Rodolfo Martínez Llano destacó que un 45% es un buen piso, considerando cómo se planteó la recta final de las elecciones. Camau hizo un buen papel en condiciones adversas. "El apoyo nacional, en el mejor momento de Macri, fue determinante", señaló. El referente peronista indicó que ahora lo importante es poner la mira en el domingo 22. "Debemos consagrar nuestro diputado nacional", puntualizó. Admitió que hay cuestiones que analizar, propias de toda derrota, pero que ello debe plantearse después de las elecciones nacionales, en un debate puertas adentro del partido. Remarcó que, aunque se perdió Goya y Curuzú Cuatiá, además de la Capital, se lograron intendencias emblemáticas como Paso de los Libres, Esquina, Concepción y San Roque, además de muchas otras con menor caudal electoral. "Nosotros creemos que el diputado 15 es de nuestro frente", manifestó.
"Aunque esperaremos el veredicto del escrutinio. Hay que agradecer a los que han trabajado por el triunfo. Considero que, aunque vale aquello de que el pueblo no se equivoca, no es menos cierto de que es necesario avanzar con la reforma política para dar igualdad de oportunidades, terminar con las boletas de papel, las colectoras, y las prácticas prebendarias", remarcó. "Esta reforma debe alcanzar a la vida partidaria con la adecuación de la Carta Orgánica. Admitimos el triunfo de la formula Valdés-Canteros y estamos dispuestos a trabajar por la Provincia, en ejercicio de una oposición responsable. La elección ha terminado y ahora lo que vale es dar respuesta a los correntinos", expresó.
El referente peronista, Rodolfo Martínez Llano conversó con Radio Sudamericana, donde habló sobre la coyuntura política luego de los comicios y la realidad justicialista de Corrientes.
Así se desarrolló el diálogo del ex legislador nacional del PJ con la mesa periodística integrada por Daniel Toledo, Chaval Arqueros y Laura Tribbia.
-¿Pifió en el análisis previo? De que Camau iba a ser el Gobernador. Que no había posibilidad de descontar las ventajas que tenía desde hace algún tiempo y que Ricardo Colombi había elegido tarde al candidato.
-La realidad mostró que en la recta final pesaron algunas cosas importantes para una elección de esta naturaleza. Sin dudas, la ola amarilla que se abatió sobre todo el país y la fuerte importancia que le dio el Gobierno nacional a la elección de Corrientes instaló en la gente esto de alinear a la Nación con la Provincia. Corrientes es una provincia que responde a los estímulos de la percepción del poder.
Evidentemente en esa recta final, más allá de que venía la cosa bien, comenzó a revertirse.
El resultado sorprendió, incluso al propio oficialismo que, hasta el domingo de la elección, tuvo momentos durante la jornada -entrada ya la tarde- en los que verdaderamente tuvieron miedo, porque era una elección compleja, complicada.
En definitiva, hubo un resultado. Criticamos la forma, la demora en la carga. Esta demora se extendió hasta muy pasada la madrugada, pero frente a la realidad de los números, la respuesta que ha tenido nuestra fórmula Camau-Nito ha estado a la altura de las circunstancias, porque implica reconocer un triunfo y dar vuelta una página para mirar de acá en adelante.
Creo que el lunes 9 ya debía encontrarnos a todos desde otra posición, de mayor responsabilidad política para con los correntinos.
El oficialismo en el lugar que le ha dado la gente y la oposición también, en el rol que también la gente le ha dado. Me parece que el caso de Camau ha hecho un buen trabajo, ha obtenido un resultado que es prácticamente el mismo del año 2013 en porcentajes; pero claro, las condiciones objetivas actuales eran muy distintas. En este caso estaba el Gobierno nacional y provincial comprometidos en el mismo sentido. Eso se siente.
-¿La incorporación de Nito Artaza al final sumó o no? Porque los de las Paso fueron 56 mil votos y 7 mil y pico como partido político.
