Con el gobernador Gustavo Valdés excluido de la reelección y una posible fractura en el frente gobernante, el oficialismo podría enfrentar dificultades para alcanzar la mayoría en primera vuelta.
PorJuan A. Bracco
Gustavo Valdés no podrá buscar su tercer mandato en la gobernación correntina.
Corrientes elegirá este año a un nuevo gobernador, tras ocho años de mandato de Valdés. La Constitución provincial le impide competir por tercera vez. Esta situación derivó en una puja por la sucesión que, seguramente, concluya enel fraccionamiento del frente ECO + Vamos Corrientes.
En la vereda opositora se visualiza un crecimiento de La Libertad Avanza. El fenómeno de Javier Milei caló hondo en una provincia que tiene tradición liberal. Además, el justicialismo se está rearmando después de una crisis profunda.
Valdés corre con ventaja para imponer a su delfín como sucesor en el Gobierno. El nombre que más suena es el de su hermano, el intendente de Ituzaingó, Juan Pablo Valdés. Aunque hay también otros en danza (como el del mandatario de la ciudad de Corrientes, Eduardo Tassano), el peso de un apellido que es marca registrada constituye un capital político importante.
El gobernador controla la Unión Cívica Radical (UCR), el principal partido del oficialismo, tras ganar las internas en las que su mentor y actual némesis, Ricardo Colombi, bajó a último momento la lista. Además, está el factor de los intendentes. En el entorno de Valdés aseguran que será crucial su tracción desde lo local a lo provincial.
La mayoría de los que respaldan al mandatario provincial pueden ir por su reelección. Ganaron hace 4 años por un promedio de 70 a 30. Y tienen en la actualidad, según indicaron en el Gobierno, muy buena imagen.
Como contracara, señalaron, los principales referentes opositores en los municipios no podrán reelegir. Es el caso de los peronistas Martín “Tincho” Ascúa, de Paso de los Libres, y Emiliano Fernández, de Virasoro. Por otro lado, está el extremo de Diego “Tape” Caram, ex intendente de Mercedes, preso por corrupción. “El escenario es muy favorable”, resumió uno de los operadores más cercanos al gobernador.
Valdés cuenta, a su vez, con la capacidad de definir cuándo se votará. Es que la Constitución fija parámetros, pero no una fecha determinada. Tiene entre 3 y 6 meses antes del 10 de diciembre para hacer la convocatoria a la elección. Fuentes oficiales indicaron a Infobae que podría concretar este llamado entre abril y mayo próximo.
El texto constitucional también establece que el comicio debe concretarse con una anterioridad de 2 a 4 meses con respecto a la fecha de recambio de autoridades. El rango queda entonces entre el domingo 17 de agosto (feriado nacional), es decir, después de las primarias nacionales que, si se realizan, serán el 3 y el 12 de octubre (también feriado), dos semanas antes de las generales nacionales, fijadas para el domingo 26.
Esquemas
El principal riesgo que afronta Valdés es Colombi. Si el ex mandatario sostiene su candidatura a la gobernación, como sus allegados juran y perjuran que hará, el frente gobernante se partirá.
En los últimos comicios, el sello oficialista fue ECO + Vamos Corrientes. ECO es el acrónimo de Encuentro por Corrientes, el frente que forjó Ricardo Colombi para desalojar del gobierno a su primo Arturo en 2009. Vamos Corrientes es el sello que adosó Valdés desde 2021. La votación de 2025 podría registrar un enfrentamiento entre ambas fracciones.
Una particularidad que tiene la elección correntina es que, además de votos, los candidatos deben conseguir partidos para conformar sus frentes. Es que no se consolida una boleta por cada alianza, sino que en el cuarto oscuro habrá tantas con el nombre del candidato como partidos compongan el frente. En 2021 Eco + Vamos Corrientes estuvo compuesto por 32 fuerzas y hubo 32 balotas con el nombre de Valdés. Logró el 76% de los votos.
La expectativa ahora es saber cuántos de estos sellos se quedarán con Valdés y cuántos se irán con Colombi.
En el campamento de Ricardo visualizan un escenario de cuartos para estas elecciones. En esa segmentación, Valdés, Colombi, el PJ y LLA tendría cada uno una cuarta parte de los votos, más o menos. Reconocen que el actual Gobernador puede cosechar un poco más y tener un primer lugar cómodo, pero de igual modo señalan que podría no alcanzarle para ganar en primera vuelta.
La Constitución correntina fija el mismo criterio que la Nacional para la elección del Ejecutivo. Se gana con el 45% de los votos o con el 40% y diez puntos de diferencia sobre el segundo.
En LLA también entienden que el electorado provincial está, al día de hoy, fraccionado en cuatro. Y se entusiasman con los números que llegan de la Casa Rosada. Milei tiene casi el 60% de aprobación en Corrientes y el espacio libertario podría superar con comodidad los 30 puntos en la elección general.
Por eso la dirigencia correntina de LLA apunta a armar listas con candidatos propios. Recién en el momento de conformación de las alianzas, y desde una posición de fuerza, abrirán las puertas a incluir candidaturas de otros partidos. De allí que haya causado tanto escozor que se mencione el nombre de Mauricio “Camau” Espínola como postulante libertario a la gobernación. “El candidato a la gobernación deberá ser un libertario puro y afiliado al partido” es la muletilla que repiten en LLA al hablar el armado electoral.
Otra coincidencia entre el sector de Colombi y los libertarios es que entienden que las mejores chances de triunfar en una segunda vuelta serán de quien escolte a la fórmula del oficialismo. “Ricardo puede ganar o hacer perder a cualquiera”, indicaron en su entorno. “Quien termine segundo, ganará. Esto como en las elecciones nacionales de 2023. Si Sergio Massa no triunfaba en primera vuelta, perdía en la segunda”, aportaron desde el bunker libertario.
La cuarta pata de esta mesa es el peronismo en proceso de normalización. Hace unos días se conformó la Junta Electoral. Y también el espacio “Peronismo correntino para la Victoria”, que tiene como principal referente al kirchnerista José Ottavis. El justicialismo irá a las urnas el 9 de marzo en un clima de confrontación. El esquema armado por la intervención no convenció a todos. El dirigente Alejandro Karlen posteó un mensaje directo a Cristina Kirchner, presidenta del PJ Nacional
“Doctora, ¿está mirando lo que pasa en Corrientes?”, la desafió. A renglón seguido, marcó que la Junta Electoral se integró con “gente desconocida”. Asimismo, dijo que existe “proscripción a la mayoría de los compañeros con una cláusula anticonstitucional” que no deja participar en la votación de cargos partidarios a quienes, como Karlen, integraron en elecciones anteriores frentes que compitieron contra el peronismo.
“Esto llevará solo a favorecer el armado de Javier Milei”, subrayó.
Con información de Infobae