Con más del 87% de los votos escrutados, la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner se impone con el 47,42% por sobre el binomio Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto (47,70%). Así, Alberto Fernández se consagra en primera vuelta como el nuevo presidente de Argentina pese a la remontada de Cambiemos.
En las PASO 2019, que convulsionaron la agenda política de los dos últimos dos meses, Alberto F. había obtenido el 49,49% de los votos (afirmativos) mientras que Macri había cosechado el 32,93%.
Estos son los primeros datos oficiales de este domingo de elecciones generales en Argentina que tuvieron una participación que orbita el 80,81% —niveles similares a 2015—, en la cual se presentaron seis fórmulas presidenciales y que diseña el rumbo de un país sacudido por la crisis económica. Para estos comicios hubo 95 mil mesas en todo el país y casi 34 millones de personas habilitadas para votar.
Momentos antes de conocerse los primeros resultados, fuentes de Cambiemos afirmaban que el oficialismo hizo una mejor elección que en las PASO y realizó una mejor performance en provincias como Santa Fe, Entre Ríos, San Luis e, incluso, Buenos Aires.
Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey (Consenso Federal) obtienen el tercer lugar con el 6,16% de los votos, contrastado a la baja con el 8,44% que obtuvieron en las Primarias. El cuarto lugar está quedando en manos de Nicolás del Caño y Romina del Pla (Frente de Izquierda-Unidad). con el 2,12% (2,93% PASO).
En la provincia de Buenos Aires, 'la madre de todas las batallas', el candidato del Frente de Todos Axel Kicillof se impone con el 52,09 % y supera por más de 13 puntos a la actual mandataria provincial María Eugenia Vidal, que alcanza el 38,06 %. Horacio Rodríguez Larreta triunfa en la Ciudad, sin balotaje, con poco más del 55% de los votos, frente al 35,46% de Matías Lammens.
Como en cada elección presidencial, esta vez también se renuevan la mitad de los diputados nacionales (se eligen 130 bancas en los 24 distritos) y senadores nacionales en ocho provincias. Así, la disputa de poder entre macrismo y peronismo también tiene el telón de fondo del Parlamento.
La votación tuvo desde el día después del 11 de agosto un mapa político marcado por la disparada del dólar y el temblor de los mercados, en un contexto de aumento inflacionario y tasas altas de Leliq (68% actualmente). En septiembre la inflación alcanzó el 5.9% y el dólar cerró el viernes en $65.
Por esta razón, si todos los ojos están puestos en los resultados de estas elecciones presidenciales, también los están en qué pasará desde la mañana de este lunes cuando empiecen a operar el dólar y los mercados.
De fondo, está una eventual transición, el reparto del poder, la eventual reestructuración de deuda con el FMI, el control del tipo de cambio, las turbulencias económicas internacionales (EE.UU vs. China) y los estallidos sociales en Latinoamérica. La campaña de Fernández apuntó precisamente a la cuestión económica, mientras que la de Macri al estímulo del "Sí, se puede" en busca del balotaje.
El kirchnerismo recibe los primeros cómputos oficiales en el Complejo C, en el barrio de la Chacarita. Allí se dispusieron tres salones VIP. El del segundo piso, el más exclusivo, fue reservado para Alberto y Cristina Kirchner.
"Hoy es un día de fiesta", dijo Alberto, desde su casa de Puerto Madero, minutos después del cierre de urnas. Había votado por la mañana en la la sede de la Universidad Católica Argentina (UCA) en ese mismo barrio porteño.
"Estamos en una enorme crisis y como tal tenemos que tener mucha responsabilidad. Ese es el esfuerzo de todos. Les pido que estemos tranquilos. Lo que viene será con mucho esfuerzo, dijo en este momento el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, a quien recordó a 9 años de su muerte: "Te extraño mucho, amigo".
Después de las 18, Macri felicitó a "todos los argentinos que fueron a votar y se expresaron en paz" y pidió "paciencia y tranquilidad mientras se cuentan los votos". Aguardan el avance de los resultados en Costa Salguero.
"Se juegan dos visiones de futuro", había dicho al votar el líder de Cambiemos, cuatro años después de haber sido consagrado presidente del país y recalculado el ajedrez político del país. Y agregó: "Es una elección histórica". Fue en la escuela Wenceslao Posse, en la Plaza Las Heras de Recoleta.
El término "histórico" fue justamente el que orientó sus 32 marchas del "Sí se puede" por el país, donde apostó, en clave eufórica y ante grandes cantidades de público, a la polarización con el kirchnerismo, al señalamiento de las causas de corrupción y al balotaje.
Desde la noche de 27 de octubre, de confirmarse el fin de su ciclo presidencial y luego de mejor su votación respecto a las PASO (casi 8 por arriba), comenzará a rediseñarse su lugar político, y el de todo Cambiemos, ya sin el calor del poder.