-Lo que pasa es que cuando hay elecciones, hay un slogan que dice "el pueblo no se equivoca". El pueblo votó, pero creo que el pueblo en este caso se equivoca, porque el sistema lo lleva a equivocarse. No hay una correspondencia entre la voluntad del elector y la realidad por esto de las boletas de papel, de las colectoras. Mientras no tengamos una reforma política profunda que dé igualdad de oportunidades y que permita que la gente vote sin el estímulo de la ayuda prebendaria y con sistema más transparentes vamos a tener esta distorsión con resultados que no son la legítima expresión del correntino. Medir los votos de Nito es difícil, así como los de partidos que sacaron votos que en la realidad no tienen; es producto de la confusión a la que se somete el electorado con estos sistemas de la vieja política, que Colombi ha incorporado hace tiempo y que le ha dado un gran resultado, al punto de que en la elección de Capital, a pesar de que el Superior Tribunal por unanimidad había dispuesto convalidar la boleta electrónica, luego un extraño acuerdo llevó a que la Justicia termine homologando, algo contrario de lo que había dispuesto el Superior Tribunal.
-Cuándo usted dice el pueblo se equivoca ¿se refiere al resultado final, o a lo que Nito pudo o no haber sumado?
-Es sobre la existencia de estos sistemas de las boletas de papel, de las colectoras y más. Es el sistema el que induce al error. Es un fraude encubierto, en el cual se hace valer el peso de las estructuras para que no haya correspondencia entre el voto y la genuina voluntad del elector.
-Pero primero dijo que el resultado es inapelable.
-El resultado, una vez que está hay que dar vuelta a la página y mirar en positivo hacia el futuro. Y cada uno de los actores debe hacer la autocrítica, tanto los que ganaron como los que perdieron, porque ambos cometieron errores importantes que son propios de la actividad política. Pero en el caso de Nito, creo que ha sido un gran acierto su incorporación a la fórmula, ha generado expectativas y creo que ellos (Camau y Artaza) se han comportado con mucha responsabilidad política. Y después de los resultados han ayudado a distender el clima político. Más allá de eso, tenemos por delante un desafío como es la elección del domingo 22, en la que tenemos todas las expectativas de colocar al menos un diputado nacional.
Para terminar con lo que pasó el domingo, varios títulos de diarios consecutivamente suyos fueron: "Ganó Macri" o "El triunfo de Macri" ¿Cuál es el mérito del Gobierno provincial que revalidó estos títulos y Colombi ganó por cuarta vez consecutiva una elección a Gobernador?
-Ocurre que el propio Colombi y el Gobierno provincial, en determinado momento de angustia política, decidieron nacionalizar la elección. O sea, entregaron la elección y la pusieron en manos de Macri, lo hicieron poner el pecho al Presidente, porque sabían de la importancia que, según los sondeos, le atribuía o le atribuye la gente a la corporización del poder nacional en la Provincia. Creo que fue inteligente, porque Colombi no es ningún improvisado, es un hombre de mucha contracción al trabajo y sabe el momento en el cual debe pedir. Pidió, apeló en términos futbolísticos a un "full", como fue el tema de las proscripciones, Justicia de por medio; en otro aspecto, a la nacionalización de la elección, algo que nunca había hecho en Corrientes. Siempre había un encriptado en la Provincia, pero esta vez, al jugar el Presidente, obligó también al Gobierno nacional. Vino Macri, Peña, Frigerio, vinieron otros funcionarios nacionales; es decir que el poder central asumió un riesgo respecto del resultado.
Pero ayer decía Flinta que Colombi se va con el 70 por ciento de imagen positiva, es una especie de plataforma importante para un Gobernador que va a asumir el 10 de diciembre que no sea precisamente Colombi ¿Usted comparte más o menos eso de la imagen positiva?
-No puedo contrariar lo que fue la opinión de la gente. Lo veníamos viendo desde antes. Llega el fin de su mandato con una buena ponderación social, por eso decíamos que el discurso nuestro debía ser superador, para mantener las cosas que pudieron hacerse bien, pero había algo también muy claro en los correntinos que, si bien no desaprobaban la gestión de Colombi, tampoco querían que continúe. Eso se evaluó cuando la posibilidad de la prórroga de mandatos o la reforma constitucional.
Todo un contrasentido, pero que es natural también no solamente en Corrientes, en otros lados la gente busca el recambio, la alternancia. En este aspecto, el Gobierno provincial apeló a un cambio dentro del propio esquema, o sea, Valdés apareció como una cara nueva, joven, que refresca ese espacio y está un poco más en línea con lo que es el macrismo; es decir, un candidato que es aceptado dentro del arquetipo que puede tener Durán Barba.
