederá una mayor capacidad de análisis del virus Covid-19 en todo el país, lo que redundará en un aumento significativo de los infectados. “Seguramente, por la natural evolución del ciclo de la epidemia más la mejora en la capacidad de diagnóstico, va a haber más casos en los próximos días. Implica, nada más, un seguimiento estricto de lo que vamos haciendo. No hay que asustarse”, aclaró. A su vez, celebró que “hasta ahora venimos por debajo de la curva de simulación”.
El ministro remarcó que los niños no son un grupo de riesgo pero sí un mecanismo de transmisión, dijo que los respiradores son un recurso crítico, no solo en Argentina, sino en todo el mundo y que para garantizar el abastecimiento y la distribución equitativa de los aparatos se decidió centralizar la compra, y respondió una consulta periodística sobre la probabilidad de que la expansión del virus aborde todo el Conurbano, uno de los mayores temores del presidente Alberto Fernández.
“No podemos resolver una situación de muchos años de debilidad. El Conurbano, que tiene la mayor cantidad de pobres de la Argentina, es un problema de la Argentina. Se está trabajando en una unidad del Área Metropolitana de Buenos Aires, tanto la Ciudad, la Provincia y la Nación para tratar estos temas. Estamos permanentemente buscando alternativas y mirando a todos, pero particularmente a los grupos más vulnerables. Y en el Conurbano esta vulnerabilidad existe y sobretodo por la magnitud de su problema”.
Gines habilitó las apreciaciones del panel de expertos que lo acompañó a la conferencia para brindar respuestas sobre diversos temas referidos al coronavirus. Sobre los pronósticos de extensión de la cuarentena, Tomás Orduna, jefe de Medicina Tropical del hospital Muñiz, indicó: “En la sugerencia dada por el grupo, la prolongación debe continuar de la misma manera. Independiente de la fecha de hasta cuándo sería la cuarentena, de continuar tiene que serlo de la misma manera, muy férrea. Después se verá en diferentes momentos, qué cosas, como pequeños grifos, se puedan ir abriendo. Pero por el momento, los grifos siguen todos cerrados”.
En el mismo sentido se manifestó el director científico de la Fundación Huésped, Pedro Cahn. Ensayó una proyección del virus por fuera del plazo estimado de la cuarentena total. “El coronavirus no se va a terminar, no va a desaparecer. Va a seguir circulando, como sigue circulando el virus de la influenza. Esto va a requerir que ciertas cosas que aprendimos durante este proceso tan inesperado tengamos que integrarlas. El lavado de manos llegó para quedarse. El día que no tengamos ninguna restricción vamos a seguir recomendando el lavado de manos. La higiene respiratoria, no toser en forma pública y utilizar el pliegue del codo, llegó para quedarse. Ciertas medidas de distanciamiento social van a ser las últimas en irse”.
Por eso, interpreta que las actividades normales irán acomodándose de a poco a la dinámica cotidiana cuando se decrete el fin del aislamiento. “No se va a levantar la cuarentena como tal. Vamos a pasar a una segunda fase. No piensen que se van a abrir las canchas de fútbol y que vamos a ir todos a ver a nuestro equipo. Los grandes espectáculos públicos van a estar en la última fila porque lo que queremos evitar son justamente las grandes congregaciones. Imagínense un proceso de salida progresiva en la cual vamos a ir adquiriendo unas facultades que hoy tenemos restringidas. No es que un día apretamos ON y estamos en cuarentena, al otro día apretamos OFF y se terminó la cuarentena. Porque el virus no viene hacia nosotros, nosotros vamos hacia el virus si no cumplimos con la cuarentena”.
Los expertos que estuvieron fueron la embajadora especial de la OMS/OPS para América Latina y el Caribe, Mirta Roses; el director científico de la Fundación Huésped, Pedro Cahn; el titular de la Sociedad Argentina de Infectología, Omar Sued, y los especialistas Ángela Gentile, jefa de epidemiología del hospital Ricardo Gutiérrez, Pablo Bonvehi, el ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, Gustavo Lopardo y Tomás Orduna.
Por el lado de los funcionarios, dijeron presente la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi y el asesor presidencial Alejandro Grimson.
El grupo de expertos venía reuniéndose desde enero en el Salón Gris del Ministerio de Salud de la Nación, donde solían sumarse algunos responsables del área sanitaria, más que nada el ministro de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, distrito donde impacta en forma directa el virus.
Allí, en el edificio que fue de Obras Públicas en década del 40, siguen constituyéndose los consensos de base científica. Pero, la velocidad de la emergencia sanitaria los llevó a trasladarse en varias oportunidades a la Casa Rosada, donde fueron aconsejando al Presidente la necesidad de tomar drásticas medidas de aislamiento para contener la llegada del COVID-19 y, así, darle tiempo al sistema de salud a prepararse para enfrentar la llegada masiva de los contagios.
Fernández mantuvo tres reuniones en la Rosada con ellos y sus consejos fueron cruciales para el cambio de dirección que tomó la Argentina en el más grande desafío sanitario que vivió la humanidad, una pandemia de dimensiones dramáticas, para la que todavía no existe retroviral comprobado ni vacuna, aunque las principales potencias están haciendo ingentes esfuerzos para desarrollarla, y cuanto antes.
En el Gobierno hay un “moderado optimismo” respecto a la curva de casos positivos del COVID-19 que crecen a un ritmo menor al esperado, por el freno al ingreso de argentinos y extranjeros al país y, quizás, por efectos de la cuarentena. En principio, esto podría traducirse como una circulación local todavía limitada, aunque es demasiado pronto para asegurarlo. “Creemos que la cuarentena va a tener impacto. Es lógico. La duda es si impacta algo o si impacta mucho”, dijo un funcionario consultado ayer por Infobae, abocado tiempo completo al intercambio de información con otros países.
Concluida el encuentro con expertos, está previsto que el Presidente organizará encuentros virtuales similares con gobernadores, empresarios, sindicalistas y dirigentes políticos. Lo que estaría buscando es un amplio consenso político para dar continuidad a la cuarentena, lo que llevará a un duro parate económico que, espera, pegue un salto hacia arriba con la base segura de que la salud de la población se mantuvo por debajo de los índices mundiales.
“Argentina podría ser un experimento positivo para el mundo”, se ilusionaba un funcionario de Salud esta mañana.