ECO + Cambiemos ha sumado un poder muy grande. Va a manejar la Provincia, tiene funcionarios en el Gobierno nacional y buena sintonía con el Gobierno nacional; manejan municipalidades importantes, como la de Capital, Goya y varias más. Tiene muy buena sintonía con el Poder judicial ¿Le hace bien a un gobierno tener tanto poder?
-Esto puede ser un arma de doble filo, porque manejar el poder en esta situación es lo que se ve y lo que se suele llamar la crisis del crecimiento en las empresas, que hay que saber administrar. Lo que veo es que en esta coyuntura que existe, más allá de que muchos lo nieguen, habrá un doble comando. Por un lado, la presencia omnipotente del Gobernador saliente que no va estar, pero que en los hechos va a estar y un gobernador que va a querer estar; entonces, ese manejo de las relaciones en la nueva etapa que se viene es el gran interrogante que hay en la política de Corrientes.
Ojalá que para la gobernabilidad y para que la Provincia pueda encaminarse mejor las cosas se desarrollen, sin volver a aquellas situaciones recurrentes del pasado entre Ricardo, Arturo, Tato y Pocho. La experiencia en Corrientes y en muchas otras provincias nos hace pensar que podamos vivir digamos tiempos difíciles.
¿En esos momentos es importante el rol de la oposición?
-Sin dudas, pero más allá de la oposición creo que a veces está la oposición velada o sórdida dentro del mismo esquema de gobierno, en la distribución de roles y de responsabilidades, de protagonismos incluso, que pueda darse en el esquema de poder que va estar a partir del 10 de diciembre.
La oposición debe tener, como dijo nuestro candidato, una actitud de cautela, de responsabilidad, señalando las cosas que haya que señalar, pero sin poner palos en la rueda. Tratando de contribuir a que durante todo 2018 vivamos en la provincia un cambio de clima, pasando de la confrontación a la concordia, que nos permita avanzar a lo mejor en muchas de las cosas que en este tiempo no se pudo abordar.
Lo que queda claro con lo que logró ECO + Cambiemos es que ya no tiene ninguna excusa. Las obras que no se hicieron por el momento, dentro de cuatro años no habrá ninguna forma de decir "no pudimos".
-Creo que ellos mismos se pusieron de alguna forma la vara muy alta y van a tener que responder a esas expectativas; no va a ser fácil, pero ojalá que las cosas caminen bien, porque va a ser en beneficio para todos los correntinos, ya que entiendo que, por ejemplo, un proyecto que entró hoy, senadores justicialistas y radicales apuntan a la provincialización de Yacyretá, para que correntinos y misioneros asuman la responsabilidad de la conducción de este ente, así como hace poco se hizo lo mismo con la represa de Salto Grande. Veremos hasta dónde el Gobierno cumple con la defensa del IPS.
Marcos Peña dijo que eso es imposible que ocurra.
-Por eso, a veces para los que gobiernan ese alineamiento termina siendo embromado, porque después tienen que responder. Espero que no sea un sometimiento cuando tengan que levantar la mano los legisladores nacionales por Corrientes. Espero que no se achiquen los de ECO y que acompañen este proyecto que creo es interesante. Por eso cuenta con el aval de senadores provinciales del justicialismo y del radicalismo. Esto nos pasó cuando fuimos Gobierno nacional durante el menemismo y el kirchnerismo. Hubo muchos justicialistas de Corrientes que tenían una obediencia debida con el Poder nacional, que iban en contra de los intereses de la Provincia. Fue lamentable.
En el peronismo correntino, ya hay algunas voces que indican renovación, que piden internas lo más pronto posible, dijeron "que hay una generación que no la vamos a tirar por la ventana, pero queremos sacarla".
-El PJ de Corrientes está de pie, creo que el 45 por ciento de los votos en estas condiciones es un muy buen piso y que sobre los que digan eso, no podemos dejar de admitir de que hubo errores en la estrategia que son muy notorios, como el tema de decisiones tomadas por los intendentes de la Capital y de Goya. O sea, no se inscribieron en una estrategia de conjunto a escala provincial; uno, anticipando las elecciones y el otro, haciéndolas coincidir con las elecciones de Gobernador. Hubo otros errores, es decir, movidas de ajedrez de Colombi que no tuvieron reflejos en la oposición.
Tanto en el PJ como en cualquier otro partido político hay diferencias. Lo importante es que hemos establecido algún sistema que nos permite que las coincidencias primen sobre las diferencias y que cuando haya internas, aquél que tenga una propuesta distinta se pueda presentar. Por eso, cuando hablo de la reforma política, abogo para que también en Corrientes tengamos, como en el Chaco, no solamente el voto electrónico, sino también las Paso provinciales, para darle igualdad de oportunidades a que todos los que quieran ser candidatos, más allá de las estructuras partidarias, puedan serlo para concejal, diputado o senador; que esa campaña tenga parte de financiación del Estado y que hasta los debates estén regulados en esa ley.
Creo que en las estructuras partidarias también hay que mejorar el sistema para que permita una mayor participación.
Lo que quiero despejar es que el justicialismo esté en una situación de crisis por un resultado. Está en una situación de análisis, lógica después de una derrota, pero que de ninguna manera nos tienen que hacer perder de vista que la lucha continúa. Hemos estado en situaciones mucho peores. Recuerdo en el '97, cuando fui electo Diputado provincial, el oficialismo había ganado la elección con el 72 por ciento de los votos. Trabajamos. Y me tocó trabajar en soledad en la Cámara de Diputados, pero en un año logré la Presidencia de la Cámara y después vinieron los hechos por todos conocidos.
De manera que no hay que magnificar. Se ha perdido una batalla, pero no la guerra. Y tenemos que tener la convicción y la satisfacción de que hemos enfrentado con dignidad un desafío electoral muy difícil.
Por eso rescato la hidalguía con la que actuó nuestro candidato, el caso de Camau. Más allá de que no dejo de reconocer que hubo errores estratégicos, operativos, organizacionales, porque no sería válido desconocer eso. Hay cosas que mejorar, lo cual no nos debe llevar a renegar de nuestras luchas.
Han pasado dos o tres generaciones donde el PJ no puede coronar un Gobernador ¿No hay una especie de karma? ¿No está minimizando la situación? No pueden ganar la Gobernación hace 44 años.
-Esta coyuntura nacional, esta ola amarilla es como que sacudió a Corrientes, como viento de cola tumbó feudos históricos del PJ, como San Luis, Santa Cruz, Córdoba, La Pampa. De manera que hay fenómenos distintos, como en su momento fue el alfonsismo, como fue la alianza o la segunda presidencia de Kirchner. Es decir, a veces hay situaciones que no son fáciles de manejar. Son realidades.
¿Cuál será el futuro político de Camau Espínola?
-Eso tendrá que preguntarle a él. A veces uno propone y Dios dispone. A lo mejor es apresurado una pregunta o la respuesta. La realidad irá marcando. Es un hombre valioso que debe integrarse como otros hombres valiosos del partido, para tratar de buscar una construcción colectiva, superadora. Más allá de esas derrotas en Capital, Goya y Curuzú Cuatiá, hemos tenido logros importantes, como recuperar la Intendencia de Paso de los Libres, de Esquina, de San Roque. El mismo Concepción, fijate que donde estuvo el Presidente, perdió la elección. Igual Mercedes. Por eso decía que toda derrota genera una reflexión. Pero el justicialismo tiene todos los anticuerpos como para salir adelante.
Decía que no hay que hablar de internas. Cómo explica esos 10 mil votos que fueron a las intendencias, pero no al candidato a Gobernador del PJ. Hubo cortes de boletas a Camau Espínola.
-Hay que analizar lugar por lugar. No sé a qué localidad te referís en particular.
A varias. Curuzú, Capital, Bella Vista. Donde los candidatos a Intendente tuvieron muchos más votos que Camau.
-Son cuestiones locales. Hay que ver cómo habrá jugado la realidad local. Hay que ver cuál es el origen de esa situación. El análisis, a veces, se da con el tiempo.
La pregunta sería si entiende que el PJ apoyó con todas las fuerzas la candidatura de Camau.
-Puedo decir que tenemos que replantearnos la necesidad de jerarquizar el rol de los partidos. No sólo los justicialistas, sino que la política debe replantearse la revalorización. También el radicalismo de Corrientes. La necesidad de que levante su perfil en el ejercicio pleno de la conducción política y estratégica, tanto más en una campaña. Creo que el PJ en Corrientes no ha estado con una presencia fuerte. Y es algo que veo que hay que cambiar si se quiere ganar. La conducción política y la organización son elementos fundamentales, tal lo decía el general Perón.
¿Entonces, el PJ no estuvo a la altura de lo que el candidato estaba necesitando?
- Por eso, hay que buscar una mejor complementación a futuro, que exista un acompañamiento más fuerte. Pero eso no significa abrir un debate, una crítica, sino ver la manera de que el partido tenga un rol más activo y más participativo en la definición de las estrategias políticas a seguir. Por ahí hubo movimientos de Colombi que no tuvieron reflejos de parte de la oposición y particularmente del justicialismo, en tiempo real. Hay decisiones que hay que tomarlas. Y esa decisión, por ahí, no fue lo suficientemente rápida.
¿Está hablando de Bassi?
-No. Bassi tiene que ser la cabeza. Pero tiene que funcionar el partido.
¿Fabián Ríos?
-Fabián Ríos creo que cometió el error de tomar decisiones desde el interés de la Capital, como lo hizo Bassi en Goya. Esas decisiones debían ser contextualizadas en un interés provincial que debía primar. No hablo con el diario del día después, lo dije en el momento que se planteó, porque creía que era posible revertir. Pero como no soy el dueño de la verdad, a veces, hay que saber esperar.
Después la realidad muestra el acierto o error. Creo que haber votado en Capital no tuvo sentido. Y que cuando se acordó y fue homologado por el Superior Tribunal de Justicia el voto electrónico, no había motivos ni razón para que se vote con la boleta de papel. En ese momento tuvo que haberse hecho caer la elección de Capital. De nada vale tampoco llorar sobre la leche derramada, pero ya que me preguntás te señalo, que ese tipo de cosas hay que evitar que ocurran.
-¿Juega el efecto posterior a partir del 4 de junio, si hubo el acompañamiento que debía darse en Capital a Camau?
-Se generó una expectativa que es lo que el Gobierno buscaba. Colombi siempre buscó una elección testigo previo. Por eso hablaba del desdoblamiento de las elecciones legislativas y en el camino se encontró con este regalo inesperado, de adelantar las elecciones en Capital. Eso le sirvió para generar una onda de exitismo que perjudicó después en el resultado de las provinciales. Por eso decía, Colombi, más allá de que esté viejo y a lo mejor lento en algunas cosas, no deja de ser un peso pesado. No hay que subestimarlo. Él tiene experiencia y una gran capacidad de trabajo que le permite rectificar errores que comete y muchos sobre la marcha, justamente por el trabajo que realiza de manera artesanal, directa y con un unicato que le permite que, al margen de lo que piense la UCR como partido, manejar ECO de manera discrecional. El radicalismo y los socios son hijos de las decisiones que en soledad toma Colombi. Cuando se le deja la iniciativa es un rival temible. Algunas veces le dimos mucha ventaja y no tuvimos capacidad de respuesta, lo cual fue grave.
-¿Por eso se golpeaba las manos el otro día sobre el escenario, diciendo: "Miren la mano que tengo para elegir candidato"?
-Sí, uno tiene que reconocer que fue así. No tengo ningún problema en decir que él ha tenido un gran mérito en este triunfo. E incluso el acierto fue en determinado momento el nacionalizar la elección, cosa que por primera vez hizo. Se pegó a Macri. Como el Presidente necesitaba ganar puso toda la carne en el asador, porque sabía que ganar Corrientes le daba un plus para las elecciones nacionales en el resto de los distritos. Hubo unas raras coincidencias de intereses que le obligó al Gobierno nacional a jugar fuerte para ganar una Provincia que es emblemática, como Corrientes, que estaba en la vidriera nacional.
-¿Cómo tiene que decidir el PJ sus nuevos liderazgos? ¿Por internas? ¿Cuándo?
-En 2019 o diciembre de 2018, y quizás coincida con la del orden nacional. Porque en el orden nacional también es absolutamente necesario una elección interna al estilo Menem-Cafiero, porque no hay conducción nacional, no hay dirigente que sea reconocido como por sobre los demás, tal ocurre en Corrientes. La única forma es medirlo con los votos. Aquél que quiera conducir el justicialismo y el que quiera ser candidato, que también se someta al voto. Es necesario antes reformar la carta orgánica de manera imperiosa, así como en el orden general mejorar los sistemas electorales. Esto de las Paso permite que, se haya presentado un colega de ustedes como candidato; él no se hubiera podido presentar si no estaba este sistema en el orden nacional. Si eso también se hace en Corrientes, entonces, vamos a terminar con el dedo de Colombi, con otros sistemas que permiten que con la lista sábana lleguen candidatos que a lo mejor no llegarían de otra manera. Hay que buscar una mayor legitimidad política de aquellos que representen al justicialismo, a los otros partidos o a los correntinos en las elecciones generales.
-Les molesta cuando una generación intermedia del justicialismo comienzan a decir: "A los viejos hay que empezar a correrlos". Y hablan de usted, de Ríos, entre otros.
-Es lógico. Los que están atrás tratan de empujar a los que están adelante. Necesitamos de todos porque está visto que la juventud por la juventud misma por ahí no tiene la capacidad para resolver cuestiones que sólo la experiencia puede hacer. Hay que tener una combinación perfecta. Es la gente la que debe juzgar a quién quiere. Al Papa le dicen el Papa joven y tiene 80 años. No es una cuestión de edad, sino de metodologías, puesto que hay muchos jóvenes que tienen prácticas viejas y lo contrario. Todos son necesarios. Y también, sobre la base de una derrota es que por ahí algunos tratan de tirar leña al fuego; es decir, que ellos tienen que saber que cada cosa tiene su tiempo. Hay que saber esperar y manejar las normas de convivencia política que se fundan en el respeto.
Usted decía que no es momento para hacer autocrítica porque se viene la elección del 22, pero me da la impresión de que la autocrítica la tienen que hacer. La gente pide caras nuevas, renovación.
-La autocrítica es necesaria, porque es la que permite debatir y corregir rumbos. Pero debe ser oportuna y en el ámbito que corresponda, que no es a través de los medios. Se debe generar un marco que permita debatir en qué pudo haberse equivocado la marcha del proceso electoral, en qué pudieron hacerse mejor las cosas, sin olvidar que debemos estar orgullosos de haber combatido contra dos estructuras poderosas y obtener el 45 por ciento. Y lo de la renovación, se trata de una actitud inteligente, como cuando uno va a formar un equipo de fútbol y ve dónde lo pone a cada uno. Cada uno tiene su lugar. Y en política también. Los roles son los que pueden ser cambiados. Uno tiene que buscar en una elección en la que tiene que generar expectativas y convocar a aquél que asegure una mejor cosecha electoral. No quiere decir que a lo mejor el dirigente que tiene mayor antigüedad dé un paso al costado, sino que busque un lugar desde el cual pueda contribuir para llegar a un resultado. Lo que vale es la inteligencia. Pero a veces, hay algunos que insisten en lugares en que la gente está reclamando otra cosa. No quiere decir ni peor, ni mejor. Hay que apelar a algo que genere una expectativa distinta.
-Tres diputados en juego ¿Se puede conseguir uno?
-Sabemos que es difícil que el justicialismo pueda conseguir dos. Esta ola amarilla es una realidad, nos guste o no. Queremos asegurarnos uno en el Congreso de la Nación, en un tiempo que será importante. El año 2018 será clave para el país, porque habrá reformas profundas que van a exigir un permanente consenso del que no debemos estar ausentes, tanto más cuánto esta administración no tiene mayoría propia en ninguna de las dos cámaras.
¿Cómo opinó hoy, como dirigente o como analista?
-Como dirigente y en parte como analista. Como dirigente, asumiendo algunas responsabilidades, más allá de que no soy autoridad partidaria, no fui candidato y sólo traté de contribuir desde afuera al mejor resultado. Ayer, el Jefe de Redacción me hizo caer en la cuenta de que había que salir a decir algo, porque de lo contrario generamos un vacío, y creo que hay que estar orgullosos del resultado que se obtuvo. Hay cosas que corregir. Se perdió. Hay gente que ganó y, como dice en apotegma, el que gana gobierna y el que pierde acompaña, desde el ejercicio de una oposición crítica y racional.
-Algunos se esconden. No quieren salir ¿Usted le reclama?
-Cada uno tiene su propio perfil y maneja sus tiempos. Yo salgo cuando creo que debo salir, porque no me gusta a esta altura el exceso de protagonismo. Hoy me invitaron al programa de canal 13 del domingo y dije que no. Ya estuve y cumplí como trato de hacer con los medios de toda la provincia que por lo general son muy cordiales. Entiendo que uno debe cubrir los flancos que ve con sentido y solidaridad de equipo.
